martes, 26 de septiembre de 2023

CENTRO DE ALTO RENDIMIENTO DEPORTIVO DE RECUAY (CARD): Proyecto y Gestión.

 

Los Centros de Alto Rendimiento Deportivo (CARD) son instalaciones, públicas o privadas, diseñadas para brindar condiciones óptimas y adecuadas de entrenamiento y preparación a deportistas calificados de alto nivel. Estos centros emplean recursos técnico-científicos de máxima calidad con el fin de mejorar el desempeño competitivo a nivel nacional e internacional, así como para identificar, calificar y seleccionar nuevos talentos deportivos.

La ciudad de Recuay, ubicada a una altitud aproximada de 3,394 metros sobre el nivel del mar, presenta un clima templado y seco durante el día, y frío en las noches. La temperatura máxima promedio es de 19.5 °C, mientras que la mínima promedio ronda los 5 °C. Entre los meses de mayo y julio, se registran las típicas heladas y noches estrelladas. La provincia tiene una población aproximada de 20,363 habitantes (Censo 2017), y el distrito de Recuay cuenta con alrededor de 6,000 habitantes. Situada a 25 km de Huaraz, su ubicación y condiciones geográficas son ideales para la práctica deportiva, especialmente para carreras de medio fondo, como las de 800 y 1500 metros, y de fondo, que van desde los 3000 metros hasta la maratón. Además, estas condiciones favorecen disciplinas como las carreras con obstáculos y la marcha atlética, modalidad del atletismo que consiste en caminar lo más rápido posible sin correr.

Para la construcción de un Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARD) exclusivo para carreras de medio fondo, fondo y marcha atlética, se requieren, como mínimo, los siguientes espacios y recursos: instalaciones deportivas adecuadas; equipamiento deportivo de primer nivel; recursos humanos técnicos y pedagógicos especializados; residencia con habitaciones apropiadas, preferentemente cercana a las instalaciones deportivas y centros educativos; oficinas administrativas; equipo técnico deportivo; servicio médico especializado; así como departamentos científicos y de investigación destinados a optimizar los niveles de competencia deportiva, entre otros.

La sierra norte del Perú aún no cuenta con un Centro de Alto Rendimiento Deportivo especializado en las disciplinas de medio fondo, fondo y marcha atlética, deportes que están ganando reconocimiento a nivel latinoamericano y americano, motivo de orgullo para nuestro país. En contraste, en la sierra centro y sur del país, así como en la costa norte, ya existen infraestructuras deportivas para diversas disciplinas, tales como los CARD de Arequipa, Cusco, Huancayo, Chiclayo, Iquitos y Junín.

El Instituto Peruano del Deporte (IPD), organismo público autónomo y ente rector del Sistema Deportivo Nacional (SISDEN), es responsable de plasmar y difundir la política deportiva, recreativa y de educación física. Asimismo, organiza, planifica, coordina, evalúa, previene e investiga el desarrollo del deporte en todas sus disciplinas a nivel nacional. Sin embargo, hasta la fecha, el IPD no ha previsto promover el deporte de alta competencia en la sierra norte del Perú ni la captación de talentos en niños y adolescentes que poseen habilidades y potencial para la práctica deportiva en las disciplinas mencionadas.

Los deportistas que habitan en las zonas urbanas y rurales de la sierra del departamento de Áncash poseen un gran potencial físico y mental para destacar en estas disciplinas deportivas. Además, las estadísticas muestran que un alto porcentaje (80 %) de los deportistas que actualmente forman parte de los CARD provienen de niveles socioeconómicos D y E, ya que la mayoría son inscritos desde zonas rurales alejadas. Por ello, es fundamental descentralizar el deporte en todo el país, y la creación de un CARD en esta región del Perú beneficiaría a más de 600,000 habitantes. La ciudad de Recuay y sus centros poblados cuentan con condiciones propicias para la práctica y materialización de este proyecto.

Desde mi perspectiva, el lugar idóneo para establecer el CARD Recuay podría ser el centro poblado de Huancapampa, situado en la margen derecha del río Santa. Este espacio sería un centro de operaciones ideal para el entrenamiento deportivo de alto rendimiento, requiriendo únicamente la modernización y mejora del antiguo Qhapaq Ñan —camino construido por nuestros ancestros en la época preincaica— para las prácticas deportivas de alta competencia.

