domingo, 10 de marzo de 2013

Carta Abierta a Hugo Chávez: Reflexiones sobre un Liderazgo Controvertido y Continental


¡¡¡ GRANDE TIO CHAVELO ¡¡¡

 
 

Carta Abierta a Hugo Chávez: Reflexiones sobre un Liderazgo Controvertido y Continental

Por: Bach. Alfredo Chávez Olivera

A pesar de las discrepancias ideológicas, políticas y socioeconómicas sobre el rumbo de nuestras naciones y la aplicación de modelos económicos en América Latina del siglo XXI, existe una constante: la búsqueda del verdadero desarrollo humano. Ni el agotado modelo neoliberal ni la esperanza socialista han logrado resolver los principales problemas del continente. Ambos han sido fuertemente cuestionados: el primero, por ser excluyente, ultraliberal y lesivo para los sectores más pobres; el segundo, por su tendencia al estatismo, el populismo, el intervencionismo y el clientelismo.

Frente a esta disyuntiva surgió, en los años ochenta, la llamada “Tercera Vía”, un intento por integrar la realidad económica y social de nuestros países, basada en estructuras productivas independientes del gran capital y de la acción directa de los gobiernos. Este enfoque, aunque de forma tímida, ha comenzado a implementarse en algunos países latinoamericanos en medio del colapso del sistema financiero global.

Por otra parte, en el año 2000, las Naciones Unidas suscribieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con metas a alcanzar al 2015. Entre ellas: erradicar la pobreza extrema, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una alianza mundial para el desarrollo. Estas metas buscaban crear un mundo más justo y equitativo, en un contexto donde las naciones son permanentemente evaluadas a través de indicadores como el Producto Bruto Interno, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el crecimiento económico. Sin embargo, estos retos siguen vigentes en América Latina.

Este escenario ha sido fértil para el surgimiento de líderes locales, regionales y continentales que han intentado responder a los problemas estructurales de cada país. Uno de ellos, sin duda, fue Hugo Chávez Frías, quizá el más influyente del siglo XXI en Latinoamérica. Su figura y liderazgo trascendieron las fronteras venezolanas, posicionándolo como el máximo referente del socialismo latinoamericano contemporáneo.

A pesar de su muerte, Chávez se ha convertido en un mito viviente dentro y fuera de Venezuela. Su legado sigue vivo en el imaginario colectivo de millones que lo vieron como un símbolo de resistencia y dignidad frente al poder imperial.


Tío “Chávelo”: Un Recuerdo Personal

Más allá de nuestras diferencias ideológicas y percepciones sobre el estilo de gobernar en nuestras naciones, considero que has sido el político más controvertido, valiente y frontal que ha tenido nuestra América mestiza e indígena. Te convertiste en un líder de talla continental, una especie de Cid Campeador moderno, empeñado en reconquistar la unidad latinoamericana como lo soñó Bolívar, o como fue nuestra América precolombina.

Con tu estilo propio, marcaste una forma singular —casi sui géneris— de hacer política. Dejas una lección de esperanza para millones de desamparados, que asumieron tu causa revolucionaria como propia. Hoy, millones lloran tu partida, evidenciando que, más allá de las contradicciones, te incrustaste profundamente en el corazón de tu pueblo.

Y sí, también es cierto: los ricos lloran… de alegría. Otros, entre burlas e hipocresía, celebran tu partida y aprovechan para encumbrarse en sus pedestales. En la viña del Señor hay de todo, como en un buen rebaño.

Yo te recordaré como un hombre de coraje, que puso los “bemoles” donde debían estar. Me encantaron tus excentricidades, tus enfrentamientos directos contra la casta política más rancia del mundo. Mientras muchos de nuestros políticos se arrastraban serviles ante el imperio, tú rompías protocolos, pateabas la mesa y hacías temblar los auditorios con tus palabras de barrio, calientes, encendidas, salidas desde las vísceras del pueblo.


Tus Frases Inolvidables

Nunca olvidaré tus frases lapidarias, dichas con esa chispa venezolana que mezclaba indignación, sarcasmo y teatralidad:

  • “¡Manjuche, porque por más que te disfraces tienes rabo de cochino!” (A tu último adversario político)

  • “Ayer estuvo aquí sentado el diablo… ¡huele a azufre!” (Desde la tribuna de la ONU, refiriéndote al expresidente estadounidense)

  • “Mister Danger, eres inmoral, cobarde, mentiroso y borracho.”

  • “¡Cachorro del imperio!” (A un expresidente mexicano)

  • “¡Señor Rey, tenemos 500 años aquí y nunca nos callaremos!” (En respuesta al famoso “¿Por qué no te callas?” del Rey de España)

  • “Eres un corrupto de cuatro esquinas y de siete suelas… a ver si voy a una cumbre y me robas mi billete.” (Dirigido a un expresidente peruano)

  • “Señora canciller… váyase a la M…, usted apoyó a Hitler y al fascismo.” (A una líder alemana)

  • “¡Váyanse al carajo, yanquis de m…! ¡Cien veces váyanse al carajo!”

Y finalmente, con el cáncer avanzando en tu cuerpo, aún tuviste aliento para exclamar:

“Dame vida, Dios, aunque sea llameante… que yo sangro. Dame tu cruz, cien cruces, que yo la llevo. Pero dame vida… Cristo, mi Señor. Amén.”


Despedida

Adiós, “Tío Chávelo”. Siempre te recordaré como uno de los gobernantes más valientes de la historia latinoamericana. Fuiste para mí un símbolo, un personaje pintoresco y polémico, un penderejete brillante, como diríamos en criollo.

¡Gloria eterna! Y que los ángeles del cielo te tengan en su gloria, por siempre.


 

 
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