viernes, 24 de noviembre de 2023

DECLARATORIA DE LA DANZA “NEGRITOS DE RECUAY” COMO PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN.

 

DECLARATORIA DE LA DANZA “NEGRITOS DE RECUAY” DEL DISTRITO DE RECUAY, PROVINCIA DE RECUAY, DEPARTAMENTO ÁNCASH, COMO PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN.

                                                    Recuay, 16 de enero de 2024

SR. RUY LINNEO ESCOBAR GAMBOA

DIRECTOR DE LA DIRECCIÓN DESCONCENTRADA DE CULTURA DE ÁNCASH

Av. Mariscal Toribio de Luzuriaga 780, Huaraz Ancash

Tengo el agrado de dirigirme a usted con la finalidad de exponer los fundamentos básicos, para la declaratoria de la danza “Los Negritos de Recuay” como Patrimonio Cultural de la Nación.

LA PROVINCIA DE RECUAY

Provincia de Recuay, se encuentra ubicada al sur departamento de Ancash, a 25 Kms. de Huaraz a orillas del rio Santa, tiene una superficie de 2,304,19 Km.2, cuenta con 10 distritos que son: Recuay, Ticápampa, Cátac, Cotaparaco, Huayllapampa, Pararín, Marca, Llacllín, Pampas Chico y Tapacocha.

Se localiza, auna altura aproximada de 3,394 m.s.n.m, su clima es templado seco en el día y frío en las noches, con una temperatura media de 19. 5º C, en sus mesetas, como la pampa de Lampas y de Conococha, se dan las típicas heladas y las noches estrelladas. Según proyecciones del INEI, en 2021 Recuay tenía 19,717 habitantes: 9,445 mujeres (47.9%) y 10,272 hombres (52.1%). Los habitantes de Recuay representaban el 1.7% de la población total del departamento de Áncash. Actualmente, tiene una población aproximada de 20, 363 habitantes, año 2023.

La principal actividad económica de esta provincia es la minería, se explota plata, cobre, plomo, zinc. Pero, la mayoría de la población se dedica a la agricultura, produciendo papa, maíz, trigo, cebada, habas, alverjas, chocho, quinua, oca, mashua, alfalfa y avena forrajera. En ganadería, cuentan con ganado vacuno, lanar, cabrío, alpacas, equinos y cerdos. También crían aves de corral, cuyes, abejas, truchas y tienen producción de quesos en Catac y Cotaparaco.

En sus territorios se desarrolló la Cultura Recuay (200 d.C. a 600 d.C.), situada dentro del cuadro de periodificación prehispánica o evolución cronológica en la línea del tiempo, dentro del periodo de los Desarrollos Regionales (Lumbreras 1969-1976) o del denominado Intermedio Temprano (Rowie 1960, Lanning 1967 y Willey 1971). Tiene más de 1,800 años de historia a nivel regional reconocido por la arqueología científica.

Los Recuay como otras culturas contemporáneas establecidos en los andes centrales, marcaron profundamente sus influencias entre los señoríos locales del actual departamento de Ancash, retroalimentándose cada uno de ellos entre sí y generando un sello particular y propio a nivel regional.

La danza “Negritos de Recuay” se baila en Recuay del 12 al 16 de setiembre de cada año, específicamente durante la fiesta patronal del “Señor de Burgos”, santo reverenciado en el barrio de abajo, que ha ido creciendo progresivamente hasta convertirse en un santo sagrado venerable a nivel distrital. Asimismo, en la actualidad, es replicado a nivel provincial y recreado por los residentes recuainos, en Lima, la capital del Perú con el objetivo de expresar identidad local y promover el encuentro generacional y entre familias recuainas radicados en diferentes lugares del Perú y del mundo.


Al respecto sobre los orígenes de esta danza jocosa y picaresca, no está totalmente claro cuando se creó, debido a que existen varias versiones sobre su origen; asimismo, no se cuenta con archivos documentales sobre esta práctica cultural (Archivo Regional de Ancash e Iglesia Matriz de Recuay). Sin embargo, existen testimonios vivos de adultos mayores del distrito de Recuay y residentes de recuainos en Lima, Huaraz y otras provincias a nivel nacional, que reconocen su valor e importancia histórica, ya que se trata de la única danza autóctona que pervive a nivel distrital con reveladora antigüedad y gran impacto en la zona. Actualmente, en Recuay existen tres cuadrillas de “Negritos”: de barrio de arriba, de barrio del centro y de barrio de abajo. Además, en estos últimos años, se ha adicionado la participación de la “Dama Recuaina”, personaje de elite muy representativa, que ilustra la vestimenta de las damas nobles criollas y mestizas de Recuay, del siglo XIX y mediados del siglo XX. 

Sobre la reseña histórica de la danza “Negritos de Recuay, entre los más conocidos existen dos versiones, siendo los siguientes:

1. Primera Versión: Se dice, que el origen de esta danza es muy antiguo y se remonta a la época de la esclavitud de los negros, quienes eran traídos del África para comercializados en todo el Perú en el Siglo XVI. La danza de los “Negritos” era una forma de burlarse de los españoles, creando pasos de sátira y burla, haciendo que los demás compañeros se empiecen a divertir y tomarlo como costumbre en los ratos libres. Las campanillas de bronce o plata que llevan los danzantes, es la representación de las cadenas que llevaban los esclavos.

Es una danza representativa de carácter costumbrista religiosa, que supuestamente se bailaba el 28 de junio para la fiesta de la Santísima Virgen del Socorro, como para la navidad y en la bajada de los Reyes Magos, en la provincia de Recuay, departamento de Ancash. Aparentemente, esta danza se había originado en el centro poblado de Tucto.

Para sostener esta primera versión, hoy se sabe que desde los primeros años de la conquista la población negra y su tráfico aumentó rápidamente, y fueron desde un inicio enviados a las plantaciones y haciendas costeras. También se pensó que podrían servir en las minas enclavadas en los andes (Huancavelica o Potosí); sin embargo, su manutención era sumamente costosa si se comparaba con lo económico que resultaba tener indígenas dentro de los socavones.

La colonización de América se nutrió fuertemente de mano de obra esclava, millones   de pobladores africanos fueron trasladados contra su voluntad desde África al Nuevo Mundo, para ocupar   labores   esencialmente   agrícolas, pero   que   también   incluyeron   labores   en   otras actividades como la minería, la industria, el comercio y el servicio doméstico; según sexo, edad y casta social.

El desarrollo de la minería, fue una de las principales actividades económicas del Virreinato del Perú, esta realidad impulso el desarrollo de las ciudades para la producción de bienes y alimentos. La minería en primer momento permitió el desarrollo de las ciudades de la costa y luego en la sierra, dando aparición de las “haciendas”. En las haciendas serranas los esclavos africanos estuvieron presentes y fueron parte activa de los modos de producción, pero no en un número tan dominante como en las haciendas costeras.

 Francisco de Toledo en 1570 acabó con la resistencia indígena ejecutando al último inca, Túpac Amaru.  En su afán para organizar el Virreinato del Perú, presentó a la Corona española un plan para que negros y mulatos libres entraran al servicio de los españoles y fueran empleados en la minería y, asimismo, conservar la mita minera empleado por los incas, pero de una manera más brutal y exagerada en contra de la población aborigen y negra. Por otro lado, la población negra se incrementó de 4.000 negros, año 1586 a 13,137, año 1619. En 1640 la población negra en todo Perú era de unos 30.000 negros.


De toda esta cantidad de población negra ¿Cuántos llegaron a Recuay para trabajar en las minas? Eso no se sabe a ciencia cierta. Según el informe de 1558 sobre la Encomienda de Recuay ya se describía la presencia de la minería y con el establecimiento del Corregimiento de Recuay, en 1570, la población indígena fue concentrada en el nuevo pueblo de San Ildefonso de Recuay a 1 km más al noroeste dejando Pueblo Viejo (Socorocuay o Choquerecuay), posiblemente con algunos negros demás para centralizar el pago de tributos y adoctrinamiento religioso.

El trabajo principal que desarrollaron los negros no fue el de la minería, porque para esta labor utilizaron a la masa indígena. Más por el contrario se prohibió emplear indios en ingenios de azúcar, viñedos y la industria textil porque esta tarea era de exclusividad para los negros. Desde 1585 el Virreinato del Perú repotenció y consolidó el tráfico de negros y desde el segundo tercio del siglo XVII la agricultura de Lima y del norte del Perú dependía de los negros.

El trato infrahumano de los negros, los llevó a huir de sus dueños y muchos de ellos se revelaron y se convirtieron en asaltantes de haciendas y de hombres principalmente en la costa norte, en ocasiones organizaron actos de rebelión, a pesar de los castigos que les aplicaban no se pudo acabar con esta sombría realidad.

A finales del siglo XVIII, el 60 % de la población urbana de Perú era negra. Pero, en el censo de 1940 los negros solo eran unos 28.000, es decir el 0,47 % de la población total. En la actualidad existe un ligero crecimiento demográfico y sus reivindicaciones sociopolíticas están latentes para revalorizar su tradición cultural y reconocimiento como grupo étnico que ha contribuido al desarrollo del país.

La población negra desde su llegada forzada a Perú, tenían el interés y entusiasmo de agruparse en cofradías religiosas, Según los historiadores la primera congregación surgió en Lima en la década de 1540. Más tarde surgieron congregaciones de indios y otras de negros y se juntaban los domingos en diferentes capillas después del mediodía. Esta costumbre cultural también debía haber llegado a Recuay posiblemente en el siglo XVII para rendir devoción al Niño Jesús, luego a San Ildefonso Santo Patrón de Recuay, Posteriormente al Señor de Burgos, santo de barrio abajo y Señor de Ramos, santo venerado en barrio arriba. 

En consecuencia, a causa de esta situación, en Recuay se podría haber creado las primeras cofradías con la participación de la población aborigen y mestiza, simulando de negritos o con máscaras al son de ritmos mestizados consolidando hermandad para celebrar las festividades, designar a los oferentes de alimentos, bebidas, músicos, indumentaria y coreografía para la representación cultural. También, se debía haber replicado otras manifestaciones de remembranzas negras el 24 y 25 de diciembre con motivo de la Navidad, en enero con la fiesta de los Reyes Magos con bailes y canticos de influencia negra, que con el tiempo se ha ido variando a consecuencia de la modernidad. Este contexto social, nos permite pensar, que probablemente en Recuay hubo presencia de negros esclavos y después físicamente no se quedaron; pero dejaron al mestizo e indígena las posibilidades de enmascararse para representarlos, hoy conocido como danzas de negrerías. Se apropia de la adoración y se sitúa detrás de la piel (máscara) de los que originariamente la bailaron.

Esta primera versión, trata de fundamentar, que la danza “Negritos de Recuay”, es una representación de las vivencias de esclavos de origen africano, realizada en la ciudad de Recuay, aunque la población afroperuana nunca llegó a tener una presencia significativa en esta parte del Perú.

Por otro lado, sobre esta misma versión, los profesores Wilmer Maza Quiñones de la institución educativa Libertador San Martín de Recuay y Juan Ramírez Lugo, director del programa radial “La Voz Recuaina” de Radio Independencia-Lima Norte y Taqui Perú TV, tienen versiones muy similares sobre el origen de la danza “Negritos de Recuay”. Ambos sostienen que el lugar de origen no es el centro poblado de Tuctu como se menciona; sino que, por el contrario, es el centro poblado de Ayacayana (Aya: muerto y Cayanan: donde se quema), lugar ubicado en la margen izquierda del rio Santa a un kilómetro aproximadamente de la ciudad de Recuay. Ambos docentes, han recogido versiones de adultos mayores del lugar, en donde afirman, que en Ayacayana se practican desde hace muchos años atrás dos fiestas costumbristas muy populares: el primero en devoción a la Virgen Perpetuo Socorro, siendo el 03 y 04 de julio de todos los años y el segundo en devoción a la Santísima Cruz, realizándose los días festivos el 11 y 12 de setiembre de cada año. Tanto la Santa como el Santo son muy reverenciados desde muchos años atrás y las mismas imágenes dan fe de lo dicho, ya que se encuentran ambos en la capilla de Ayacayana hasta la actualidad.



Si fuera cierto esta hipótesis, podemos estar frente a la develación del estribillo enigmático que hasta la fecha entonan los Negritos de Recuay:  ¡¡“Buenas noches Virgen Socorro, hemos venido a saludarte con reverencia y de rodillas, ¡ te ofrecemos tus oraciones”!!, interpretada por las cuadrillas de negritos frente al mismísimo Señor de Burgos, Patrón de Barrio Abajo del pueblo de Recuay.

Sobre el asunto, las personas mayores mencionan, que la Virgen Perpetuo Socorro, fue la primera Santa venerada en Ayacayana; posteriormente fue incorporado la Santísima Cruz. Los mismos que se convirtieron en santos Patrones del Pueblo en forma paralela hasta nuestros días. En el pasado, en estos eventos religiosos, la presencia de los “Negritos” fue crucial para animar la fiesta pueblerina y la participación organizada de la población creyente; quienes conformaron su cuadrilla para poner en práctica la danza histórica, la coreografía. las vestimentas, la música, designar a los oferentes y la participación de los infaltables mayordomos que postulan cada año para patrocinar y preservar la fiesta. Otro dato por corroborar es, ¿Cuándo se dejó de bailar esta danza en Ayacayana? Algunos refieren que fue a finales de los años 60 y otros después del terremoto del 70 del siglo pasado. Pero, algunos afirman que fue en el año 1972 o 1973 la última presentación.

Líneas aparte, el Lic. J. Ramirez Lugo, pudo ser testigo presencial en su niñez de la actuación de dos grupos de negritos en Ayacayana por los años 1965 a 1969: los Negritos de Barrio Arriba liderados por el caporal (“china barba”) Juan Rojas, acompañado por las familias Chávez, Castillo, León, Arias, entre otros y los Negritos de Barrio Abajo liderado por Máximo torre acompañado por los Garro, Duran, Palacios, Ramírez entre otras familias; quienes se enfrentaban con movimientos coreográficos de cuerpos y pasos hasta terminar empolvados dentro de una competencia seria y fraternal, acompañados de los marcos musicales de las mejores orquestas del momento de los años 60 y 70, entre ellos los “Lirios del Ande de Ichoca” y “Ritmo Andino de Huasta” respectivamente.  Los danzantes principalmente estaban conformados por familias de Ayacayana, Pampacancha y caserios aledaños.

Igualmente, como una cuestión anecdótica, añade que, en una entrevista en su programa radial, uno de los veteranos integrantes de estos músicos, contaba, "que muchas veces se encontraron los artistas sobre las gélidas llanuras de “Pampas de Lampa” en su trayecto hacia Ayacayana, unos procedentes de Marca y los otros de Chiquiàn, en donde intercambiaban fiambres y el popular “calientito” para resistir su camino. Todo con el único propósito de animar la fiesta pueblerina en honor a la Santísima Cruz.