Para las carreras de medio fondo (800 y 1500 metros), se podría utilizar el tramo desde Huancapampa hasta el riachuelo de Oconan; para las carreras de fondo de 3000 a 5000 metros, el recorrido desde Huancapampa hasta el riachuelo de Compina en Ticapampa, ida y vuelta; y para distancias de 30,000 a 42,000 metros, desde Huancapampa hasta Catac, ida y vuelta. Estas rutas constituyen condiciones objetivas ideales para cumplir con este propósito deportivo.

Para materializar la creación del CARD Recuay, es imprescindible que el gobierno local, el FEDIR Recuay, los centros poblados, las organizaciones deportivas y la población organizada lideren el proyecto y gestionen su financiamiento ante el IPD, el gobierno regional, el gobierno central y cuenten con el compromiso y responsabilidad social de la empresa minera Lincuna S.A. Este compromiso es un deber moral debido a la destrucción ecológica que dicha empresa viene ocasionando en el lecho de la puna de Huancapeti, donde opera su planta concentradora. Actualmente, produce más de 3,000 toneladas métricas diarias de minerales, con proyecciones de aumentar a 5,000 toneladas a corto plazo y 10,000 toneladas antes del 2030.

La Compañía Minera Lincuna S.A. es una empresa de capitales peruanos dedicada a la exploración, explotación, tratamiento y comercialización de minerales metálicos. Está ubicada en la Cordillera Negra, entre los 3,800 y 4,400 msnm, en el departamento de Áncash. La mina se encuentra en el distrito de Aija y la planta de tratamiento en el distrito de Recuay. Inició sus operaciones a mediana escala en 2016, llegando a producir 3,000 toneladas diarias (TPD) en 2020. Este yacimiento contiene plata, plomo y zinc; además, produce concentrados de plomo con contenido de plata y concentrado de zinc. Según estudios geológicos, cuenta con 22 millones de toneladas de recursos, de los cuales 15 millones son reservas netas.

Según su política institucional, Minera Lincuna basa su gestión social en pilares que promueven un trabajo articulado basado en el diálogo con las comunidades vecinas, con el fin de establecer un desarrollo sostenible en el que ellas sean agentes de su propio crecimiento. Los principales ejes de sus proyectos de inversión social son:

  1. Responsabilidad social: Un compromiso respetuoso con las comunidades del área de influencia, reconociendo la cultura de cada una. Asimismo, busca establecer alianzas estratégicas con las comunidades para desarrollar proyectos sociales caracterizados por el respeto a la diversidad etnocultural.

  2. Gestión del agua y ambiental: Se prioriza el uso responsable y la reutilización del agua en sus procesos de exploración, explotación y tratamiento, especialmente en las plantas metalúrgicas. Aseguran que su planta concentradora opera con cero vertimientos y trabajan progresivamente para mejorar los sistemas de tratamiento de aguas industriales, cumpliendo con la normatividad vigente.

  3. Reforestación: Estrategia para conservar los suelos, minimizar impactos de agentes contaminantes, controlar la erosión, incrementar la disponibilidad de agua, mejorar la calidad del aire y recuperar ecosistemas.

  4. Control ambiental: Vigilancia eficiente sobre la generación de residuos sólidos, emisiones y vertimientos, con la participación activa de colaboradores que emiten reportes y toman acción ante eventos ambientales.

¿Alguna autoridad política, municipal, comunidad campesina o centro poblado de Recuay conoce qué es la MEIA (Modificación del Estudio de Impacto Ambiental)? La MEIA es un instrumento de gestión ambiental que, cuando se implementa correctamente, debería generar empleo, nuevos negocios y desarrollo local. Sin embargo, parece que las acciones de Lincuna son solo buenas intenciones y no cumplen efectivamente con las leyes y normativas ambientales establecidas por el Estado peruano, mostrando un distanciamiento con el desarrollo real y sostenible de la provincia.

