miércoles, 26 de julio de 2023

“RECUAY LADRONERA” O RECUAINO “CACALAZO” APELATIVOS PARA CONSTRUIR UN NUEVO FUTURO PARA RECUAY

“Recuay ladronera”, es un dicho popular que posiblemente se había originado en los años paralelo a la independencia del Perú (1821-1824) y que fue atribuida a Antonio Raimondi. Ilustre personaje nacido en Milán Italia, el 19 de septiembre de 1824 y reconocido por sus investigaciones científicas en Perú, quién había llegado por los años 1860 al departamento de Ancash.

Cuenta la historia popular, que el susodicho naturalista en su viaje al departamento de Ancash, en su paso por Recuay, se había enamorado de una hermosa dama recuaina, quien con sus atrevidos encantos le había robado el corazón; pero para su “mala” suerte, la dama no respondió a los halagos del científico investigador. Años más tarde, el forastero se casó con la huaracina Adela Loli Castañeda, con quién tuvo 3 hijas; a pesar de la finesa presunción de esta última dama mencionada.

Si bien es cierto, que para el habitante común suena tal vez más jocoso, este mote popular de “Recuay Ladronera”.  Personalmente, nunca me agradó esta frase por ser despectivo y mal intencionado, siempre demande, aunque en silencio su desagravio frente a este hecho que continúa a la fecha circulando por generaciones a nivel regional. Me parece, que llegó el momento oportuno de revertir este “mal nombre” a favor de Recuay para su despegue y salto al progreso social, creando una marca ciudad y un símbolo cultural, que sintetice las fortalezas para su nueva promoción y crecimiento. 

Personalmente, me gustaría que para el presente siglo y en aras de insertarse a la modernidad, se patentice el término “Recuay Milenario”, considerando una de sus más grandes fortalezas de orden cultural, hoy reconocido a nivel mundial por la arqueología científica. Los Recuay (Choquerikay) antes de la llegada de los Waris (700 años d.C.) estaban magistralmente establecidos a nivel geopolítico en tres guarangas: Ichochonta (centro de poder), conformado por los actuales distritos de Recuay, Ticapampa, Catac y Pampas Chico; Ichocpomas, por Pira, Pariocoto y Huanchay y Allaucapoma, por Aija, Malvas y Cotaparaco (llamados los pueblos pumas).  Para tal efecto, depende de las autoridades provinciales y sus hijos que están diseminados en el mundo y los que radican por amor propio y orgullo en la tierra que nos vio nacer. Recuay, requiere implementar un plan estratégico sobre la base de una campaña promocional sostenida para convertirse en destino turístico regional. Objetivo principal y necesario para su despegue. 

El dicho popular de “Recuay Ladronera” no fue creado por Antonio Raimondi, quien llegó a Ancash recién por los años 1860; sino supuestamente recogido por el alemán Heinrich Witt, en su diario titulado “La Historia del Perú en el siglo XIX”, escrita desde 1859 hasta 1890 (H. Witt, llegó a Perú en el año 1824 y según su diario visitó Huaraz, Chavín y Antamina antes de 1842). Por otro lado, hoy se conoce, que en ninguno de los libros de A. Raimondi aparece el tan mentado dicho popular. Sobre este asunto, el escritor César Ángeles Caballero, en su libro sobre literatura ancashina señala que la frase de “Recuay Ladronera” y el estribillo de marras completo de “Huaraz presunción, Carhuaz Borrachera, Yungay Hermosura, Caraz Dulzura” y otros cuernos más, pertenece a la sabiduría e ingenio popular ancashino. Mal hacemos en atribuir a los extranjeros todo lo que nos parece bueno o bonito. Por cierto, antes de reivindicar a los nuestros sobre este dichos y canticos populares, se le atribuye a foráneos, síntoma de una autoestima dependiente culturalmente hablando, de corte eurocentrista y complacientes con el racismo y la segregación social.  Por ejemplo, la puya (titanka), no se debería llamar Puya Raimondi; sino “Puya Recuay” a secas por su lugar de origen. Ni tampoco a la escultura famosa: llamarle Estela Raimoni; sino simplemente “Estela Chavín” por el lugar de su creación.

Por último, si es conveniente llamarlo o no, a uno de nuestro personajes históricos más representativos de la Provincia de Recuay:  “tiralazo” o ”cacalazo”. Sobre el tema, se entiende por “tiralazo”, al maestro en el buen manejo de sogas o cuerdas para lazar ganado a fin de amansarlos, adiestrarlos, capturarlos o robarlos. Oficio muy antiguo practicado en los pueblos del Callejón de Huaylas por su extracción campesina y   agrícola. Por otro lado, para entender el término “cacalazo”, necesitamos recurrir necesariamente a la lengua quechua. “Caca", significa peña. No sé si en Recuay, existió o existe un oficio o aficionados en lazar peñas o rocas. Se supone, que los recuainos fueron grandes expertos en montar caballo y lazar ganado, y no lazar “cacas”,

En fin, aún está cuestión de “cacalazo”, está por aclararse por tantos supuestos que existen en la literatura regional. Algunos consideran, que: “Gagga lazojj” (ladronera) es el termino más apropiado para valorar: “Los de Recuay son mineros por naturaleza, dominan los cerros y son ladronzuelos por añadidura”, dice el libro "Ancash en Broma",  de Wilfredo Kapsoli Escudero (TRADICIÓN, Segunda época 2018 N° 18 pp. 74-81 Revista de la Universidad Ricardo Palma, Lima Perú).

Para concluir, recuerdo que mi tío abuelo “Popy” un recuaino de polenda, como cuestión anecdótica, siempre me contaba, diciendo: "que los huaracinos en su afán de lazar ganado por las noches a fin de robarlas, terminaban lazando peñas y rocas confundiéndoles con animales". Al pasar la noche y llegar la madrugada, se daban cuenta que solo habían lazado “cacas”, como era su costumbre. Cierto o mentira la anécdota, pero mi tío abuelo, no tenía contemplaciones para con los “cacalazos” huaracinos.  Replicaba, diciendo: “que eran tan malos para montar caballos y usar las cuerdas para lazar animales y a su cambio solo cogían peñas y rocas”. Costumbre conocida por décadas en esta región.

En fin, cada pueblo crea su propia historia, pero lo que sí se, es que el personaje “recuaino tiralazo” ha trascendido fronteras a nivel internacional, nacional, regional y local. Es bien mentado el apelativo popular “tiralazo” ladrón de amores. Asimismo, late en el corazón de todo recuaino, la frase: "De mis brazos te escaparás, pero de mis lazos jamás".  

Bach. Alfredo Chávez Olivera  (26/07/2023)