De la misma forma, los profesores mencionados escucharon comentar a sus abuelos que debajo del puente de Ayacayana (túnel) sobre el riachuelo Sipchoc, muchos mestizos e indígenas terminaron sus últimos días quemados vivos por los españoles por no acatar las creencias religiosas impuestas durante el virreinato (extirpación de idolatrías) y continuar venerando a sus dioses originarios (apus, mallquis, huacas, momias, otros) como parte de su ancestro cultural. Lo mismo se comentaba que en el riachuelo de Pachuyaco (Puente Zimerman), en el barrio de Uchipampa estrangulaban los “pishtacos” para vender grasa humana. Los supuestos causantes eran gente de color blanca (gringos). Algo coincidente, ambos riachuelos bajan de la Cordillera Negra, la primera desde las quebradas de Huancapeti y la segunda desde las quebradas de Jinchis y Collaracra, muy ricos en minerales para terminar vertiendo sus aguas al rio Santa. En el pasado pudo haber habido pepitas de oro en todas estas quebradas.

Sobre este mismo asunto, nuestros abuelos comentaban que con la creación de Recuay y la concentración de la masa indígena para el pago de tributos y adoctrinamiento religioso. El nuevo Santo Patrón San Ildefonso, fue un Santo rebelde que se rehuía vivir en su nueva morada. No sé si por designios de la mano de Dios, de la mano de los mestizos o de los propios indios para sacarle la vuelta a las nuevas imposiciones brutales para cumplimiento con sus obligaciones tributarias. Los abuelos también afirmaban, que fueron más de tres veces que los lugareños volvieron a encontrar al Santo rebelde en Pueblo Viejo, Leyenda o realidad al final San Idelfonso, Santo Patrón de Recuay quedó para siempre en el altar de honor de la Iglesia Matriz de Recuay hasta nuestros días.

Hechos aparentemente reales o falsos, que pueden haber sido fieles testigos del origen de la danza los “Negritos de Recuay”, que hoy en día conocemos y que fueron fundidos con sangre mestiza e india y un salpicón de sangre negra y olor a pueblo. Es más que seguro, que la antigua kallanca del extinto pueblo de choquerecuay (donde se observa oro) también fue testigo natural del nacimiento de esta picara, jocosa y quimbosa danza histórica que con su mirada al horizonte se perennizo dentro de la historia local de la provincia de Recuay para quedarse para siempre. 

2. Segunda Versión: Se dice, que esta danza representa el trabajo en las minas, una de las actividades principales de la provincia de Recuay. Los trabajadores de las minas regresaban a sus viviendas después de la faena laboral, lleno de polvo negro producidos por el mineral, y al verlos la gente los llamaba “Los Negritos”. Posteriormente, se hizo costumbre que cuando un trabajador de las minas fallecía, los trabajadores mineros bailaban en sus entierros a modo de homenaje; por la cual, se le considera que esta danza tiene origen y carácter funeral.

Para dar fe a esta segunda versión, tenemos que realizar una exploración resumida sobre los sucesos más importantes ocurridos en la provincia de Recuay desde la llegada de los españoles. Probablemente, los cimientos más antiguos de esta danza se suscitaron a finales del siglo XVI.

Hoy se sabe, que el lugar mencionado, como Sucoarocoay (“Socorocuay”) fue descrita por primera vez, el 25 de enero 1533 por Miguel de Estete en su trayecto seguido por Hernando Pizarro y guiado por un hermano de Atahualpa desde Cajamarca al Santuario de Pachacamac para acopiar oro y plata como parte del rescate de inca Atahualpa. Posteriormente, en setiembre de 1533 Francisco Pizarro llega a Recuay realizando esta misma ruta del “Qhapaq Ñan” con dirección al Cusco. En este trayecto, son apoyados por los curacas Huaylas, quienes se resistían al dominio de los incas y le proporcionaron la amplia logística para control y dominio de los conquistadores (vivienda, comida, prendas, arrieros y mujeres).

El 12 de setiembre de 1533 llega F. Pizarro a Recuay y se detuvo 12 días para reunir y recoger información que le permitiría levantar mapas políticos y étnicos de la zona y proyectar la repartición de los territorios del antiguo Huaylas. En ese suceso ya no se hablaba de “Socorocuay”; sino de Chuquirrecuay”, grupo étnico que tenía en la época preinca al menos tres guarangas: Ichocpomas, Allaucapomas e Ichochonta, Posteriormente, establecida Jauja como la primera capital del Perú en el año 1534, Pizarro organizó el repartimiento de encomiendas de los territorios conquistados. En el área de Áncash se repartió de la siguiente manera: la de Chuqui-Recuay le concedió a Jerónimo de Aliaga y Sebastián Torres Morales que alcanzaba a los curacazgos de Pumacaspillay (Guarax), Marcocama (Socorocuay) y Corcora (Marca) respectivamente (Hurin Huaylas). La cédula de encomienda dice textualmente que ella incluye “la provincia e pueblo de Chuquirrequay y con los señores principales que se dice el uno Colla y el otro Chinca,. Es decir, que media mitad de Hurin Huaylas fue concesionado a S. Torres.  (Chincay o Chinca debería haber sido el hatun curaca que reemplazó a Marcocama).



Años más tarde las tierras milenarias del hatun curaca Marcocama (Moarcocua o Marcaoma) encomienda unitaria que correspondía a la “provincia e pueblo de Chuquirrecuay” fue sucesivamente segmentada. La primera secesión fue producto del arreglo privado al que llegaron Sebastián de Torres y Jerónimo de Aliaga –a quienes se había entregado en mancomún la encomienda el 3 de agosto de 1538. De esta división que se legalizó notarialmente quedaron dos encomiendas: la de Recuay y la de Huaraz. La primera incluiría tres guarangas: Ichocpomas, Allaucapomas e Ichochonta y la segunda otras tres: Ichocguaraz, Allaucaguaraz y Marca. La inclusión de la guaranga de Marca resulta problemática dado que, en verdad, no formaba parte legalmente de la encomienda de Chuquirrecuay pues había sido exceptuada expresamente en la cesión inicial. Ello acarreó que Aliaga y, sobre todo Torres, fueran acusados de haberla usufructuado ilegal o “tiránicamente”. En fin, las guarangas repartidas demostraba a los conquistadores, que la organización sociopolítica local y de relación con sus curacas era sostenible para sus beneficios.  

La primera encomienda asignada a J. Aliaga, denominada encomienda o repartimiento de Recuay, permanecería intacta hasta el final de la época colonial, mientras que la de S. Torres, denominada de Huaraz, se fue subdividiendo y quedó segmentada en tres encomiendas, en las siguientes guarangas: Allauca Guaraz, Ichoc Guaraz y Marca. El autor de esta nueva división fue el Licenciado Vaca de Castro quien, en nombre del rey, fue gobernador de Perú.

Por otro lado, las dos guarangas de Huaraz que sí estaban ligadas estrechamente entre ellas lograron independizarse jurisdiccionalmente de Recuay por considerarse un pequeño reino independiente preinca de Huaylas. Si bien es cierto, que fueron separadas por Vaca de Castro –en el año 1542, pronto en los años 1560 volvieron a integrarse a un solo repartimiento que se denominaría de Huaraz y que se mantendría así durante toda la época colonial.

Durante el siglo XVI, la ganadería era la actividad más importante para Recuay, debido a su ubicación en pisos ecológicos altos y la buena pastura. Según el informe del visitador colonial (1558), la encomienda de Recuay se había especializado tempranamente en la crianza de ganados. A pesar de contar con tierras bajas ubicadas junto al río Grande – Hatum Mayo (actual río Santa), los indígenas habitaban en las tierras altas y se dedicaban a la ganadería porque contaban con buenas pasturas. A mediados del Siglo XVI, el corregidor de Huánuco Diego Álvarez observa un ligero desplazamiento del ganado nativo por las traídas de la península en este sector (ovejas y cabras): “Declaro que tienen todos seiscientas e treinta e una oveja de la tierra (auquénidos) e doscientas e veinte e ocho cabras e ciento e ochenta y tres puercos e una yegua…e que lo tienen en sus propias tierras porque tienen buen pasto para ello…”

Los Recuay desarrollaron transacciones comerciales con pueblos vecinos mediante el intercambio de ganados con productos agrícolas, la venta de tejidos de cabuya y la prestación de trabajo a cambio de recursos monetarios para el pago de tributos. Asimismo, mantenían relaciones de carácter económico, social y ceremonial con los pueblos de Huaylas.

Otro aspecto a destacar en el informe de 1558 sobre la Encomienda de Recuay fue la presencia de la minería. Se dice que las minas quedan muy cerca pero que exigen mucho trabajo y son pobres en relación a la ganadería: “por ser muy trabajosas e pobres aun que las tienen en sus propias tierras no andan a ellas desde el tiempo del presidente Gasca (…) e porque se gana mejor alquilándose e haciendo ropa e sus rescates e granjerías para pagar sus tributos”. En efecto, en el territorio ubicado en la zona sur de la provincia de Recuay, la población indígena organiza la ganadería desde fines del siglo XVI en las tierras que ocupan en posesión en la Cordillera Blanca (actual territorio de la comunidad de Catac).

Por cierto, que la actividad económica más importante era la ganadería y desarrollaron una estrecha relación económica, social y ceremonial con el repartimiento de Guaraz (Huaraz). Los ayllus “Picos” y “Allauca” en el Corregimiento de Recuay con la reorganización de la Colonia en Corregimientos (1570), la población indígena fue concentrada en el pueblo de San Ildefonso de Recuay, agrupando un conjunto de ayllus. El “ayllu” fue integrado a este sistema de organización política y los caciques se encargan de la recaudación del tributo y del reclutamiento de las familias indígenas para el trabajo.

El Corregimiento de Recuay estaba conformado de siete ayllus: Picos, Allauca, Chaupis, Caquimarca y Julca-Churi en la margen derecha del río Grande (río Santa), y Ecos e Ichoc en la margen izquierda del mencionado río (Título de Repartición de Tierras de 1714). En el marco de reconocimiento de las tierras en posesión precolonial por la población indígena, el Capitán Visitador Juan de Cadahalso Salazar, hace la repartición de tierras a los siete ayllus de Recuay a cambio de la tributación, trabajo y lealtad a la Corona (1594). Esta repartición de tierras a la población indígena fue validada mediante el Título de Repartición de Tierras del año 1714, delimitando los límites territoriales y el número de beneficiarios en cada uno de los “ayllus” (Título de Repartición de 1714).


Más tarde, los fundos en la zona sur de la provincia de Recuay se forman como resultado del proceso de apropiación de tierras de la población indígena por parte de las familias criollas y mestizas de Recuay durante el siglo XIX, en el marco de la legislación que liberaliza estas tierras y, posteriormente, el alejamiento del Estado de la sierra.

En efecto, durante el siglo XIX, la organización del territorio colonial se redefine mediante la formación de los fundos y haciendas en base a la apropiación de tierras concedidas a la población indígena, clasificadas como “tierras de repartición” y “ejidales”. La población indígena es incluida en esta nueva organización del territorio en calidad de “arrendatarios de pastos” como un mecanismo de control de la fuerza de trabajo indígena.

Sobre esta materia, el doctor en antropología, Serafín Osorio Bautista, manifiesta en su tesis doctoral sobre la concentración de tierras en la zona sur de Recuay, durante el siglo XX. Tres sucesos determinaron la organización del espacio territorial en el siglo XX en la zona sur de la provincia de Recuay: primero, la concentración de un conjunto de fundos en lo que fue la Hacienda Catac o más comúnmente conocida como la Hacienda de Los Icaza; segundo, la continuidad de los fundos bajo el control de algunos grupos familiares de Recuay; finalmente, la interacción de los grupos al interior de los fundos y haciendas. En esta sección se desarrolla tres puntos. En primer lugar, se describe la concentración de fundos en la Hacienda Catac por la familia Icaza-Lugo. En segundo lugar, se muestra la continuidad de la conducción de tierras bajo la forma de fundos por algunos grupos familiares. En tercer lugar, se analiza los grupos sociales y las relaciones que establecen con el territorio dominado por los hacendados.

Según los certificados de dominio, la mayor parte de los fundos ubicados en la zona sur de la provincia de Recuay fueron transferidos a los nuevos grupos familiares durante el siglo XIX, produciéndose la concentración de tierras en la Hacienda Catac. Al igual que los “propietarios originarios”, los nuevos grupos familiares (Chávez, Arias, Lugo, Icaza) adquieren estos fundos mediante compras refrendadas sólo por “escrituras privadas”.

Esta concentración de fundos se produce a inicios del siglo XX mediante el enlace matrimonial de dos miembros de familias connotadas de Recuay (Juana Lugo y Agustín Icaza). La familia Icaza-Lugo recibe en herencia casi la totalidad de los fundos Catac, Pecoy-Pallca, La Pampa, Puma Pampa, Matacancha, Querococha, Qotosh, Arhauaycancha. Sólo uno de ellos, los habían adquirido mediante compra-venta (fundo Huacoru-Cancha).

Juana, hija de un clérigo de Recuay (Cura Lugo), recibe en herencia la mayor parte de los fundos que pertenecían a sus parientes cercanos y controla también las propiedades de las hijas (Margarita, Rosalía y Zoila), recibidas también en herencia. Agustín, el esposo, parece no haber aportado propiedad alguna al matrimonio; sin embargo, juega un papel importante en la concentración de fundos y la administración de la hacienda. Tanto la compra originaria como la transferencia de estos fundos se llevan a cabo mediante la compra-venta bajo “escritura privada”. Estas propiedades tuvieron dificultades para ser inscritas en los Registros de Inmuebles de Huaraz por haber sido adquiridas mediante “escrituras privadas”. Los “propietarios originarios” no pudieron justificar el modo de adquisición de estas tierras. En la apropiación de las tierras indígenas, las familias criollas y mestizas de Recuay recurrieron a más de un mecanismo de apropiación (usurpación, desalojo, “prenda”). Es probable que la concentración de estos fundos también haya sido resultado del manejo de influencias, teniendo en cuenta que el padre de Juana (párroco de Recuay) era un personaje influyente entre los vecinos de esta provincia. Esta hipótesis tiene relación con una versión bastante difundida sobre el origen de la Hacienda Catac que se ha conservado entre los comuneros de Catac; según la cual, el mencionado clérigo habría conformado los fundos de su propiedad mediante los servicios religiosos prestados a cambio de tierras como “prendas”.

A la muerte de los esposos Icaza-Lugo a principios de los años treinta del siglo XX, la Hacienda Catac se fragmenta en dos sub-grupos de herederos: las hijas de la familia Icaza-Lugo (Margarita y Rosalía) y los nietos, hijos de la difunta hija (Agustín, Margarita y Adelaida). En los años 50, los esposos Agustín Icaza y Clementina Santa-Gadea unifican nuevamente las propiedades de la familia Icaza-Lugo para dar en arriendo a la empresa Sociedad Agrícola y Ganadera Utcuyacu más comúnmente conocida como la Empresa SAGUL. Una empresa de producción pecuaria intensiva, que concentra en arriendo casi todos los fundos en esta zona. Este tipo de arriendo se establece en un contexto de conflicto con los comuneros de Catac, quienes “reivindican” estas tierras como suyas. Finalmente, los fundos que conforman la Hacienda Catac fueron vendidos a los nuevos grupos de familia emergentes de Huaraz a fines de los años sesenta, un poco antes de la aplicación de la Reforma Agraria de Velasco. Grupos que mantenían vínculos de parentesco con los hacendados de Recuay.