Actualmente, ¿cuenta el pueblo de Recuay con agua potable de calidad para consumo humano? ¿Se ha mejorado la calidad del agua de las quebradas en las que opera la empresa minera, cabecera de cuenca? ¿Son ciertas las alianzas estratégicas con las comunidades para proyectos sociales y respeto a la diversidad etnocultural? ¿Existe algún informe, reporte o memoria anual que evidencie impactos positivos de Lincuna en el desarrollo de Recuay?

Solo con la participación organizada de los ciudadanos recuainos se podrá hacer respetar las leyes y derechos medioambientales. La participación activa es fundamental para mejorar el destino de nuestra provincia; no hay otro camino que la organización comunitaria. En este proceso, las áreas de influencia directa e indirecta de la minería juegan un rol fundamental. Todos conocemos las principales necesidades de Recuay: mejorar la calidad del agua potable, implementar sistemas de recolección y acopio de agua, desarrollar proyectos de riego tecnificado para una agricultura sostenible, y fortalecer la salud y educación públicas. La generación de empleo sostenible y la promoción de la cultura, recreación y deporte también son vitales para el desarrollo humano.

Las empresas mineras “The Anglo French” y Compañía Minera Alianza S.A. dejaron daños ambientales irreparables que aún afectan la zona. Asimismo, la empresa Barrick Perú – Mina Pierina (Jangas) cerró sus operaciones con un aporte mínimo al desarrollo de Áncash. Estas experiencias negativas se vinculan a la desidia y complicidad de algunas autoridades regionales y locales.

Nota: El centro poblado de Ayacayana tiene aprobado un acuerdo de bases para la construcción de una piscina olímpica temperada por parte de Minera Lincuna. No comparto esta idea por razones físicas, climáticas, biológicas, genéticas y antropológicas, que dificultarían la práctica de natación en Recuay. En cambio, las carreras de medio fondo y fondo están directamente relacionadas con el biotipo de los pobladores y las condiciones naturales de la zona, elementos fundamentales para lograr un alto rendimiento.

Cabe recordar que en los años 70, el Colegio Mixto Recuay (hoy Libertador San Martín) organizaba anualmente competencias de maratón de 10 kilómetros desde la Plaza de Recuay hasta Ticapampa ida y vuelta, destacando alumnos como Agustín Herrera Villanueva y David Palomino Chávez. En ciclismo, la ruta de 30 kilómetros desde la Plaza de Recuay hasta Catac ida y vuelta era recorrida por destacados ciclistas como Isidro Andrade Romero. En años recientes, los hermanos Castillo de Catac son considerados grandes maratonistas del departamento de Áncash.


Bach. Alfredo Chávez Olivera
(septiembre 2023)

lunes, 18 de septiembre de 2023

“Recuay, Capital Cultural del Departamento de Áncash: Propuesta de Desarrollo y Gestión 2024”

En la segunda semana de septiembre de 2023, la ciudad de Recuay vivió un momento trascendental en su historia ante la comunidad internacional, nacional y local. Más de 30,000 personas participaron activamente en el programa cultural desarrollado durante los días festivos en honor al Señor de Burgos, celebrados del 12 al 17 de septiembre. 

Esta festividad, originaria del tradicional Barrio de Abajo, con el paso del tiempo se ha consolidado como una de las principales celebraciones populares del pueblo de Recuay. Lo que alguna vez fue una comunidad marginada, olvidada y marcada por la migración de su población, ha dado un salto significativo hacia una nueva etapa: el inicio de una ruta orientada al progreso y desarrollo social.


“Los Negritos de Recuay”, las bandas de músicos, los mayordomos del Santísimo Señor de Burgos, los capitanes de las tardes taurinas, las promociones de exalumnos y la participación de artistas de talla internacional, nacional y local —como Amaranta, String Karma, Los Caribeños de Guadalupe, el Grupo Turbulencia, entre otras agrupaciones— sellaron el éxito de esta gran celebración.

El público asistente tuvo la posibilidad de elegir entre dos escenarios: la Plaza Mayor y la Plazuela de Burgos, donde pudo deleitarse con ritmos y melodías traídas desde distintos rincones del Perú, expresando un auténtico crisol de todas las sangres. Hermosas tunantadas, melodiosos huaynos, cumbia norteña y sureña, así como danzas y bailes costumbristas, se hicieron presentes en este espectacular evento cultural de talla internacional, que atrajo la atención tanto de locales como de visitantes.

