lunes, 6 de agosto de 2012

Bullying y Ciberbullying: La Violencia Escolar en la Era Digital

Por: Bach. Alfredo Chávez Olivera

Antes de adentrarnos en el análisis del fenómeno del ciberbullying y sus repercusiones en nuestro país a través de la red, es necesario repasar brevemente el concepto de bullying y cómo este se ha trasladado al entorno virtual juvenil.

El término bullying, según los especialistas, hace referencia al acoso escolar entre pares. Fue introducido por el psicólogo noruego Dan Olweus en la década de 1970, a partir de sus investigaciones realizadas en Suecia. Dicho estudio concluyó con una serie de recomendaciones que dieron origen a un programa integral de prevención del acoso escolar en Noruega (Anónimo, Peques, 2007).

El bullying es un fenómeno presente en todo el mundo, sin distinción de clase social, género o ubicación geográfica. En el Perú, se han llevado a cabo investigaciones importantes al respecto. Un estudio realizado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos bajo la dirección de la psicóloga Lupe García concluyó que el acoso escolar se inicia desde la etapa preescolar (wawawasis), afectando entre el 7% y 10% de los escolares limeños. La Dra. García advirtió que las secuelas del bullying persisten hasta la adultez, manifestándose en personalidades tímidas o rencorosas. Otros estudios coinciden en que aproximadamente el 50.7% de los escolares peruanos han sido víctimas de acoso escolar.

Un estudio adicional titulado Violencia Escolar (Bullying) en Colegios Estatales de Primaria del Perú, realizado en los departamentos de Ayacucho, Cusco, Junín y Lima Oeste, entrevistó a 916 alumnos. Sus hallazgos fueron alarmantes: el 47% reportó haber sido víctima de bullying; el 34% de los agredidos no informan a nadie sobre la agresión; y el 65% de los estudiantes no se interesa por defender a las víctimas. Además, un 25% de padres y maestros no reaccionan ni brindan protección, perpetuando el ciclo de violencia. El mismo estudio reveló que el 36% de los alumnos perciben la presencia de pandilleros dentro de sus escuelas, y un 10% requirió atención médica o psicológica por amenazas constantes (Miguel Oliveros D., Luzmila Figueroa A., 2008). Estas cifras, sin duda alarmantes, exigen una respuesta urgente del Estado peruano.

En este contexto, resulta oportuno recordar el cuento Paco Yunque, escrito hace más de 70 años por el célebre César Vallejo. A pesar de las diferencias socioeconómicas entre aquella época y la actual, el relato refleja la violencia escolar de entonces. Paco Yunque, niño campesino y humilde, era humillado por Humberto Grieve, hijo del alcalde del pueblo y patrón de sus padres. La historia pone de relieve la complicidad silenciosa de las autoridades escolares y de los propios compañeros de aula, con la excepción de Paco Fariña, un niño justiciero que defiende a Yunque. Esta obra de ficción nos confirma que el bullying no es un fenómeno nuevo, aunque hoy adopta nuevas formas bajo el impacto de la globalización y la tecnología.

César Vallejo, como tantos otros intelectuales de origen andino, fue víctima de discriminación en su época, tanto en la escuela como en el mundo literario. Similar fue el caso de José María Arguedas, discriminado por el simple hecho de ser quechuahablante. En un país multinacional, multilingüe y multiétnico, estas contradicciones evidencian un problema profundo: la persistente exclusión basada en origen étnico. Según datos antropológicos, el Perú está conformado mayoritariamente por mestizos (43.3%), indígenas (32.5%) y un importante número de personas sin una definición racial precisa. Superar estas brechas es un desafío fundamental para consolidar una verdadera cohesión social.

Los recientes casos de bullying escolar en nuestro país ponen en tela de juicio a un sistema educativo desfasado: con infraestructura obsoleta, currículos poco pertinentes, metodologías anticuadas y relaciones interpersonales deterioradas. Esta situación se agrava por la violencia familiar que muchos estudiantes viven en sus hogares, así como por un entorno social marcado por la inseguridad, la corrupción y la contaminación ambiental.

En este contexto, el bullying es una trasposición de la violencia familiar y social al entorno escolar. A ello se suma hoy el uso negativo de los medios de comunicación y las tecnologías de la información (TIC), que han trasladado el acoso escolar al ámbito digital: el ciberbullying.

Este fenómeno, más eficaz y destructivo que el acoso presencial, expone a miles de jóvenes a agresiones masivas en línea. El término ciberbullying fue acuñado por el educador canadiense Bill Belsey y también se le conoce como acoso electrónico, e-acoso, acoso móvil, entre otros. Se manifiesta a través de páginas web, blogs, redes sociales, correos electrónicos, plataformas de videojuegos y sitios como Facebook o YouTube.

Según R.B. Standler, el ciberbullying busca causar daño emocional o preocupación, sin ningún propósito legítimo. Puede incluir amenazas, connotaciones sexuales, insultos o discursos de odio. Además, el Estudio sobre Hábitos Seguros en el Uso de las TIC por los Menores, publicado por INTECO en 2009, lo define como acoso entre menores en entornos digitales. Cuando interviene un adulto, se trata de ciberacoso y no ciberbullying.

Estas formas de violencia virtual también se expresan en las conductas agresivas de adolescentes vinculados a pandillas y barras bravas, quienes utilizan el ciberespacio para difundir mensajes violentos, amenazantes y provocadores. Utilizan plataformas como YouTube y libros de visitas para exacerbar rivalidades deportivas y territoriales. Este nuevo campo de batalla virtual ha reemplazado a las peleas físicas de décadas pasadas.

Ante esta situación, el Estado peruano debe implementar medidas urgentes para regular el uso de las TIC y fomentar su uso responsable. Internet, si bien es una herramienta revolucionaria de conexión global, también puede ser un medio devastador cuando se utiliza con fines destructivos. Los gobiernos modernos tienen el deber de promover la salud mental y el bienestar digital para construir sociedades más seguras y cohesionadas.

De no hacerlo, corremos el riesgo de replicar modelos de ciudades violentas como Ciudad Juárez, Acapulco, San Pedro Sula o Maceió, donde el crimen organizado domina el espacio urbano. En comparación, ciudades como Trujillo o El Callao podrían parecer simples reflejos de una violencia mayor, pero igualmente preocupante.

¡Que el Señor nos coja confesados!

Bibliografía electronica:
1.- Violencia Escolar (Bullying) en Colegios estatales en Primaria del Perú

2.- Ciberacoso , Wikepedia Libre (La encicloperia libre)
                                                                                                                                
3.- Dr. Julio Volenski (Bullying)

4.- BARRIO U NORTE

5.-LOS HOOLIGANS COMAS

6.-LOS CANALLAS COMAS


8.- CAMINATA CONO U NORTE - NOCHE CREMA 2011

9.- LOSCANALLAS COMAS

10.-Ranking de las ciudades más violentas del mundo




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