Los hermanos Cáceres formaban parte de una económica diversificada. Esta familia controla varias propiedades en Huaraz (hacienda Canray Grande), Yungay (hacienda La Florida), Ticapampa (Fundo San José) y el fundo Catacpata. Este grupo familiar tenía también inversiones en la mina, explotaba la mina Huancapetí (Recuay) y en el comercio. Dos de sus miembros ejercieron actividad política como senador y diputado durante los dos gobiernos de Manuel Prado (1939 y 1945 - 1956 y 1962). Todos estos fundos y la Hacienda Catac fueron expropiados por la Reforma Agraria y adjudicados a la SAIS Atusparia; una nueva unidad productiva a gran escala y una organización social que integra a las comunidades campesinas vecinas, a los grupos campesinos y a los ex trabajadores de los fundos en calidad de “adjudicatarios” de la Reforma Agraria.

Dentro de este contexto socioeconómico, también es relevante otro dato que no está de total claro, es que probablemente a inicios del siglo XX, en el barrio de Uchipampa Recuay, se estableció la planta de tratamiento del centro minero “La Hacienda” de propiedad de Agustín Icasa y familia, un emporio de pequeña minería; siendo catapultada con el sismo de 1970. No se conoce cuando se instaló esta pequeña planta y de que minas llevaban los minerales. Solo se sabía por versiones de los abuelos, que en ese lugar procesaban oro y plata de buena calidad.

En el año 1890 en Ticapampa, se construyó la Central Hidroeléctrica de "The Anglo-French Ticapampa Silver Mining Co. Ltd." de 30 MW, primera central hidroeléctrica del Perú; es decir, que el pueblo de Ticapampa tuvo luz eléctrica antes que Lima, ciudad capital. Igualmente, en Ticapampa, se instaló el primer horno de fundición (1905) para concentración de minerales. También se construyó, el Puente de Calicanto "Mercier" (1913), la Bocamina Gran Socavón (1860) y Bocatoma y canal de calicanto que actualmente atraviesa por encima del pueblo. Otro sitio histórico es la “Casa de Gerencia" y la sede del Club "El Obrero", lugares que deberían ser declarados patrimonios culturales de Ancash por su valor histórico.

Todos estos sucesos históricos sociales acontecidos en Recuay, son relevantes que sirven para contrarrestar la segunda versión del origen de la danza “Negritos de Recuay”. Se puede concluir que, dentro de este contexto social y condiciones objetivas de finales del siglo XIX, es más probable que debía haberse originado esta graciosa, picaresca y festiva danza, Un bailoteo que representaba la vida de los mineros que trabajaban en forma infrahumana dentro de los socavones de las minas de Recuay, que con el trascurrir del tiempo fue institucionalizada por una cuestión de hecho que pervive hasta nuestros días con ciertas variaciones productos de la modernidad. 

Los personajes que componen la comparsa de los “Negritos de Recuay” asumen diferentes roles y funciones, tanto en la ejecución misma de la danza como en su organización con la finalidad de poner en escena el buen desarrollo de esta tradición cultural. En tal sentido, es necesario una descripción del cuadro de la representación de la danza y los actores que conforman la comparsa; siendo los siguientes:

DESCRIPCIÓN DE LA DANZA:

Actualmente, la danza de los “Negritos de Recuay” es mostrada en la fiesta patronal del “Señor de Burgos”, el espíritu de esta danza es la expresión de fe, la devoción y forma de rendirle una reverencia a su protector y liberador de parte de los sectores más populares del pueblo recuaino; quienes a través de sus movimientos graciosos y picarescos rinden distinción al Santo Patrón. Anteriormente, las festividades del Señor de Burgos recaían a cargo de las personas notables del pueblo, en quienes incidía la responsabilidad de ser funcionarios tales como; mayordomos, capitanes, “quellis”, (obsequiantes) pues, ellos tenían las condiciones necesarias para las realizaciones de pomposas fiestas enmarcadas en su círculo social.

Por otro lado, los obreros en su gran mayoría mineros, peones, campesinos pobres se vieron relegados e imposibilitados para mostrarle su fe, su devoción al Señor de Burgos. Ante tal hecho y como la fe no tiene barreras ni sabe de posiciones económicas, sociales ni de color, idearon formar una cuadrilla de danzantes para rendirle reverencia al salvador del mundo de una condición humilde pero sincera y con gran devoción. Para poder contrariar la afrenta de los “poderosos”, los danzantes tenían que ser de color negro, del mismo color que salían los mineros después trabajar en las profundidades del subsuelo; es decir en los socavones ya que todo recuaino eran buenos “socavoneros”, para ello confeccionaron sus máscaras que le daban el color característico.

Para tener la apariencia de los “notables” vistieron de ternos azul y mostraban como símbolo de patriotismo unas bandas hermosamente bordados de rojo y blanco, de los colores de nuestro bicolor nacional, llevan también un sombrero de color negro con una corona de flores, además mostraban su dinero fruto del esfuerzo y del trabajo monedas de plata de nueve y cinco décimos impregnados, comadrejas disecadas, y como símbolo de mando lleva cada uno un fuete (Soguilla confeccionado de cuero de buey) y para darle sonido y ritmo acompañaron con una campanilla. Los participantes en esta danza, realizan un compromiso libre y emotivo ante el Sr. De Burgos, quienes tienen que bailar durante 7 años, este número representa las 7 llagas de Cristo en la cruz.

Finalmente, frente a ambas versiones existentes en referencia al origen de la danza “Negritos de Recuay”, el cantante inglés de pop y rock Robbie Williams, tiene una forma más sencilla de entender la vida y la plasmó en su canción “Shame”. En las primeras líneas de esa melodía, el cantautor explica que cada historia tiene tres versiones: la tuya, la mía y la verdad. Por tanto, ambas versiones plasmadas en el presente artículo son probables aproximaciones en la búsqueda de la supuesta verdad; por la que se debe seguir investigando para esclarecer esta realidad. Pero lo cierto, es que la danza “Negritos de Recuay” existe y es una realidad concreta que se practica cada año en esta parte del Perú de generación en generación.


LOS PERSONAJES DE LA DANZA:

Los actores que conforman la comparsa de la danza; son los siguientes:

El Rucu. - Es el más viejo y más gracioso de la cuadrilla, también conocido como “Chiwa Shapra” (en quechua chivo barba), simboliza la experiencia y con ello la sabiduría adquirida en todos los años de su vida y por tanto es el jefe de la cuadrilla de negritos, es guía y ejemplo para todos, lleva una barba blanca, un chicote y actualmente viste la indumentaria de un policía de alto rango para satirizar a las fuerzas del orden y aparente rectitud. La vestimenta del Rucu o “Chiwa Shapra”, consiste en las siguientes prendas: gorra en forma de quepí, mascara de cuero negro, saco negro tipo pingüino, dos bandas cruzadas una peruana o la otra adornada, camisa blanca, guantes negros, corbata, pantalón negro, látigo y botas de cuero.

Los Negritos. - Son los danzarines que conforman la cuadrilla. Esta danza está integrada por 12 o más personas que llevan ropajes de color negro, cubren su rostro con una máscara de cuero de color negro, llevan además una banda de cintas de colores, un bastón, una campanilla y un sombrero con flores. Los negritos es una danza netamente de varones. Corona, de flores rojas y blancas, de las cuales las rojas significan sufrimiento, dolor, esclavitud, y las blancas representan fe, devoción, sumisión y paz. Pero en la actualidad puede ser flores de colores variadas.

La vestimenta de los negritos, consiste en las siguientes prendas: sombrero de paño negro, adornado con cintas de colores. soguilla, en la que ata en un extremo la campanilla y para realizar distan juegos durante la representación dancística, sombrero negro adornado con cintas y flores. saco negro, camisa blanca, corbata, guantes blancos, dos bandas en el pecho una peruana y otra adornada, mascara de cuero, pantalón negro, zapatos negros y campana de bronce

El grupo musical. – Son quienes animan la fiesta al compás de violín, arpa y trompeta, estos instrumentos emiten melodiosos sonidos que acompañan en la marcha, cachaspada, adoración, y huellushpada, a lo que los negritos acompañan con sus campanillas realizando variados movimientos de cabeza, manos, pies y cadera.

La danza. - Los negritos tienen sus pasos muy característicos y graciosos, tales como el paso del caminante, movimiento de la cabeza, los pies, los hombros y las caderas así sucesivamente todas las partes del cuerpo. Llevan en las manos una campanilla y una soguilla que les sirve para el compás de sus pasos. Esta danza se clasifica como una danza de carácter, satírico, festivo religioso. Asimismo, se puede apreciar en la secuencia de la danza movimientos graciosos del ritmo del zapatero con juegos de zapatos y de la culebrita, este último sobre el piso ordenado de soguillas y campanillas y los pasos falsos son castigados por el Rucu. También participa el público asistente.

El zapateo tiene 4 pasos, el primer paso derecha e izquierda con los brazos a mitad del pecho; el segundo paso, es un zapateo breve con los brazos extendidos en alto; tercer paso, son movimientos de zapateo colaterales derecha e izquierda con los brazos en medio y su remate; y el cuarto paso, son movientes de zapateo en giro con ocho pasos a la derecha y ocho pasos a la izquierda y su remate.

La danza cuenta con dos estribillos muy conocidos, que son entonados por la cuadrilla de danzantes, el primero, dice así. “Abre campo compañeros, abre campo compañeros, para que pasen los negritos, los negritos enamorados”, el segundo verso, dice: “Buenas noches Virgen Socorro, hemos venido a saludarte con reverencia y de rodillas, te ofrecemos tus oraciones”.  




La dama recuaina.-Este personaje femenino se ha incorporado a la danza en estos últimos años representado a las extintas  familias criollas y mestizas de Recuay del siglo XIX e inicios del siglo XX, dándole colorido y elegancia  a la danza  y la participación activa de la mujer recuaina en el proceso de búsqueda de identidad local.  La vestimenta de la dama recuaina consiste en las siguientes prendas:   La saya, una especie de falda que cubre desde la cintura a los pies de color fucsia, turquesa, otros colores; la camisa con mangas de tipo “jamòn” del mismo color que la falda y el chal. Asimismo, calzan zapatos ballerina color negro y sombreros de palma de copa baja con cinta negra en algunos casos adornados con flores multicolores artificiales. Del mismo modo, una banda en el pecho adornada.

LA COREOGRAFIA:

La coreografía que se realiza en esta danza es:

El rompecalle.-La danza de las “Negritos de Recuay” inician con el tradicional rompecalle, acompañado de su orquesta y llevan consigo todo los víveres, licores, cabezas de toro como símbolo de la carne que se han de servir en el transcurso de las festividades, llevan también todo los negritos una manta que contiene la “Mircapa” es decir el refrigerio para los integrantes de la orquesta y para ellos mismos, también se hacen presente los mayordomos con un enorme cántaro de chicha que brindará con los negritos y esto se realiza al llegar a la plazuela de Burgos. Esto se realiza el 12 de Setiembre por la tarde.


El acto de adoración al “Señor de Burgos”.- Los negritos llegan bailando a la capilla de Burgos, ingresan al santo templo para adorar al “Señor de Burgos” y dicha adoración lo realizan al son de la orquesta, es la parte más ceremonioso que realizan los negritos frente a la sagrada imagen.

Esta danza tradicional se mantiene viva a través del tiempo como una práctica distrital. Su impacto trasciende a nivel local, provincial y regional En la actualidad existen negritos en varios distritos de la provincia que en el fondo son muy parecidos y similares con algunas diferencias en su forma de expresión.

TESTIMONIOS SOBRE EL ORIGEN DE LOS “NEGRITOS DE RECUAY” DESDE LOS PROPIOS PROTAGONISTAS

Sobre el origen de la danza los “Negritos de Recuay”, se han recogido testimonios orales desde los propios protagonistas para tratar de reconstruir su pasado próximo sobre la base de vivencias y experiencias practicadas por los mismos actores que aún viven. En tal sentido, se han hecho una serie de entrevistas sobre historias de vida que contribuirán a la aproximación sobre la supuesta realidad, las mismas que servirán para lograr la declaratoria, como patrimonio cultural de la nación, de la emblemática danza, los “Negritos de Recuay”, entre ellos tenemos los siguientes:

FELIX TORRE APARICIO (Nacido en Olleros, aproximadamente en los años 1940)

Ex danzante de los “Negritos de Ayacayana”, “Negritos de Barrio Abajo” de Recuay y cofundador de los “Negritos de Barrio Arriba” de Recuay; quien fue entrevistado por el periodista Humberto Espinoza Maguiña, el 16 de diciembre de 2023 en forma presencial.

El Señor Felix Torre, menciona “que nació en el distrito de Olleros provincia de Huaraz, lugar ubicado a 12 kilómetros de la ciudad de Recuay, desde los 5 años se fue a vivir a Recuay con toda su familia porque su padre Roberto Torre fue contratado para administrar la hacienda de la familia Cáceres en Recuay”. Asimismo, señala “que a los 13 años inicio su participación en los Negritos de Ayacayana por recomendación de su hermano mayor Silvestre Torre; quien se comprometió danzar como devoto de la Santísima Cruz de Ayacayana y lo venía haciendo desde muchos años atrás”.

Prosiguió narrando, “que, en vista que se les complicaba transportar desde Recuay a Ayacayana en burros y mulas, los alimentos, la leña, las ollas, la chicha y otros insumos para celebrar la festividad, le pidió a su mamá para que lo inscriba a participar con los “Negritos de Barrio Abajo” de Recuay”. Asimismo, contó, “que la agrupación lideraba el caporal Julián Cueva y Grimaldo león de Socopampa, en donde danzó junto a su hermano Silvestre, en homenaje al Señor de Burgos”. F. Torre, también contó, “que por los años 60, a razón de que uno de los caporales sufrió la hinchazón de uno de sus testículos por un golpe dado supuestamente por el Rucu del grupo con su campanilla de bronce”. “Hecho que provocó malestar en un buen número de danzantes; quienes optaron por retirarse y dividirse para conformar un nuevo grupo: llamado los “Negritos de Barrio Arriba”, encabezado por el legendario Rucu Silvestre Torre”, agrupación que hasta la fecha tiene histórica existencia.

También comentó, F. Torre, “que el marco musical contaba con los siguientes instrumentos: un arpa, un violín, un saxo, una trompeta y un clarinete, “Shapuco” era el líder de los músicos y todos ellos venían del distrito de Marca e interpretan buena música para buen baile”. Actualmente, mencionó, “que son las nuevas generaciones que vienen liderando un nuevo proceso, esta vez encabezado por mi sobrino Roy Torre De la Cruz, hijo de mi sobrino Leonardo Torre”.