El éxito del evento no habría sido posible sin el apoyo clave de las marcas auspiciadoras de calzado deportivo como Wolking, I-Run e I-Free, así como de los mayordomos y devotos del Señor de Burgos. Los primeros contribuyeron con la promoción del evento; los segundos, con su valiosa entrega, compromiso social e inversión económica.

Asimismo, cientos de asistentes provenientes de ciudades cercanas —como las provincias de Huaraz, Bolognesi, Huari, Aija y Ocros— se hicieron presentes, apostando por esta cruzada cultural en marcha, ignorando rumores malintencionados que intentaron desacreditar el evento como una “publicidad engañosa”.

Y como siempre, los recuainos y hijos de recuainos radicados en Lima y el extranjero acudieron con amor, orgullo y fidelidad a la tierra que los vio nacer, reafirmando su compromiso con las raíces y tradiciones de su pueblo.

¿Cómo fue posible que en un pueblo de apenas 5,000 habitantes llegaran a participar más de 30,000 personas en los distintos eventos culturales programados? Desde mi perspectiva, solo el 14 de septiembre, día central de la festividad, congregó a más de 10,000 personas. Si a esto sumamos la asistencia en la víspera y en las tres ferias taurinas, la cifra supera con creces esa cantidad.

Para algunos, esta extraordinaria convocatoria fue cuestión de fe y devoción; para otros, significó un reencuentro familiar y generacional. Y para los más intrépidos, fue una oportunidad de disfrute, relajación, alegría y, sobre todo, el deleite de escuchar en vivo a sus ídolos y artistas favoritos.

Gracias a este impecable esfuerzo cultural, Recuay ha sido finalmente colocado en el sitial que merece ante los ojos del mundo, como una ciudad generosa en historia, tradición y expresión artística. Hoy, sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que se ha iniciado una nueva etapa para Recuay, con un rumbo claro hacia su consolidación como destino turístico y cultural del departamento de Áncash.

El lema que debe guiar este proceso, con orgullo y visión, es:
“RECUAY, CAPITAL CULTURAL DEL DEPARTAMENTO DE ÁNCASH”.

Los fundamentos básicos que respaldan esta pretensión legítima de declarar a Recuay como Capital Cultural del Departamento de Áncash se sostienen en una serie de fortalezas y condiciones favorables para su institucionalización. A continuación, se detallan los principales argumentos:

  1. Recuay es milenario, con más de 1,800 años de historia cultural, avalada y reconocida por la arqueología científica como una de las civilizaciones más importantes del antiguo Perú andino.

  2. Recuay fue declarado Patrimonio Arquitectónico del Departamento de Áncash desde 1986, mediante la Resolución Ministerial N.º 796-86-ED del 30 de diciembre de ese año. Esta distinción exige, como paso siguiente, la implementación de una Ordenanza Municipal que oriente las nuevas edificaciones hacia el estilo arquitectónico colonial, para preservar su identidad y valor estético.

  3. El sitio arqueológico “Choquerecuay” – Pueblo Viejo, de origen inca, posee una importancia estratégica y patrimonial, y requiere con urgencia ser declarado Patrimonio Cultural de la Nación a fin de garantizar su restauración, conservación y puesta en valor.

  4. Las fiestas taurinas de Recuay y Ticapampa son reconocidas como las mejores de la región, tanto por su organización como por su tradición, y representan un activo cultural de alto valor turístico.

  5. La zona Ticapampa–Recuay es considerada por muchos como la cuna del Pisco Sour, ya que en sus antiguas cantinas se habría creado la mezcla perfecta del cóctel que hoy es símbolo nacional. Este hecho, más allá del debate histórico, aporta un elemento distintivo a la identidad local.

  6. Además de la emblemática danza de “Los Negritos de Recuay”, en toda la provincia existen más de veinte danzas folclóricas que merecen ser promovidas, preservadas y difundidas.

