Las presuntas conductas hubrísticas del presidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, vuelven a poner en tela de juicio el comportamiento irracional de ciertos políticos que, embriagados por el poder, cometen atrocidades al margen de la ley. Instaurar una asociación ilícita para delinquir con la bendición —implícita o explícita— del Estado peruano es un asunto gravísimo, que ha provocado malestar y repudio nacional, además de estragos en nuestra somnolienta clase política.
Una vez más, se evidencian las aberraciones que puede generar el poder omnímodo, capaz de hacer que nuestra enclenque democracia sucumba ante el delirio, la corrupción y el sicariato de personajes oscuros y rufianes, muchas veces protegidos desde las más altas esferas del poder.
¿Qué es el síndrome de Hubris?
El síndrome de Hubris —o “mal del poder”— es un trastorno de la personalidad con características muy peculiares, estudiado en profundidad por el neurólogo británico David Owen, quien en su ensayo In Sickness and in Power ("En la enfermedad y en el poder") identificó varios síntomas fácilmente reconocibles:
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Exagerada confianza en sí mismos.
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Desprecio por los consejos de quienes los rodean.
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Alejamiento progresivo de la realidad.
Owen concluye tajantemente: "El poder intoxica tanto que termina afectando el juicio de los dirigentes. Las presiones y la responsabilidad que conlleva el poder terminan afectando la mente."
Según investigaciones preliminares, la organización criminal creada por el entonces presidente regional de Áncash fue sostenida con la anuencia del Estado y fortalecida por la complicidad de malos elementos dentro de la Policía, el Poder Judicial y el Congreso. Sus tentáculos alcanzaron a alcaldes, regidores, gobernadores, medios de comunicación y dirigentes sociales, conformando un tejido corporativista sometido a un poder económico, demagógico y autoritario, construido para satisfacer intereses personales y de grupo.
El poder como patología
Hoy, especialistas en conducta humana reconocen el síndrome de Hubris como un trastorno con rasgos paranoides, caracterizado por un ego desmedido, excentricidad, egocentrismo y desprecio por las opiniones ajenas. Suele manifestarse en personas que ocupan cargos de poder: políticos, dirigentes eternos, funcionarios de confianza, empresarios, celebridades, entre otros.
Se sabe —gracias a fuentes periodísticas— que este aparato represivo regional también contó con el respaldo de malos dirigentes sindicales y trabajadores violentos, quienes sirvieron como "brazo armado" para amedrentar, agredir o incluso eliminar a los adversarios políticos. Un componente clave de esta maquinaria fue la participación activa de sicarios, lo cual selló el perfil criminal e intolerante de esta red de poder.
Hybris, desde la Grecia antigua
La palabra Hubris o Hybris se originó en la Grecia clásica para describir las acciones crueles y humillantes que un abusador cometía sobre su víctima por mero placer. Era considerada una desmesura psicológica: el traspaso de los límites humanos cuando alguien era dotado de poder y lo utilizaba de forma irracional, egocéntrica y prepotente.
Muchas de estas características siguen vigentes en nuestra clase política actual. Con el tiempo, sus mecanismos de control, sometimiento y abuso de poder se han modernizado, sofisticado e institucionalizado.
¿Cuántas denuncias hay realmente?
¿Cuántas denuncias por abuso de autoridad enfrenta hoy el Poder Judicial contra alcaldes, gobernadores y funcionarios estatales? El 30 % parece una cifra menor frente a la magnitud del problema nacional. Muchos de nuestros políticos entienden mal el poder conferido por el pueblo: creen que el Estado, las regiones y las municipalidades son sus “chacras” personales. Ignoran por completo las competencias y límites que establece la ley. Sus decisiones se basan en apetitos personales, sin planes ni visión estratégica de desarrollo.
La adulación como escudo
A muchas autoridades les gusta rodearse de aduladores. Se rodean de mediocres para vivir en una realidad paralela. Sus “chi cheños” son incondicionales, armando “portátiles” con recursos del Estado, aprovechándose de beneficiarios de programas sociales y, en muchos casos, obligando a trabajadores contratados a participar. Si no apoyan, son despedidos o se les rescinde el contrato.
¿Y quién filtra a los candidatos?
En el Perú, el ejercicio del poder ha transformado negativamente la conducta de políticos como Vladimiro Montesinos. El caso de César Álvarez es solo un ejemplo. Está demostrado que el poder puede provocar desequilibrios psíquicos y conductuales. Muchos de estos políticos no están preparados para perder. La caída en popularidad o el fin del mandato los sume en la rabia o la depresión, llevándolos a buscar ayuda psicológica solo después de dejar un “cadáver político” tras otro.
Frente a esto, ¿cómo protegernos como sociedad? ¿Cómo saber si quienes buscan llegar al poder están psicológicamente aptos? El Estado debe implementar filtros legales y sanitarios que impidan que potenciales criminales o trastornados lleguen al gobierno.
Certificado de salud mental: una necesidad democrática
La reelección: ¿una herramienta o un riesgo?
Existen propuestas para reformar el sistema político. Una de ellas es el Proyecto de Ley 03502/2013-CR, presentado el 15/05/2014, que busca prohibir la reelección inmediata o mediata de autoridades regionales y locales. Esta iniciativa, que modifica los artículos 191 y 194 de la Constitución, ha sido aprobada por mayoría en la Comisión de Constitución y cuenta con el respaldo del 90 % del Congreso.
Personalmente, creo que una reelección inmediata por un solo período adicional (dos períodos consecutivos y nunca más) sería razonable, siempre y cuando no regresen al mismo cargo. El objetivo del proyecto de ley es eliminar el caudillismo, fortalecer la institucionalidad partidaria, promover la alternancia en el poder, combatir la corrupción y fomentar la vigilancia ciudadana.
“La naturaleza humana es frágil, y en muchos casos enloquece al relacionarse con el poder. Se sienten semidioses.” — El Ágora
Bach. Alfredo Chávez Olivera
1.- ¿Qué es el Síndrome de Hybris? (La enfermedad de los que piensan que lo saben todo)
http://www.educacionenred.pe/noticia/?portada=46042
2.- ¿Cómo detectar a un afectado por el síndrome de Hybris?
http://desesperada.org/como-detectar-a-un-afectado-por-el-sindrome-de-hybris
3.- David Owen, “In Sickness and in Power” En El Poder y La Enfermedad. Ensayo, Editorial Siruela S.A., año 2010 – 2011, Almagro 25, 28010 Madrid.
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