Por otro lado, en la entrevista, expuso algunos versos y estrofas que coreaban desde los años 60, entre ellos, para salir a la calle: “Adiós, Adiós señor Caporal, ya volveremos ya de nuevo, ya volveremos ya de nuevo para hacer nueva visita”, canto en la calle: “Alarguemos nuestros pasos para llegar a buena hora, no habiendo más campo, como correr no podemos”, “A mí no gusta carne de vizcacha, pero si me gusta mujer de cachaco”. También había canto para el momento de adoración: “Entremos compañeros al lugar del Santo Templo, entonado con el vicario, alabanzas del Señor”, “Adoremos nuestro Dios, clavado en la Cruz, por nosotros crucificado, por librarnos del pecado”. Asimismo, alude que los pasos y el tono de la danza eran muy diferentes para cada momento coreográfico.

Referente a la comida manifestó “que tenían que proveerse de carnero, mote, papa, chicha, otros productos específicamente para el almuerzo y la cena para los danzantes y los músicos, las cuadrillas de los negritos eran de 10 a 12 personas todos varones y 8 músicos y a las mujeres los jalábamos del público en cada esquina para invitarles a bailar”. Finaliza manifestando “que bailó desde el año 1958 hasta el año 1963 aproximadamente y a todos nos llamaban “china barba”, todos éramos “china barba” y el que llevaba la máscara de negrito con la barba larga era el viejo (rucu); quien nos castigaba si bailábamos mal, sobre todo la culebrita. La festividad empezaba el 12 de cada setiembre con el tradicional rompecalle hasta el día 16, último día de la fiesta patronal del Señor de Burgos”.

Link o Enlace electrónico, Pagina Facebook institucional Recuainos, entrevista al señor Feliz Torre: https://www.facebook.com/alfredo.chavezolivera/videos/710182060829167?idorvanity=1884588155137796&locale=es_LA


FERNANDO DE LA CRUZ CASTILLO (Recuay, 25 de marzo de 1983)

“Rucu” de los “Negritos de Barrio Centro” y ex danzante de los “Negritos de Barrio Abajo” y “Negritos de Barrio Arriba” fue entrevistado por el Psicólogo e investigador social Alfredo Chávez Olivera el 09 de diciembre de 2023 a través de video chat de la Plataforma online Zoom.

Sobre el nombre de la agrupación, respondió lo siguiente: “la congregación, lleva por nombre “Asociación Cultural San Ildefonso del Barrio Centro”, institución que fue creado por mi señor padre, por mis padres (Pelayo Encarnación de la Cruz - ex Alcalde de Recuay), en mayo del año 2000”.

A la pregunta: ¿Sabe sobre el origen de los Negritos de Recuay? Menciona: “que hay varias versiones sobre el origen y le han dicho que surgió en Ayacayana, luego bailaron en Tuctu para después pasar a Recuay”. “Hay otra versión donde dicen que fueron los mineros que bajaban de las minas para celebrar la festividad del señor de Burgos”. Sobre este mismo asunto, menciona: “que hay personas que vienen averiguando información para sustentar proyectos de tesis”.

 A respecto de la coreografía, respondió lo siguiente: “nos iniciamos en el año 2000 con 6 participantes y que fueron solventados toda la indumentaria por sus padres y familiares del grupo para comprar sombreros, máscaras, guirnaldas, compañías y otros”; asimismo agrega, “proyectarnos y averiguar más sobre la coreografía”. “sobre los pasos de los negritos, menciona que ellos no bailan los pasos originales; pero han copiado, lo que viene difundiendo la Escuela Superior de Formación Artística Pública de Ancash – ESFAP. Por lo mismo, nosotros hemos creado nuestras propias coreografías para darle realce al Señor de Burgos; a quién nosotros veneramos con mucho cariño y amor al Señor” afirmó.    

Sobre la incorporación de la dama recuaina en la cuadrilla de los Negritos de Recuay, respondió lo siguiente: “gracias al apoyo de mi hermana Arida De la Cruz, fue quién aporto los modelos y confeccionó todas las vestimentas para las damas; quienes son las acompañantes en las danzas, demostrando vestidos de gala y de princesa cuando iban a celebrar las misas”. “Se recogió este hecho y se adecuó las vestimentas de la dama recuaina para la danza” (saya, camisa, zapatos, chal, otros).

Sobre los compromisos personales para participar en la asociación y como devoto del Señor de Burgos. Respondió lo siguiente, “en primer lugar, darles las gracias a los padres de familia, ya que tenemos menores de edad, ellos aportan sus cuotas y hacemos actividades, hay amistades que tenemos en el pueblo que nos apoyan para darle realce. La orquesta es muy costosa y tenemos que pagar 2,000 soles diarios; asimismo, la indumentaria tenemos que cambiar porque se malogran con las lluvias. También tenemos el apoyo de las autoridades, aunque no son constantes. Por tanto, solicitamos su apoyo porque la danza de los negritos se estaba perdiendo. Por lo mismo, que es necesario conversar con los negritos de los otros barrios para que esto no se acabe. Agradecemos a los niños y niñas por su participación y a los padres para que esto no se acabe”, dijo.  


Finalmente, agrego el “rucu” F. De la Cruz, “que para que no muera las costumbres necesitamos el apoyo de las autoridades, somos tres barrios de negritos y necesitamos de las entidades públicas su apoyo con un granito de arena para seguir bailando nuestra danza tradicional. Nosotros participamos con tanta fe y cariño y devoción al Señor. Nos comprometemos al Señor por 7 años. Yo vengo bailando desde niño. He bailado en barrio abajo, Barrio arriba son 37 años de danzante de negritos”, manifestó.

Link o Enlace electrónico, Pagina Facebook institucional Recuainos, entrevista a Fernando de la Cruz Castillo: https://www.facebook.com/alfredo.chavezolivera/videos/1139414737043188?idorvanity=1884588155137796&locale=es_LA

 ROY TORRE DE LA CRUZ (Recuay, 14 de junio de 1982)

“Rucu” de los “Negritos de Barrio Arriba, nieto de Silvestre Torre Rojas, fundador de los Negritos de Barrio Arriba fue entrevistado por el Psicólogo e investigador social Alfredo Chávez Olivera el 10 de diciembre de 2023 en forma presencial.

En su presentación manifestó lo siguiente: “mi nombre es Roy Torre De la Cruz, Soy nieto de Silvestre Torre, el fundador de los Negritos de Recuay Barrio Arriba, sobrino de Félix Torre y mi papá es Leonardo Severo Torre, desde que tengo uso de razón la cofradía estuvo formado por tíos sobrinos y toda la familia. Por motivos de trabajo y la religión muchos familiares se han retirado del grupo, solo me he quedado de toda la familia junto a mi tía María. Ella es la presidente de la Agrupación y yo soy el “Rucu” de la cuadrilla”. En referencia al nombre dijo: “la congregación, lleva por nombre “Negritos Barrio Arriba”, institución que fue creado por los años 60”.

Referente al origen de los Negritos de Recuay, manifestó, “que los negritos de Barrio Arriba, salen de los Negritos de Barrio Abajo por una discusión entre integrantes. Lo que conozco es que los Negritos de Recuay salen de Ayacayana pero no sé con exactitud cuándo y si veneraban o no a la Virgen del Socorro. Pero lo que si se, es que por una discusión mi abuelo Silvestre y otros amigos conforman los Negritos de Barrio Arriba y tenían como centro de reunión la casa del señor German Cáceres, ubicada frente a la puerta del Estadio de Recuay del Barrio la 120”.

A la pregunta de cómo es que se convierten en “Rucu” (viejo), contesto, lo siguiente: “que primero se empieza como vasallo, luego si le gusta el baile, tenía que firmar un acta comprometiéndose a aportar las cuotas para los músicos, la comida, vestidos; según mi abuelo, mi papá y tíos cuentan, aunque a mí no me consta, que iban ante el Juez de Paz, que era como garante. Y si no cumplían se les castigaba metiéndoles al calabozo durante toda la fiesta del Señor de Burgos”. Asimismo, mencionó. “que las autoridades le daban garantía al “rucu” para hacer uso del “chicote” azote o látigo a los que se comportaban mal en toda la fiesta. También, los danzarines tenían respaldo de la policía y la municipalidad para que no les puedan tocar y faltar respeto en la vía pública”.


Referente a los pasos y coreografía que usan los negritos de Recuay, manifestó, “que desde su punto de vista los pasos salen de Ayacayana, luego pasan a Barrio Abajo para legar a Barrio Arriba y ahora nosotros; pero no podía contestarte con exactitud de dónde vienen los pasos; pero según mi abuelo no han cambiado los pasos desde la creación de los Negritos de Barrio Arriba”. Y sobre la tonada de la danza, manifestó: “que ellos usan dos tonadas y sus tíos manifiestan que tienen que respetar los pasos y la tonada de la danza tal como se originó, no se debe cambiar nada y seguir así. Lo que mis tíos han aprendido hace 65 años de baile aún no hemos cambiado”.

Referente a los estribillos usados por los negritos de Recuay, manifiesta que hay muchas, en lengua quechua y español”, En la entrevista canto un verso en quechua, que se me hace difícil traducir.  Asimismo, presento una hoja de versos deteriorada que le dejó su abuelo Silvestre Torre, escrito a máquina de escribir hace 40 años aproximadamente con las siguientes estrofas:



       ADORACION EN LA IGLESIA

“Entremos compañeros, al lugar del Santo Templo, entonando con el vicario, alabanza del Señor”.

De rodillas adoremos, al redentor poderoso, ofreciendo nuestros dones y corazones de humildad 

Adoremos nuestro Dios, clavado en la Cruz, por nosotros crucificado, por librarnos del pecado

Al redentor poderoso, de rodillas adoremos, ofreciendo nuestros dones y corazón de humildad

Levantemos compañeros, con mucha humildad, levantemos morenitos, con mucha armonía

Salve señor Rey del Cielo, mi abogado mi Salvador, no olvides de tus rebaños, al hombre más pecador

                         CANTO EN LA CALLE                                                           

I

Procedemos a la marcha, en la región de la sierra, alegrando a la gente, hay que llegar Plaza Burgos

II

Alarguemos nuestros pasos para llegar a buena hora, no habiendo más campo, como correr no podemos. 

VISITA DE LAS PROMO…

 I

Este será o no será…, señor caporal si es de… Voluntad que reciba la visita, si es de buena voluntad que reciba la visita

 II

Adiós, adiós señor caporal ya volveremos ya de nuevo, ya volveremos ya de nuevo, para hacer la nueva visita. 

Por otro lado, comentó “que ellos siguen cantando los versos originales de la danza, pero al ver un video en las redes sociales (youtube) sintió que lo habían cambiado muchos pasos y cantos del baile y es por tal que al regresar empezó a recuperar la danza original”. Asimismo, manifestó en la entrevista: “que existe voluntad y compromiso conversar con las tres agrupaciones de negritos para ordenar la danza y mejorar para su presentación”.

Sobre la participación de la mujer en la danza, manifestó. “que los danzantes hacen un paro en cada esquina para bailar con el público y como los negritos están con las máscaras la gente tiene temor a participar porque son muy juguetones y molestosos; por lo cual tenían que ver la forma como incorporar a la mujer, aproximadamente por los años 90 a 94 del siglo anterior, invitan a su sobrina llamada Sarita Chávez la primera mujer que bailó con nosotros. A raíz de esto, al año siguiente, como no había mujeres sacamos a bailar a uno de mis primos vestido de mujer para bailar y zapatear con nosotros. Es ahí cuando mis primas salen a bailar y como no teníamos vestimenta salían con pantalón azul y camisa blanca, Después se optó por una pollera, lo más fácil para representar a la mujer del campo y desconocíamos los trajes antiguos que usaron las mujeres”. 

Link o Enlace electrónico, Pagina Facebook institucional Recuainos, entrevista Roy Torre de la Cruz:: https://www.facebook.com/alfredo.chavezolivera/videos/338738218887446?idorvanity=1884588155137796&locale=es_LA 

 EDMUNDO RONDAN ESQUIVEL (Recuay, 22 de febrero de 1943)

Danzante, “rucu” y miembro activo de los “Negritos de Barrio Abajo” de 80 años de edad, fue entrevistado por el Psicólogo e investigador social Alfredo Chávez Olivera, el 05 de enero de 2024 a través de video chat de la Plataforma online Zoom.

A la pregunta: ¿Nos gustaría que nos cuente algo sobre los Negritos de Barrio Abajo, como se iniciaron de acuerdo a sus vivencias? En su respuesta manifestó lo siguiente: “Desde mi parecer en el año de 1947 se habían formado por mi tío Julián Cueva, natural del centro poblado de Chiriac“.

A la pregunta, ¿si sabe algo sobre Julián Cueva?, respondió lo siguiente: “no sé cuándo a fallecido, sino sé que tenía entusiasmo para con los negritos y él me arrastró para continuar bailando cuando era un muchachito de 18 años, En 1958 yo empecé a bailar y él se acostumbró a bailar conmigo y hasta el momento sigo bailando con los negritos. En esos tiempos eran varios familiares que conformaban los negritos, la familia Villanueva, Gonzales, Rurush, Robles, todos tenían entusiasmo para bailar los negritos, pero ellos ya son finados ya no viven ningunos, creo que yo nomás sigo en actividad; pero estamos en actividad con esa costumbre que tenemos que llevar al pueblo de Recuay para levantar, haciendo lo físico, haciendo los bailes y haciendo las costumbres que tenemos, aquellos tiempos también eran buenos bailarines”. Continúa relatando: “que de distintos lugares salíamos a bailar de caserío a caserío, de pueblo en pueblo recorrían los negritos. Ahora ya no quieren recorrer las estancias solo quieren en el mismo pueblo. Eso es el ámbito que te doy y eso es la moderación que tenemos. Hasta el momento conmigo están bien todavía, hasta que dios me diga hasta acá fuiste y nos vamos y voy a dejar a los siguientes que me están siguiéndome en la amplitud de los negritos”. Eso es todo los que los puedo comentar, lo que sé



A la pregunta: ¿Usted cuando tenía 18 años, los “Negritos de Barrio Abajo” ya existían anteriormente? Respondió lo siguiente: “si, si, si barrio abajo y barrio arriba ya existían, desde 1947, se iniciaron en ambos lados, uno en 1946 y el otro en 1947”. En la respuesta dijo también: “que los negritos de Ayacayana eran más adelantados, ellos fundaron más adelante, tenían la costumbre de formarse más adelante. Pero se encontraban los tres barrios en el día de rompe calle, los tres barrios nos encontrábamos y así jugábamos en la calle para encontrarnos en (Gruta) San Patricio, nos encontrábamos los tres barrios, ahí era nuestros juegos y no pelearse; sino jugar con chicotes para encontramos los tres grupos, eran de Ayacayana, de Barrio Abajo y Barrio Arriba, como peleándonos jugábamos, frente a frente chicote a chicote, no era intención de malograrnos, sino era un acuerdo entre los tres. En Ayacayana nos despedimos y en Recuay empezamos a bailar para el Señor de La Misericordia, eso era nuestra costumbre”.