  7. Finalmente, se propone incluir la puesta en escena de la “Danza Milenaria de los Recuay”, inspirada en la iconografía cerámica y las prácticas rituales de nuestros antepasados, como expresión viva de la herencia cultural de uno de los pueblos originarios más antiguos del Perú.

Para lograr el objetivo estratégico de convertir a Recuay en la Capital Cultural del Departamento de Áncash, es imprescindible que el gobierno provincial asuma el liderazgo de este proceso durante el año 2024, preparando las condiciones objetivas necesarias para su gestión.

La ciudad de Recuay debe contar con una infraestructura hotelera adecuada y segura, así como habilitar casas de hospedaje y restaurantes apropiados. Espacios como el coliseo, el estadio y el teatro podrían adaptarse como alojamientos temporales. Igualmente, la modernización del mercado de abastos y la mejora en la atención al visitante son requisitos fundamentales.

El embellecimiento urbano, especialmente de la Plaza Mayor, la Plazuela de Burgos y el Parque Elmer Huerta, debe ser una prioridad. Del mismo modo, urge implementar la primera feria artesanal, gastronómica y agropecuaria en la alameda cultural del Jr. Palmira, recuperando su antiguo rol como punto de encuentro tradicional. Estas y otras acciones serán determinantes para garantizar el éxito del evento cultural, con la meta de albergar a 50,000 personas en 2024.

Uno de los emblemas de esta propuesta debe ser el uso de los GORROS RECUAY MILENARIO, símbolo cultural por excelencia, por su origen ancestral y conexión con la identidad del pueblo. En este proceso deben involucrarse activamente los tejedores locales y las instituciones educativas de la provincia, promoviendo su confección y comercialización. Como gesto de aprecio, todo visitante distinguido debería recibir un ejemplar. Asimismo, en los eventos oficiales, debe ofrecerse un brindis con Pisco Sour, el cóctel bandera del Perú, cuya mezcla perfecta se originó en esta tierra.

En los últimos cuatro años, Recuay ha venido transformándose en una ciudad en crecimiento. Aunque todavía no cuenta con una planificación urbana moderna, su desarrollo es acelerado, como lo demuestra el auge de viviendas de material noble en la Calle Boulevard, así como el crecimiento urbano en las 36 manzanas del casco urbano, el Barrio Uchipampa y la Avenida Bolívar, especialmente alrededor del Nuevo Hospital de Recuay, donde el valor del metro cuadrado ha alcanzado los S/. 600.00. También se observa una expansión sostenida en Uchipampa parte alta, a lo largo de la autopista Lima–Huaraz, con nuevas propiedades de hasta 4,000 m², así como en otros barrios y centros poblados cercanos.

Dentro de esta misma dinámica, se proyecta la ejecución del II Concurso de Murales/Graffitis, denominado “Museo Urbano Recuay Milenario”, previsto para octubre de 2023, una iniciativa promovida por la ONG Rikaq, que requiere del apoyo decidido de la Municipalidad Provincial de Recuay. Esta institución viene haciendo un esfuerzo sostenido para posicionar a Recuay como un destino turístico cultural de Áncash.

Por último, no puede perderse de vista la necesaria fiscalización de la Empresa Minera Lincuna S.A., que opera desde 2016 en las provincias de Aija y Recuay, y cuya tributación es limitada o nula para el desarrollo provincial. Esta empresa extrae más de 3,000 toneladas diarias de minerales, con proyecciones de alcanzar 5,000 y hasta 10,000 toneladas diarias para 2030. La provincia ya ha tenido experiencias negativas con empresas como “The Anglo French” y “Alianza S.A.”, que dejaron daños ambientales irreparables. Por ello, se debe exigir el cumplimiento del canon y regalías mineras, así como su compromiso con proyectos sociales, ecológicos y culturales, en coordinación con el gobierno local.

Convertir a Recuay en la Capital Cultural del Departamento de Áncash no es solo un anhelo: es una meta posible si todos los actores —autoridades, ciudadanos, instituciones y empresas— asumen su rol con responsabilidad y visión de futuro.

¡En nuestras manos está cumplir con este sueño!

Bach. Alfredo Chávez Olivera