A la pregunta: ¿A usted alguien le dijo le comento donde posiblemente se originaron los “Negritos de Recuay? Respondió lo siguiente: “El primer pueblo era de Pueblo Viejo, después de eso todavía ser formó Recuay y los negritos se originaron en mismo Recuay, no fue en Ayacayana ni en Tuctu; sino en el mismo pueblo de Recuay”, respondió en forma enfática.

A la pregunta: ¿Cómo se organizaban, como se preparaban para sostenerse 4 o 5 días, como se alimentaban, que hacían? Respondió lo siguiente: “la costumbre era 7 días, empezábamos con el ensayo, el rompe, la víspera, el día, corrida, más corrida y el despacho.  Ahora ya no hay ensayo nada, casi de frente ya bailamos”. Cuando se le preguntó sobre las bandas la música, ¿los músicos de donde eran?, respondió lo siguiente: “nuestra orquesta de nosotros eran huastinos, Margaro Jara era de la orquesta de Chiquian, era una orquesta prometida y todos los años venían y consumíamos esa orquesta”. Referente a la música, los ritmos, las canciones y las tonadas quien los creo, fueron los músicos o fueron ustedes, respondió diciendo: “nosotros sacábamos la canción”.

Sobre esta pregunta intervino su hija Prudencia Rondan Rene de 53 años de edad, quien manifestó: “sobre la música, sobre el canto fue como una veneración al señor Crucificado, quien entrego la vida por cada uno de nosotros y salvarnos del pecado, entonces tengo entendido que se hizo la música se hizo la canción para venerar y adorar al Señor, así como dice la canción, de eso salió la música y de eso salió la canción de una veneración para el Señor, lo que los negritos manifestaban la orquesta capta esa idea y lo convierte en música que ha quedado hasta ahora”.

Referente a los alimentos, la chicha, la carne, la Sra. P. Rondan manifestó diciendo: “que en los que respecta la chicha que era dependiendo de cada promesante para recibir al grupo de los negritos, si quería preparaba la chicha de jora o chicha morada de maíz, la comida cada promesante se hacía a cargo, teníamos un horario para dar la comida, para el desayuno quien va dar, almuerzo quien va dar pudiendo ser dos o tres personas. Como te decía mi papá, los negritos iban a los caseríos a visitar a los promesantes y los promesantes eran de Chiriac, Chuyan, Yanamito, Ticapampa. No decían que era muy lejos, lo que decía el caporal, y ordenaba el rucu se cumplía e iban de casa en casa de cada promesante. Y si alguna persona obsequiaba un regalo a los negritos también se iban los negritos en los capitanes, en los mayordomos para hacer su presentación y hacer sus juegos y con entusiasmo le daban su comidita, su gaseosita. Hoy en día casi no hay eso y se está perdiendo esa costumbre y eso un poco nos desilusiona”. Prosiguió relatando: “más antes junto con la tesorera, el “rucu” y el caporal tenían que ir a la Subprefectura para sacar un pase para que la calle este libre para ellos, carro que quiera pasar por encima de ellos le daban su chicotazo y si los borrachitos querían faltarle en respeto a un integrante y ellos ya tenían el permiso. El encuentro en la gruta de los dos barrios, bueno ahora aumento el Barrio Centro ahora son tres grupos y los negritos de Ayacayana, ya murió ya no hay”. Eso es lo que yo puedo comentar para el reconocimiento de los grupos que están representando a nuestra provincia”, manifestó.


Por otro lado, el señor E. Rondan, declaró que: “él era bailarín, pero después fue rucu y cuándo dejo de liderar Julián Cueva, quien se hizo cargo de los negritos de Barrio Abajo? respondió, “que siguió Mariano Gonzales Esquivel, luego Eladio Mejía de Chiriac, luego Alfonso Camones, Cirilo Rene Mercedes y según sus edades que avanzan cambiaban y cambiaban y seguimos formando nuevos rucus”.

Para finalizar la entrevista, la señora P. Rondan menciona: “yo me siento muy orgullosa de que mi papa está dejando a sus retoños, que son en mayoría su familia: sus hijos, sus nietos y bisnietos participando en este baile tradicional de los negritos. Son mis hijos, hijos de mis hermanos y mis sobrinos y de eso me siento muy orgullosa. Además, desde el inicio hemos participado en Barrio Abajo y el señor no es de Barrio Arriba ni Barrio Centro; sino de Barrio Abajo. De eso nos sentimos orgullosos, ahí se fundó y ahí se va acabar. Y toda mi familia sigue la tradición. Cuando algo le pase a mi papá ya se tiene quien lo va reemplazar como rucu también”, concluyó.

Algo más que quieren agregar, dijo lo siguiente: “pedimos el apoyo a los empresarios y gracias nos están apoyando y este año le vamos a oficiar a todas esas personas que nos brindan con esa facilidad hasta que el divino me diga hasta acá y dejare a los futuros bailarines de nuestra provincia de Recuay”, concluyó el señor E. Rondan.

Por otro lado, la señora Prudencia, nos refirió “que ella ha sido una de las danzantes de los Negritos de Barrio Abajo, pero no vestido de dama: sino vestido de varón, he bailado cinco años solo me falto dos años me enferme y ya no continúe y llegue tener mi pareja y ahora mis hijos están acompañando al Señor, tengo fe y soy devota del señor y está con nosotros. Pero hubo participante que se nombraron para que baile como dama; pero el señor no permitió. Un año fueron a presentarse en un concurso y un huachano se lo hizo quedar a la bailarina, se perdió la bailarina. El otro año, se inscribe otra bailarina para bailar y el siguiente año ya no participó porque se compromete también. El Señor no permite que bailen vestidos de dama como en los otros grupos. Mujer que se comprometía a bailar por él, mujer que se casaba”.   ¡Hasta pronto!!!

Link o Enlace electrónico, Pagina Facebook institucional Recuainos, entrevista Edmundo Rondan Esquivel:   https://www.facebook.com/alfredo.chavezolivera/videos/1091739141983895

JESUS RURUSH TOLENTINO (Recuay, 23 de diciembre de 1990)

Presidente de la Asociación Cultural Negritos de Barrio Abajo, danzante de profesión ingeniero de Minas, egresado de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (Huaraz) y con maestría en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, fue entrevistado por el Psicólogo e investigador social Alfredo Chávez Olivera el 05 de enero de 2024 a través de video chat de la Plataforma online Zoom.

A la pregunta, sobre la participación de los jóvenes en la danza de los “Negritos de Recuay” y si algo más conoces sobre los orígenes de la danza, respondió lo siguiente: “yo vengo a ser el presidente del grupo los “Negritos de Barrio Abajo”, de la zona de Burgos, en este punto desde muy joven y desde la niñez quise tener la oportunidad de participar y por equis motivos no lo pude hacer. Pero desde el año 2017 empiezo a participar como uno de los bailarines y agradezco a los padres y cada uno de los integrantes que me dieron la oportunidad de participar y desde el año pasado (2022) me eligieron como presidente del grupo. A pesar de que soy profesional y tengo 33 años de edad sigo participando y hay otros profesionales, tenemos participantes en el grupo desde los 5 años y personas mayores de los 70 años, como es el caso del Sr. Edmundo. Es así como hacemos la representación del baile costumbrista de nuestra zona de Recuay. Comenzamos nuestro baile desde el día 12 de setiembre en el cruce de Recuay con Aija zona referencia de Ayacayana, y proseguimos el 13, 14 y 15 hasta donde se puede dar la posibilidad”, Por otro lado, dijo que “tanto los negritos de Barrio Centro y Barrio Arriba compartimos en fe y nuestras costumbres”. ¡¡Eso es lo que quería compartir contigo gracias!!

Sobre la segunda pregunta referente a fortalecimiento de identidad local en el distrito de Recuay, respondió lo siguiente: “hay muchos detalles como persona y como puede formarse como profesional, por temas laborales me encuentro en Recuay y me siento agradecido y doy el agradecimiento a cada uno de los integrantes por darme la oportunidad y yo he sentido las ganas de participar y bailar a los negritos desde muy niño, y cuando tuve la oportunidad a partir desde el año 2017 me sentí alegre, para mi dentro del baile es compartir a pesar de la diferencia de edad , de personalidad, parte económica, profesional u otro detalle; sino es  la manera de cómo se comparte y de alguna manera te sirve para forjar una idea de identidad referencial a nosotros lo que participamos como bailarines a este caso de los que vienen desde niños de 5 años es fuera de lo común que participen de 10 años 20 años, 25 años , 35, 40 hasta los 70 años. Los niños de 5 años que están empezando a conocer el mundo, así como personas con experiencia como el sr. Edmundo y la cual cada uno en los ensayos previo compartimos cada uno de nosotros esa alegría, ese entusiasmo, una manera de identidad y nosotros los mayores dejamos un legado para los niños y jóvenes que van a venir o integrar al grupo. Hubo un momento en la cual los participantes habían disminuido, pero con la fe y con mi participación hemos vuelto a realzar el baile de los negritos representantes del barrio de abajo, Para mí es la forma de identidad en lo personal es como un regalo y yo lo recibo y me gusta y he sido bendecido por el señor de Burgos y lo recalco y le diré a muchas personas que me conocen y se los he comentado yo creo que tenido esa fe y la devoción y la participación adicional la identidad. Muchos salimos por diferentes razones fuera de nuestra ciudad; pero no dejemos de lado nuestra identidad siempre hay un tiempo en la cual uno puede compartir con su identidad y con su pueblo. Los padres hacen lo imposible, pero tratan de cumplir en esos días de festividad a quienes les agradezco, además de los 7 años que voy a cumplir yo voy a proseguir en los negritos sea como líder presidente o como bailarín, eso lo que me entusiasma”, expresó.


Sobre la tercera pregunta, el sostenimiento del grupo, respondió lo siguiente: “dando respuesta a tu pregunta cada año nos preparamos y tenemos una lista de las personas que apoyan; pero ayudan por buena voluntad de personas y empresas que han apoyada para la participación, hay un acumulativo para los gastos de la orquesta, comida, vestidos y otros detalles, hacemos eventos de recaudación y participan personas que nos conocen para poder sustentar y el esfuerzo de cada uno de  los integrantes que comprenden padres de familias de los niños de  5 años y los jóvenes y mayores tratamos de generar un acumulativo para proseguir con el baile por la fe que tenemos al señor de Burgos y nos bendice y llega el momento tenemos lo acumulado para el gasto. Aprovecho para invitar a cada uno de los recuainos que se encuentran en diferentes partes del mundo brindar el apoyo para proseguir con el tema del baile para la participación de niños y jóvenes. Si somos mas vamos a seguir creciendo podemos llegar a un punto en diferentes fechas y otros compromisos y eventos culturales. Yo tengo conocimiento que anteriormente los negritos participaban en diferentes centros poblados, creo sería factible de alguna manera con la fe y la bendición de Señor de Burgos”, explicó. 

Sobre la cuarta pregunta en referencia a la participación de la mujer, respondió lo siguiente: “toda la puerta no se cierra a nadie abra que conversar; pero ha habido personas que anteriormente han participado y hasta el día de hoy siguen. En una reunión se podría proponer para la factibilidad para el baile de la mujer, anteriormente si yo tuve la conversación con algunos participantes sobre la participación de la mujer y sobre el tema se mantendría la costumbre en este caso si fuera factible respetado el baile costumbrista especifico, en este caso el acompañamiento con las orquesta y los pasos respectivos con el canto adicional, pero no tratar de involucrar lo que no es de nuestra costumbre y yo considero que se debe mantener y en caso de la mujer es un tema conversable y llamar a una reunión en todo lo que comprende el grupo y las puertas a nadie se le cierra solo manteniendo el tema de la costumbre”, declaró.

 


Sobre sus últimas palabras para despedirse y que puede pedirle a la población y a las autoridades, respondió lo siguiente: “agradecer por la oportunidad de ser entrevistado y hacer todo este movimiento de recopilación de lo que comprende el baile de los negritos a nivel nacional y tomar en cuenta lo que están haciendo todo lo posible con otros recuainos más para que salga el reconocimiento y Recuay no solo sea reconocido por el mapa geográfico; sino por otros aspectos como el tema cultural. Pediría a las autoridades locales, regionales y la empresa privada y cada persona nacido en Recuay, hijo de recuainos que apoyen para seguir con nuestra identidad y el baile de los negritos yo quisiera que cada uno de ellos que en algún momento han tenido raíces y si en algún momento puedan volver participen con nuestra identidad y de parte de los Negritos de Barrio de Abajo, las puertas están abiertas para tratar de participar como bailarín y como apoyo y nos pueden encontrar en las redes sociales o el Facebook oficial para compartir información que permitiría enaltecer y levantar la identidad recuaina. Finalmente agradecerles para seguir la comunicación respectiva “, concluyó la entrevista.

Link o Enlace electrónico, Pagina Facebook institucional Recuainos, entrevista Jesús Rurush Tolentino: https://www.facebook.com/alfredo.chavezolivera/videos/383200627620612?idorvanity=1884588155137796

 

TESTIMONIOS SOBRE EL ORIGEN DE LOS “NEGRITOS DE RECUAY” DESDE LOS CIUDADANOS

FORTUNATO SANCHEZ RAMIREZ (Tuctu – Recuay, 11 de junio de 1937)

El ciudadano F. Sánchez de 86 años de edad, fue entrevistado a través del hilo telefónico por el psicólogo e investigador social Alfredo Chávez olivera, el 03 de enero de 2024.

A través de la entrevista, cometo lo siguiente: “yo nací en el centro poblado de tuctu, el año 1937 (lugar ubicado a dos kilómetros aproximadamente de Recuay), cuando tenía 4 o 5 años de edad vivía en casa de mi abuela Cena Ramírez Huerta, año 1942, cerca de la casa de la familia Sáenz. Desde el 12 al 15 del mes de agosto para la fiesta de San Cayetano (Santo Patrón del pueblo), los “Negritos” el ensayo lo realizaban en la parte norte, casi al final de Tuctu (esa parte hace años se llevó el rio Santa). De allí arrancaban hacia la iglesia y decían “el rompe” y componían el grupo de los negritos, los hermanos Aguilar, los hermanos Garay, los hermanos Torre y los hermanos Tafur, en total se componía el grupo, algo de 15 personas”, todos eran de Tuctu y acompañados por el conjunto musical Pacllon de Marca”.

Asimismo, menciona, que la presentación de los “Negritos de Tuctu”, eran de lujo, es lo único que me acuerdo: buenos ternos, buenos sombreros, planchas de plata de 9 décimos en mantas colocados sobre la espalda, cada uno tenía dos “huehuas” (comadrejas disecadas) que los llevaban en los hombros”. El viejo del Grupo, era el señor Crispín Aguilar, era un chistoso y gracioso para bailar y cantar y hacía reír a la gente, era un payaso”.  “Luego pase a vivir a “Pueblo Viejo” hasta los 13 años. En el año 1950 viaje a lima y no fue posible presenciar las fiestas”. Finalmente, comento “que antes de la pandemia pudo ver, nuevamente, los “Negritos de Tuctu”, me parece que estaba conformado con gente de Tuctu y caseríos aledaños, pero no igual, como era antes”. Para dar conformidad a mi versión, dejo mi número de celular: 975500515.

NILDA RENÉ ALBORNOZ (Recuay, 56 años de edad)

La ciudadana N. Rene de 56 años de edad, comentó en el post sobre la entrevista del señor Edmundo Rondan Esquivel, integrante legendario de los "Negritos de Barrio Abajo", de fecha 05/01/2024 publicado en la página Facebook “Recuainos”, en donde dice lo siguiente:

“Que orgullo conocer la historia de los Negritos de Barrio Abajo, yo puedo acotar algo que recuerdo con mucho cariño: Julián cueva en esos años era caporal mayor luego seguía don Paulino Salazar segundo caporal y tercer caporal mi padre Cirilo René en columna de dos seguido participaban la familia. Valdez. Eran 3 hermanos que participaban, familia Camones etc y mis tíos también, es una larga historia que recuerdo poco a poco al pasar el tiempo iban asumiendo el cargo de caporal. Mi padre lo fue también un su momentito, el bailo 37 años de negrito fiel al señor de Burgos ya luego toma la pista mi tío Edmundo Rondan el entrevistado. Hoy me siento orgullosa de mi familia que participa en los Negritos de Barrio Abajo, mi tío tiene hijos nietos bisnietos participando en estás costumbres orgullo recuaino, me siento mucho por contar. Bendiciones”, finaliza el post. 

CLEMENTE GREGORIO ALVARADO VALDEZ (Recuay, 23 de noviembre de 1953)

La ciudadana C. Alvarado de 71 años de edad, también comento en el post sobre la entrevista del señor Edmundo Rondan Esquivel, integrante legendario de los "Negritos de Barrio Abajo", de fecha 05/01/2024 publicado en la página Facebook “Recuainos”, en donde dice lo siguiente:

“EL Sr Julián Cueva, trabajó en la Empresa Minera “The Anglo French Ticapampa” en la unidad minera de Collaracra, fue su tío de Leonardo Rondan Cueva. El Sr Julián Cueva aparte de ser trabajador minero tenía su manada de ganado lanar y vacuno alrededor de la mina Collaracra. Tenía casa en Chiriác posiblemente fue de su esposa porque era del lugar y tenía su casa en Recuay en el jirón Soledad de “Barrio Abajo” y fue tío de Leonardo Rondan Cueva, el Sr. Leonardo debe recordarse si su tío organizó o fundó esta danza de los negritos o simplemente continuó el legado de los más antiguos. El sr Julián Cueva fue cabecilla o comandante o Rucu (Chiwa Barba) fue un señor muy talentoso fogoso, tuve la oportunidad de conocer y ver en la década de 1,960 al Sr Julián Cueva danzar con todo su elegancia y estilo propio creado por los talentosos recuainos”.


NEGRITOS DE RECUAY 

APUNTES, REFLEXIONES Y TESTIMONIO PARA EL PROCESO DE RECONOCIMIENTO COMO PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN.

Autor: Manuel Aurelio Espinoza Robles

(Facebook Messenger, el 19 de enero de 2024) 

Manuel Aurelio Espinoza Robles, nacido en Recuay el 16 de mayo de 1955, de profesión comunicador social, egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, compartió el presente articulo a través de la aplicación de mensajería Facebook Messenger, de fecha 19/01/2024 desde Japón, país donde reside hace 31 años, con el objetivo de aportar y enriquecer el debate y el proceso de reconocimiento como patrimonio cultural de la nación de los “Negritos de Recuay”.

1.-La cofradía Negritos de Recuay representa la huella del paso por Los Andes del negro africano. Paso de una antigüedad de más de 500 años que, aunque fugaz dejó un rastro profundo en lo que algunos llaman el inconsciente colectivo del habitante andino, hecho que por cierto no es exclusivo de nuestra región, sino que está presente en numerosos pueblos de nuestra patria.

a) El paso por estos lares del negro africano se inicia muy temprano en los tiempos de la conquista. Como está en la actualidad ampliamente documentado, los conquistadores españoles llegaron acompañados por negros esclavos africanos a su servicio. Es de suponer que Francisco Pizarro, que tenía autorización plena para poseer 50 esclavos y que contrajo nupcias con la hija del Cacique de Huaylas a quien llamaría Inés, pasó por estos lares acompañado de los esclavos que poseía.

b) Como también está ampliamente documentado, todas las órdenes religiosas poseían negros esclavos a su servicio por lo que también es de suponer que cuando los extirpadores de idolatrías llegaron al señorío de Choquerecuay en el siglo XVII lo hicieron acompañados de sus sirvientes indios y negros esclavos.

c) Es de conocimiento general que los negros esclavos fueron destinados en tiempos de la colonia a trabajar en plantaciones de caña de azúcar y en las minas de plata y oro donde serían exterminados. Sin embargo, si bien esto sucedió en minas como Potosí en Bolivia o en Huancavelica, no hay registros de actividad minera en Recuay en tiempos de la Colonia. La explotación de minas como Tuco, Hércules, Huancapetí o Collaracra cercanos a Recuay, datan de fines del siglo XIX. En cambio, sí está plenamente documentado la presencia de negros esclavos en plantaciones antiguas de caña de azúcar en Huánuco y probablemente en haciendas cercanas como Paramonga. Además de explotación minera antes de la erradicación de la esclavitud en el distrito de Huallanca provincia de Bolognesi. 


d) Otro gran momento del paso de afrodescendientes por Recuay es la de Simón Bolívar y la Expedición Libertadora del Norte que poseía numerosos contingentes de esclavos libertos de la Gran Colombia.

2. ¿Cuándo fue creada la Cofradía Negritos de Recuay?, ¿desde cuándo existen registros en las fiestas patronales del distrito y sus alrededores? Como lo han señalado no existen actas fundacionales o documentos que indiquen fechas precisas. Un documento antiguo que hace referencia más o menos detallada de los Negritos de Recuay es el artículo aparecido en 1949 en el No. 1 de la Revista del Centro Recuay escrito por don Armando Heredia Gonzales en el que bajo el título de Remembranzas hace una referencia explícita y directa a la comparsa Los Negritos, como recuerdos de infancia situados el año 1930. Don Armando Heredia, uno de los fundadores de la provincia, indica que había dejado Recuay hacia 18 años. Él nació el año 1921 por lo que cabe decir que sus recuerdos de infancia deben referirse cuando menos a los fines de la década del 20 del siglo pasado, tiempo en el que debe fijarse en base a este testimonio escrito la fecha probable de la fundación de la Cofradía Negritos de Recuay. En este sentido cuando se hable de entrevistas a fundadores aún vivos debe tenerse en cuenta que estos tendrían que sobrepasar los 100 años de vida.

Otro hito que pueda dar cuenta de la fecha fundacional de los Negritos de Recuay está asociado al auge de la celebración de la fiesta del Sr de la Misericordia de Burgos o Sr. de Burgos como quiera llamársele y al decaimiento de las festividades del Santo Patrón de la ciudad San Ildefonso.  Cómo es sabido según testimonios de nuestros mayores a comienzos del siglo pasado la fiesta de mayor relevancia tenía lugar en el mes de enero y se celebraba con corrida de toros en la plaza de armas de la ciudad. Con seguridad esto ocurrió hasta la primera década del siglo pasado. El decaimiento de esta fiesta patronal está asociado directamente a la puesta en la Plaza de la Pileta ornamental donada por franceses según se indica el año 1917, por un lado y a la crisis de la economía terrateniente y campesina en el distrito y en contraparte al auge de la economía minera en el distrito. El que San Ildefonso fuese un santo ligado a la economía de antiguos terratenientes venidos a menos y los campesinos de las llamadas estancias lo constituye lo ocurrido en años posteriores en la ciudad de Lima cuándo los migrantes más citadinos dieran lugar al Centro Recuay primero, y a la Asociación de Estudiantes, luego, mientras que los migrantes provenientes directamente del campo se organizarán en el Club San Ildefonso de Recuay. Para los nacidos en la propia ciudad en la década del 50 con seguridad, y para los nacidos en las décadas del 30 y 40, probablemente, las celebraciones del santo patrón San Ildefonso en enero eran totalmente irrelevantes. En los hechos el Sr. de Burgos se convirtió en el nuevo Patrón de la Ciudad y la Cofradía de los Negritos está directa y plenamente ligada a la fe de los cofrades en la imagen de este Cristo crucificado. Que se indique que la Cofradía se inició en el anexo de Ayacayana es una verdadera novedad que tendría que ser documentada con escritos anteriores a 1930 o testimonios de recuainos centenarios.

Los ejes comerciales antes de la construcción de la carretera Pativilca- Callejón de Huaylas : es un hecho poco estudiado y menos recordado que antes de la construcción de la actual carretera que une el Callejón de Huaylas hubieron dos ejes comerciales que podrían ser importantes para precisar la fecha fundacional de los Negritos de Recuay. La primera la que llevaba y traía productos diversos a lomo de bestia hacia la costa de Lima: Barranca, Pativilca, Supe y que tenía su paso obligado por la antigua hacienda azucarera Paramonga. Numerosos recuainos que se dedicaban a estos negocios se asentaron en esos lugares con fuerte presencia de afrodescendientes y volvían de manera recurrente a Recuay. La otra aún menos estudiado es el circuito hacia el departamento de Huánuco, ruta que se hacía por la provincia de Bolognesi, específicamente por el distrito de Huallanca. El padre del mencionado Armando Heredia, don Aurelio Heredia Montes natural de Huaraz, mi bisabuelo, se dedicaba a a esta actividad y fue en estas correrías que conocería y trabaría amistad con el legendario Luis Pardo y también perecería en algún lugar de la provincia de Bolognesi. Otro testimonio memorable es el de don Pablo Espinoza Vivar cuyo uno de sus temas recurrentes era el comercio con Huallanca y Huánuco.  De modo que no sería nada casual la existencia de Cofradías de Negritos tanto en las ciudades de Huánuco, Huallanca y Recuay. Cabe indicar además que la fiesta en Huallanca empieza con Rompe calle de los Negritos de similar forma que en Recuay.


3. Auge, decaimiento y renacimiento de la Cofradía. Las décadas 50 y 60 del siglo pasado fueron el periodo de mayor brillo de la Cofradía. Numerosos, bien ataviados con coronas, guirnaldas, bandas y el enjalme de comadreja tachonado de monedas de plata de nueve décimos daban cuenta de la posición de recursos, organización y liderazgo. Sus integrantes eran en su mayoría trabajadores de las minas cercanas, artesanos o obreros migrantes en Lima o en algún otro lugar de la costa. En tanto cofradía era hereditaria de manera quien quiera ahondar en esta historia tendría que indagar entre los descendientes o conocidos de don Julián Cueva y sus hijos Eusebio y Leonardo, y también del Rucu, el caporal de caporales don Mariano probablemente Andrade o Romero, quien poseía el chicote más largo, con la máscara con blanca y pronunciada barba y quepi de militar, pero que no venía todos los años pues vivía en algún lugar de la costa. Cuando venía a la fiesta, don Julián le cedía su puesto de jefe y los Negritos adquirían otra dimensión. Este periodo de auge de la cofradía corresponde al periodo de intensa vida comercial y cultural de Recuay al ser el centro repartidor de caminos hacia Lima, el resto del Callejón de Huaylas, y hacia las provincias de Huari y Aija. Además del aporte de migrantes recuainos exitosos en Lima y el resto de la costa y sin duda al papel jugado por la prosperidad relativa de la economía minera en toda la provincia. 

La última vez que asistí a la fiesta de setiembre antes de dejar la patria fue el año 1986. Los Negritos de Burgos taxativamente daban pena. Diezmados en número, mal ataviados, ebrios parecían la imagen viva del fin de una época. Para algunos se habían convertido en unos simples “borrachitos que malograban la fiesta”. Reflejo de años muy difíciles para todo el país, de los efectos profundos y duraderos del terremoto de 1970, del decaimiento de la economía minera, del fracaso de sucesivos gobiernos por enrumbar  la economía y qué duda cabe del conflicto armado interno que desangraba la nación.

Sin embargo, en el presente siglo lejos de desaparecer Los Negritos han cobrado nuevos bríos y hoy coexisten tres cofradías, la de arriba, del centro y de barrio abajo. Tal vez una de las señales de este renacimiento se dio en Lima cuando unas jovencitas se vistieron de Negritos y participaron en las celebraciones del Sr. de Burgos del Centro Recuay en la capital. Ignoro si era apenas una repetición de lo que ya sucedía en el propio Recuay cuando las nuevas generaciones tomaron la posta, incluyendo algo nunca antes visto: la participación de mujeres en la cofradía.

4. Arpa y violín, melodía invariable y nueva instrumentación. Como lo señala el testimonio escrito en la revista Recuay del año 1949, los Negritos danzaban al compás del arpa y el violín. En mi memoria de los primeros años de la década del 60 no había otros instrumentos para acompañar a los Negritos. Solo arpa y violín, cuyos sonidos quedaban tintineando en nuestros oídos al terminar la fiesta. Ignoro la fecha exacta del cambio de instrumentación, incluyéndose el saxo y la trompeta y ese cierto aire de música huanca, aunque manteniendo la melodía original. Este cambio corresponde a la evolución musical en el conjunto del país. A un proceso de mutua influencia de los aires musicales entre las diversas regiones del país. Como se sabe en la década del 50 y la primera mitad de los 60 los huaynos ancashino y cuzqueño tenían preminencia en todo el país. A partir de la primera mitad de los 60s los huaynos y mulizas huancas cobraron fuerza y a partir de los 70s la música ayacuchana. En los años siguientes aparecen grupos como la Estudiantina Peru y más tarde Tradiciones del Perú que fusionan el huaino de varias regiones o se hacen expertos junto a intérpretes masculinos y femeninos en entonar con igual destreza los aires musicales de cualquier región del país, asunto que era casi imposible antes. Este proceso lejos de corromper ha enriquecido, llenado de nuevos aires y matices a viejas canciones o aires musicales. En este sentido la nueva instrumentación y los nuevos vientos incluidos en el acompañamiento de la Cofradía la han dado mayor fuerza y brillo y corresponden a los avances en un proceso de integración nacional.

5. Los Negritos no es solo una danza. El accionar de la Cofradía de los Negritos en la fiesta de setiembre comprende a mi modo de ver, por lo menos a lo siguiente: primero, el “Rompe Calle” del día 12 en la tarde y su paseo por toda la ciudad anunciando el inicio de la fiesta. En la remembranza de los negros esclavos no son ellos los que reciben latigazos como castigo clásico sino por el contrario son los que lo reparten a su antojo. Segundo, su participación en las actividades religiosas acompañando a la procesión del Sr. de Burgos y en particular la ceremonia de adoración del Cristo Crucificado el 13 en la noche, en el que se podía constatar la profunda devoción de los Negritos que despojados de sus máscaras entonaban sus cánticos con voz ronca y cancina. Y tercero los juegos semiacrobáticos que tenían lugar en la plaza de Burgos o cualquier otro lugar donde los perdedores eran literalmente flagelados. Supongo que había otras actividades ceremoniales propias de las cofradías pero que al ser cerradas eran desconocidas por el común de las gentes.

6. Es mérito en primer lugar y sin lugar a dudas de los residentes en Recuay en particular de los jóvenes el que se haya mantenido e incluso mejorado la Cofradía de los Negritos. Señal de cambios y mejoras en la tierra, de sus habitantes y del aporte de quienes a pesar suyo migraron a diversas partes del Perú y al extranjero.

Agradeciéndoles el haber leído todo o parte del texto un abrazo a todos Manuel Espinoza, desde el Japón, con el aporte testimonial de Nicolás Espinoza.

Referencias Bibliográficas:

*Revista Recuay No. 1 año 1949 pág. 21

*Historia de la esclavitud africana en el Perú desde la Conquista hasta su abolición por Maribel Arrelucea en revistas investigacion.unmsm.edu.pe

*Festividad de los Negritos de Huánuco: una celebración en el honor al niño Jesús con orígenes en la esclavitud. INFOBAE.

*Los Negritos de Huallanca y una lección de Cultura para los huanuqueños por Alex León Huerta, en perudesconocido.pe  

De los datos recopilados en la presente investigación bibliográfica y testimonial, se puede desprender dos hipótesis, como propuesta provisional que no pretende demostrar estrictamente confiabilidad; sino una predicción que debe ser verificada por otras fuentes para su validez. En tal sentido, se puede deducir dos hipótesis que son lo siguientes:

Hipótesis 1 (H1): La Danza los “Negritos de Recuay”, probablemente se originó entre los años 1920 a 1930 tal conforme lo conocemos en la actualidad.

Hipótesis 2 (H2): La Danza los “Negritos de Recuay”, probablemente se originó en el centro poblado de Ayacayana, de donde se trasladó al caserío de Tuctu y posteriormente al distrito de Recuay.

POR LO EXPUESTO LA FUNDAMENTACIÒN, es necesario declarar como Patrimonio Cultural de la Nación a la danza “Negritos de Recuay” del distrito de Recuay, provincia de Recuay, departamento de Áncash, por tratarse de una tradición cultural simbólico y artístico, que instituye un fundamento de identidad local, y en cuya recreación se expresan sucesos históricos de nivel provincial enriqueciendo nuestro legado histórico en donde se fusionan elementos andinos y europeos, como parte de nuestro variado mestizaje cultural.


Muy atentamente,

AUTOR,

BACH. ALFREDO CHAVEZ OLIVERA

(Trabajo de investigación y recopilación bibliográfica)

 

BLIBLIOGRAFIA ELECTRONICA:

* LAS ENCOMIENDAS Y EL PODER LOCAL EN HUAYLAS: LAS GUARANGAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SISTEMA COLONIAL Zuloaga Rada, Marina, Diálogo Andino - Revista de Historia, Geografía y Cultura Andina, núm. 37, agosto, 2011, pp. 67-86 Universidad de Tarapacá Arica, Chile. https://www.redalyc.org/pdf/3713/371336247006.pdf

*“ACCIÓN COLECTIVA Y CONFLICTO DE INTERESES. EL CASO DE LA COMUNIDAD CAMPESINA DE CATAC (RECUAY – ANCASH)” Tesis para optar el título de Doctor en Antropología presentado por: Serafín Osorio Bautista. Pontificia Universidad Católica del Perú. (pág. 90)   https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/20.500.12404/5048/OSORIO_BAUTISTA_SERAFIN_ACCION.pdf?sequence=1 

*ETNIA GUAYLLA (AHORA HUAYLAS), Waldemar Espinoza Soriano Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Investigaciones 30/2013. Vol. 17 Nº 30 pp 179 – 190 – UNMSM –IIHS Lima Perú.  https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/sociales/article/view/7882/6860

*NEGROS EN PERÚ: HISTORIA DE UNA PRESENCIA CONSTANTE DESDE 1527, texto José Luis Cortés López
ilustraciones y fotografías Getty Images, Publicado por marzo 23 – 2017. https://mundonegro.es/negros-en-peru-historia-de-una-presencia-constante-desde-1527/

*DES-AFRICANIZACIÓN EN LAS NEGRERÍAS DEL VALLE DEL MANTARO – PERÚ, Jorge Luis Yangali Vargas, Universidad Nacional del Centro del Perú, Revista Chakiñan de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 14, pp. 112-129, 2021, Universidad Nacional de Chimborazo https://www.redalyc.org/journal/5717/571768450008/html/

*DANZAS DEL PERU: ANCASH - Danza Negritos de Recuay (audio y reseña), Profesor: DELMER OTTO MURILLO IPARRAGUIRRE https://resenasdanzasperu.blogspot.com/2011/08/resena-danza-negritos-de-recuay-ancash.html

*NEGRITOS DE RECUAY, Por Danzas del Perú / 6 noviembre, 2017 https://danzasdelperu.club/danzas-de-ancash/negritos-de-recuay/

*LOS NEGRITOS DE RECUAY, Turismo Peruano https://www.turismoperuano.com/los-negritos-de-recuay-ancash

 

DANZA DE LOS NEGRITOS DE RECUAY

TESIS PARA OPTAR EL TITULO DE PROFESOR DE EDUCACION ARTISTICA EN LA ESPECIALIDAD DE MUSICA

ESCUELA SUPERIOR DE FORMACION ARTISTICA PUBLICA DE ANCASH - ESFAP

AUTOR: HERNAN JARA SANCHEZ (“NANCHO”)

AÑO 1992

DATOS DEL AUTOR:

HERNAN FILOMON JARA SANCHEZ (Recuay, 21 de marzo de 1958)

Profesor en la especialidad de educación artística de la Escuela Superior de Formación Artística Publica de Áncash – ESFAP, con 30 años de carrera magisterial en la Institución Educativa N° 86567 “San Juan de Pararin” provincia de Recuay y otras instituciones educativas; nos alcanzó su tesis elaborada en el año 1992 para optar el título de profesor de educación artística en la especialidad de música. Asimismo, nos comunicó que la tesis estuvo asesorada por el Prof. Camilo Enrique Maldonado Romero (QEPD). En tal sentido, se ha abstraído algunos extractos de la presente tesis que permitirán fundamentar la declaratoria, como patrimonio Cultural de la Nación a la Danza los “Negritos de Recuay”:

“La Danza de los Negritos de Recuay son el fruto del mestizaje típico que se operó desde la época virreinal y sigue su cauce hasta nuestros días”.

“Hay una noción aproximada por la anotación de los lugareños con diferentes versiones, en el caso de la danza de los negritos, han quedado la música, los instrumentos que utilizaron y toda la corografía, aunque esta danza aparece en muchos lugares animado las fiestas patronales con canciones, música y coreografía diferente, esto no es suficiente para imaginarnos como llega a los pueblos en la región Chavín”. (Pág. 9)

El Prof. H. Jara formula las siguientes interrogantes:

1.         ¿Por qué existe la desatención a la danza de los Negritos de Recuay en la enseñanza artística?

2.        Sera importante la difusión de la danza de los Negritos de Recuay por medio de cuentos escolares cívicos patrióticos, para mantener la identidad cultural en la enseñanza artística de nuestra región?

3.        ¿Sera importante la práctica de la danza de los Negritos de Recuay en la asignatura de arte para el desarrollo taxonómico del educando? (Pág. 10).

En el capítulo II sobre el Marco teórico y referencial, plantea, que: “La conquista española trató de imponernos su cultura de una manera inquisidora, aunque esta expresión del baile empezó con manifestaciones navideños adorando al niño Jesús en son de pastorcillos”. (pág. 13)

En la presente tesis sobre la breve historia de la Danza de los Negritos, plantea lo siguiente:

“Seria aventurado precisar cuándo nació la danza los negritos. El hecho es que desde el siglo pasado el mestizo recuaino tomo creciente consistencia social y empezó a divertirse a su modo, resultado así la Danza de los Negritos”.

Las primeras manifestaciones eran simplemente navideñas adorando al niño Jesús en son de pastorcillos, hasta que un día salió a las calles y llenó las plazas. La expedición se repartió en forma cada vez más voluminosa y entusiasta, año tras año.

“La tradición oral cuenta que allá por los años 1700 a 1750 vivía en Recuay un caballero respetable y muy estimado por las gentes de todas las clases sociales. Dícese este buen hombre oficiaba de mecenas de conjuntos musicales que tocaban preferentemente danzas y huaynos que durante los días de fiesta al sol o al (Tayta Inti) reunía en su casa a su costado jóvenes auspiciando su diversión y divirtiendo al pueblo obligaba a la comparsa a bailar por las calles y plazas”.

“Dícese que el mismo la dirigía, pero como ya era muy viejito de barbas blancas, llevaba su látigo e iba adelante del grupo como dirigiendo este personaje, era don Pablo Icasa, su recuerdo a determinado hasta hoy porque fue un negrito que se escapó de las haciendas de Paramonga”.

En honor a este hombre que va delante se le llama “rucu” y durante el desarrollo del baile hay una figura que dice: con su levantar del látigo recuerda claramente al moreno viejito de barbas blancas don Pablo Icasa. Habiendo nacido de este modo, la Danza los Negritos, que hoy ha llegado a la Capital de la Republica siendo esta danza uno de los números más aplaudidos por los limeños”.

Conjuntos musicales y los danzantes dejan muchos recuerdos bellos en la vida festiva de Recuay (pág. 15 y 16).

Sección aparte, en la tesis se plantea lo siguiente:

La Danza de los Negritos un baile mestizo. - A pesar del tipo étnico de sus creadores y cultores, la Danza de los Negritos es un baile mestizo, porque es producto de la inspiración emocional del negro con la influencia de los cholos y españoles, pues en el ritmo nativo se bailan figuras de clásico rito fúnebre y pornográfico la mescla de las tres culturas y razas es la que les hace volver más discretos y este es un caso eminentemente peruano. Haciendo una observación panorámica del pueblo virreinal, en relación a los grupos étnicos de su demografía, observamos que en ninguna de las regiones geométricas de América se registra la existencia de una expresión artísticas como esta. Y es que en Recuay la fortaleza cultural del grupo negroide acusa similares caracteres de supervivencia que en los grupos étnicos nativos. Pues, allí el negroide recuaino constituye, tanto desde el punto de vista de la calidad como de la cantidad, un grupo fuerte, sobresaliente y hasta dominante en la estructura social.

El fenómeno social común es que las gentes de las clases bajas y medias tienden a escapar de su clase y pugnan por ingresar a las clases sociales superiores. En Recuay se registran fenómenos opuestos. Muchos elementos llamados de la alta sociedad y que poseen poder que les da la estirpe, el dinero o la política, pugnan por asimilarse al aborigen recuaino para compartir el baile popular mezclándose con los negritos que son los dueños de la danza que dan el principio y el final de la fiesta de “El señor de la Misericordia”.

Como una expresión elocuente de esa energía étnica del negroide recuaino nació el baile o Danza de los Negritos por tanto como sus creadores y cultores es un baile eminentemente mestizo” (Pág. 20 a 22).

En la tesis también sostiene lo siguiente:

La danza recuaina.- Los negros, en Recuay, son el fruto del mestizaje típico que se operó desde la época virreinal en el Perú y siguió hasta los últimos tiempos de la república.

Los negros en el Perú constituyen una personalidad de características peculiares, poseídos de un espíritu nuevo diferente a de sus progenitores.

Sin sentir vergüenza de su origen materno, pero alejados de la vida social de los blancos, los negros en el Perú han formado una clase social, lo negroide que, desde su sistema de trabajo, sus costumbres y hasta la forma como se visten ofrecen manifestaciones propias.

Las mujeres de los negros visten lo más sencillo como sus madres nativas, pero de telas oscuras y claras que juegan con su piel y los hombres visten como los blancos, pero de telas menos lujosas y costosas, esta clase social es la creadora de la danza de los negritos que han logrado un desarrollo de considerables caracteres estéticos, en nuestro país y en los distintos lugares de América Latina (Pág. 29 y 30)

La tesis expone en el capítulo III sobre el Proceso Tecnológico de la Danza los Negritos, la siguiente teoría:

Es la expresión practica dentro de su organización, presentación, figuras, variedades y el espíritu de la danza de los negritos de Recuay y que son:

-Organización de la Danza de los Negritos. - La danza de los Negritos, hasta por los años cuarenta y cincuenta, se organizaba solo con motivo de fiestas navideñas. Los interesados en su organización corrían listas comprometiéndoles a los bailarines lo mismos que a los músicos. Los hombres ponían cuota de dinero en cantidad calculada para el sostenimiento de los días de baile, específicamente para comprar licores como chicha, cerveza y otros. Las mujeres se ofrecían para preparar viandas, y los músicos no contribuían en nada, solo se dedicaban a tocar sus instrumentos, pero tenían que ser bien atendidos con comidas y bebidas. El llamado alférez se encargaba de coordinar y centralizar las contribuciones.

En algunos casos se reunían grupos de familias entusiastas reuniendo sus contribuciones, corrían a cargo de la atención durante los días de danza, durante los últimos se hacia el “quelli” ya sea hombres o mueres para obsequiar víveres y licores como en las comunidades.

Solo en los últimos años se ha establecido los llamados alférez que organizan su danza en cada fiesta del Señor de la Misericordia.

-Presentación del baile. - Para la ejecución espontanea de diversión primaveral o para la exhibición teatral, la danza de los negritos se presenta en doble estructura imperceptible determina que la primera, la intermedia y el ultimo par deben de ser los bailarines más diestros. El primer par constituye el dirigente técnico del baile en sus variadas y números figura. Los danzantes intermedio y final. Deben servir de miembro de enlace o coordinación y ejecución de las figuras. De manera que, si el par consta de doce ejecutantes, el rucu debe ser libre ir solo de mandón y dirigente, la quinta y el sexto par con los armonizadores de las figuras, de manera el resto de los pares formen el elenco. Y la estructura perceptible está en la ubicación de los pares por el colorido de sus cintas y bandas, de tal manera que la columna pueda ofrecer un matiz de colores cuya armonía resulte realmente bella.

Cada par está unido, además de la armonía del color de sus cintas y bandas, la destreza en la ejecución del baile, por la fuerza emocional que existe viendo a los espectadores. Y esta fuerza emocional es casi siempre que genera bailar con el gusto que da en sentimiento humano.

Estas condiciones imponderables hacen que el baile, al ser ejecutado con espontáneo y fuerte sentimiento emocional, resulta realmente estético en la forma como en el fondo.

-Iniciación del baile. - Una vez organizado el elenco, los bailarines se disponen para iniciar el baile frente a frente en pares.

En esta posición se realiza la parte inicial del baile que siempre es una danza típica. Pues todo el baile de los negritos sea en publico o e un ambiente familiar se inicia con una danza típica, así como los bailes del sector de la sociedad de cultura occidental, hasta hace unos dos o tres decenios, siempre se iniciaban con un pequeño grupo. Es posible que en el caso de la Danza de los Negritos., la danza inicial sea una especie de parodia de aquello que acabamos de mencionar.

La danza es un baile eminentemente mestizo derivado del aylli, harawi, aymoray, ayataki, que en el Perú adquirió el nombre de danza, así como en los distintos pueblos del Perú, la danza se baila con diferencias. El baile empieza con el preludio musical, durante el cual los pares se limitan a hacer movimientos del cuerpo sobre si mismo, cuando arranca el cuerpo melódico de la danza el movimiento de los pares se inicia dando pasos lentos dos por dos con lentitud haciendo sonar las campañillas. En la danza recuaina hay una visible expresión sentimentalista entre los movimientos del uno y el otro por que tratan de hacer el mayor derroche de gracia sentimental recuerdo de la esclavitud.

Además de la danza recuaina es baile de masas; por tanto, los movimientos son colectivos y dejan poco margen a la expresión individual, excepto cuando se baila en pares sueltas. La parte de la danza recuaina y las demás danzas se baila de acuerdo con los cánones de este baile, en dos tiempos, por aquellos de que no hay danza sin fuga de huayno.

-El baile de la danza y el huayno.- Terminada la danza los pares hacen una breve pausa, mientras el conjunto ejecuta la entrada o el preludio musical que el huayno también tiene. Los pares haciendo sonar sus campanillas se pasean por el escenario. Y cuando arranca el cuerpo melódico del huayno, empieza el baile a moverse en paso lento menudo y rítmico, ejecutando masivamente, en el orden y perfecta armonía, los distintos movimientos que el “rucu” va disponiendo con voz sonora y enérgica en dos tiempos:

En la primera se anuncian las figuras que van ejecutar ya los pares se reparan lentamente y para ejecutarlas el rucu dice en forma sonoro ¡jup, jup, jup que supone voz de mando y esta es como una especie de voz preventiva y voz ejecutiva. Esta es una expresión exclusivamente de la Danza de los Negritos porque solo en este caso se emplea.

Los negritos se desenvuelven en zig -zag por pares, o voluntad del “rucu”, hacen ruedos independientemente, realizan sucesivamente una serie de posiciones en movimientos y al final rematan con la fuga, cuando el “rucu” ordena haciendo lo que quieran, entonces los circundantes bailan al compás de la música y esta acelera su melodía antes de finalizar.

Diríamos que aquí termina el baile, pero no es así. La danza de los negritos se baila durante días y días con sus noches, recorriendo plazas y calles, rematando cada noche en la casa del alférez.

Durante el tiempo que se detiene en la plaza, los músicos cambian de melodía varias veces y los bailarines alientan su resistencia. Mas a veces se pactan apuestan entre ambos barrios sobre si los músicos o los bailarines resisten más. Y en la alegría y en el jolgorio, la risa limpia y las fuerzas que producen los sentimientos, así como la acción de sendos tragos, suscitan proezas en los componentes, bailarines y músicos.

-La Figuras del baile. – Durante el desenvolvimiento de la danza se suceden una infinidad de figuras de conjunto, conjunto de grupo, combinadas cuya descripción prolija escapa a nuestros conocimientos, a pesar de haber bailado la danza es que cada año, cada barrio crea nuevas figuras para sobresalir, y de tal manera vamos a intentar describir las figuras más antiguas y más significativas por la plasticidad espectacular de sus movimientos:

a) ¡Media vuelta por la derecha! ¡jup, jup, jup los pares dan media vuelta, cimbreando el cuerpo graciosamente.

b) ¡Otra vuelta por la izquierda! ¡Jup, jup, jup los pares ejecutan el movimiento siempre haciendo gala de dar la mayor flexibilidad a sus cuerpos

c) ¡Con su latiguerita! ... ¡Jup, jup jup los pares dan mayor énfasis a las pisadas en un pie y menor energía a los de otros. Recordemos que estos movimientos evocan a don Pablo Icasa el creador de la danza de los negritos en Recuay.

d) ¡Jup, jup, jup los pares se agachan sin dejar de recorrer conservando el ritmo.

e) ¿Cómo borrachitos!... ¿Jup, jup, jup los pares fingen como estar borrachos y siembran los cuerpos a uno y al otro lado, así como hacia atrás y adelante.

f) ¿Esta ruedita!... ¡Jup, jup, jup! La rueda cambia de dirección y empieza a girar hacia el lado contrario.

g) ¡Basta de vicios!¡Jup, jup, jup los bailarines se alejan y el ruedo se agranda siempre girando.

h) ¡Pares de nuevo!¡Jup, jup, jup y los bailarines de nuevo se ponen en par situándose a la cabeza del rucu.

j) ¡Ese arquito! Los pares levanta los brazos y para el siguiente par por debajo del arco formando. La segunda pareja repite la figura y así sucesivamente hasta agotar todos los pares.

Estas figuras se aderezan con movimientos en los que la gracia, la agilidad y el donaire, exaltan la comparsa, que derrocha entusiasmo y alegría que contagia.

-Variedades de la danza de los negritos. – la Danza de los Negritos es una sola como baile, pero hay diferencias sutiles que no podemos dejar de apreciar. Y es que la danza de los negritos de la zona de las vertientes de Recuay y Aija se baila en forma más lenta y en alguno de sus anexos también demasiado alegre.

Esta diferencia parece identificarse que hemos establecido, en los casos de las danzas de distintas partes de nuestro territorio patrio. Pero en caso de la Danza de los Negritos de Recuay las diferencias van más allá, aunque la danza de los negritos ha nacido originariamente en las ciudades de la costa, ahora se ha generalizado a todas las provincias y es en función de ella que se advierte las diferencias que generalmente no es fácil precisarlas con claridad, pero que en el fondo o trasfondo se perciben en forma casi imponderable. 

Aunque no es posible precisar las disimilitudes, hay algo que si permite percibirlas. Y es el ritmo musical. Hay una ligera, pero bien perceptible diferencia en el ritmo y en el acento de las melodías de la danza y huaynos de cada provincia.

-La danza recuaina.- la danza se inicia con el fondo musical de la Danza de los Negritos. Y la melodía de este género musical peruana en Recuay tiene características típicas y es como dijimos; de ritmo más lento pausado.

Así como el baile la música es aborigen porque es creación del hombre aborigen. Tiene un espíritu, un contenido emocional y una expresión estética, propias y nuevas que no se confunden con las melodías importadas y si tiene mucho de lo nativo.

El huayno consta de tres partes perfectamente diferenciables el preludio o entrada, el cuerpo melódico la terminación y la fuga. Esta estructura hace que parezca a algunos géneros de expresión musical de la cultura occidental, como el vals o la marinera que es mestiza y también en este se diferencia de la música autóctona, pues a excepción de la música de danza, ninguna tiene preludio melódico, solo el huayno lo tiene.

El preludio musical del huayno es un juego de notas y compases que se repiten durante un pequeño espacio de tiempo, como anuncio que el conjunto va a tocar un huayno.

El cuerpo musical del huayno es variado en partes y cada parte se repite dos veces y la fuga entra a tallar como un ritmo más movido y alegre en la tercera parte, haciendo variaciones entusiastas y aceleradas de juegos melódicos propiamente dicho.

Durante el preludio musical no se baila, los pares se aprestan para bailar. Se baila en el decurso del cuerpo melódico. Y se termina con el zapateo de fuga, haciendo figuras forzadas a gusto de la inspiración creadora de cada pareja al final.

-El espíritu de la danza recuaina.- la expresión musical autóctona es una gama de formas emocionales, desde la alegría del huayno o el pasacalle, la sonora y la entusiasta de la marinera serrana, la placida y enternecedora del vals, la romántica chuscada, la suavidad de las danzas lúgubres, hasta la triste despedida de la hualluspada (huayllushada)

En cambio, la danza si es triste y romántica, con sabor de nostalgia, estas características de la danza la explican su mestizaje racial. En la melodía de la danza, música creada después de la conquista, juega la inspiración emocional de los lejanos ascendentes del mestizo, por la rama materna fluye dolor de la raza vencida y con los aborígenes se combina en expresión romántica de amor y sufrimientos. Pues como dijera nuestra poeta recuaina Estelista Rondan: “en danza vibran dolores de esclavos que cantan y danzan, amarguras de placer, amor de las dos culturas hecho armonía y ritmo”.

-El cantar de los negritos. - Otra de las características de la danza de los negritos es que en él se dan la mano, en una simbiosis artística y elocuente la música y la poesía. Y es que hay lirismo e ironía en su cantar y mucho romanticismo en su melodía. En general hay arte poético en la melodía y en el canto. 

No es que las letras de sus cantos de la danza de los negritos hayan sido escritas por poetas, no; todo bailarín o serenatero es un enamorado todo amor engendra expresiones románticas que vibran en las letras de las canciones de los negritos.

Algunos cantares, bellos cantares del pueblo recuaino aborigen tiene sentido perenne de lo inolvidable, Y año tras año desfilan por la voz de los cantantes sentimentales piezas literarias que nunca se mueren.

Hay una particularidad en el canto recuaino. Y es que no hay distinción entre varones y mujeres cantores.

-Las coplas de la “Danza de los Negritos”. - Insertamos fragmentos de algunas coplas de la danza de los negritos en el Anexo, que demuestra con elocuencia nuestra información de que la danza y los huaynos que ellos cantan son eminentemente románticos e irónicos en el que se aderezan las ironías, el amor a la mujer y a la tierra como elementos inseparables del sentimiento de las bellas recuainas.

-Uso de la danza de los negritos de Recuay

El Perú quizás, en América Latina o América del Sur es uno de los países que mayor aporte han efectuado a la cultura universal, en el caso de la danza, han quedado alguno de ellos por los aborígenes y campesinos de la parte de la sierra que mantuvieron su cultura maternal. En cuanto a la danza de los negritos ha habido modificaciones en la coreografía. Las vestimentas, los instrumentos y los músicos, aunque otros todavía mantienen su originalidad como en algunos lugares de las vertientes de las provincias de Recuay y Aija. De acuerdo a la realidad de nuestra región Chavín, muy conocidos son los negritos descritos de Cotaparaco, Tapacocha, Pampas Chico, La Merced, Cochapeti, etc., que generalmente se usa en las fiestas patronales de cada pueblo, para dar colorido, gracia y sabor a las costumbres como se llama.

-Significado del baile de los negritos o danza de los negritos. - Si intentamos precisar el significado de la danza de los negritos podemos afirmar que es una danza alegre y romántica en su base emocional dinámico y lleno de colorido en sus formas estéticas de viejo y juventud por sus personajes.

La Danza de los Negritos solo se baila durante la fiesta del Señor de la Misericordia, que en Recuay tiene su lugar justo, cuando la naturaleza los viste de sus mejores galas, cuando los chacrales florecen, las pampas se tapizan de pastizales, quikuyo, gramas y pajonal, los cerros se cubren de las más variadas plantas silvestres. Este ambiente iluminado por un sol maravilloso y ritulante que irradia todos los días, transfiere a los bailarines alegría profunda y desbordante que en muchos casos se alimenta con floraciones románticas en la flor real la cantuta.

La Danza de los Negritos es un baile dinámico porque entraña una gran variedad de movimientos y lento pues días y días y aun noches se baila en las calles de la ciudad que es su principal escenario, cuando bailan parece una procesión de luces de bengala por los espejos que llevan en las plazas adquieren la forma de un arco iris en imponderable movimiento por los variados colores de las cintas que llevan puestas en el sombrero de forma vertical.

-La fiesta del Señor de la Misericordia. – Es esperada con verdadera ansiedad por los recuainos de todas las edades, hombres y mujeres. 

Y todo con prescindencia de clases sociales se preparan para las festividades a veces desde un mes, antes del baile, forman comisiones que corren las listas para comprometer a los bailarines.

El mestizo y la llamada sociedad alta se confunden en reuniones donde la alegría, el baile y el amor diluyen las diferencias sociales.

Faltando unas semanas para la fiesta, Recuay se llena de gente desde las horas de la mañana.

A las tres de la tarde estos ambientes con los pisos empedrados de sus calles rodeados de chacrales floridos están prácticamente abarrotados de gente que van y vienen, los danzantes empiezan a lucir sus bellos disfraces y músicos con sus mejores instrumentos.

A pocos se sirven sendos platos de cuy, puchero, asado de chancho y chicha de jora a granel. Y los presentes se sirven al natural con los dedos en la mano. No es posible observar reglas de urbanidad, ni etiqueta.

Y Después de la comelona la orquesta empieza a afinar los instrumentos y los negritos cambian amorosas miradas a sus admiradoras hasta que rompe la música y empieza el baile, primero la danza después la música ancashina.

La tarde avanza rápidamente entre sendos tragos de chicha y cerveza que corren como agua.

Entre las cinco y seis de la tarde, cuando las horas visperales se cubren de claro-obscuro, las comparsas se enfilan hacia la capilla del Señor de la Misericordia entran por las calles bailando al ritmo de la danza de los huaynos ancashinos.

La Plaza de Armas, la Plazuela de Burgos, las calles Unión y Libertad se convierten en escenarios de inimaginables algarabías que la profusa curiosidad del público que los siguen en masas.

A media noche después de bailar más de siete a ocho horas, los negritos retornaban a sus barrios.

Al día siguiente vuelve a repetirse del día pasado, así hasta la última tarde de la corrida de toros que es el 16 de setiembre de cada año.

-Presentación Coreográfica. – Es el conjunto de la danza de los negritos compuestos de no menos de 12 jóvenes y si más bien muchos más, talvez el doble, bailando sobre las empedradas calles que cubren las riberas del rio Santa, la Plaza de Armas, la Plazuela de Burgos se llenan de espectadores para ver la competencia de los Negritos de Barrio Arriba y Barrio Abajo, en el llamado rompe calle. Las recuainas parecen flores enigmáticas y los recuainos cóndores galanteando a las mozas.

En primer lugar, se sitúan los danzantes formando una larga fila zig-zaguiante como un gigantesco arco iris en movimiento. En segundo lugar, se sitúan los músicos ejecutando instrumentos de cuerda, pendientes de los cuellos. Y en este doble cuerpo de bailarines y músicos se mueven del campo al pueblo, y en el recorren las calles y plazas, seguido de un corso de gentes que no solamente los siguen, sino que los rodean con verdadera curiosidad, hasta interrumpiendo el lapso y a veces bailando de puro entusiasmo.

-El vestuario de la Danza de los negritos. – Los personajes que conforman este fascinante elenco lucen vestidos naturales, pero artística y esencialmente preparados, tanto desde el punto de vista de la confección como de la selección de colores. Llevan puesto un sombrero negro o marrón con una corona de bellas flores, hechas de telas blancas y artísticamente diseñadas, camisa blanca y saco negro. cintas multicolores que se retan con el arco iris, en los hombros dos comadrejas disecadas y adornados con plata blanca de nueve y cinco decimos, un shillpi con su campanilla que hacen sonar al compás de la danza y el baile. El rucu que dirige el grupo varia una vestimenta y lleva una máscara negra con barbas blancas largas. una casaca de gendarme, escarpines, pantalón de montar y chicote de arriero, este según leyendas y cuentos representa al inventor el baile don Pablo Icasa , porque con el reventar del látigo en cada ruedo recuerdan la alegría de este hombre bailarín y jaranero.( (Pág. 33 a 49)

ANEXO Nº 02 

Coplas y canciones, recopiladas que cantan los “Negritos de Recuay”

COPLAS Y CANCIONES:

Arpa vieja sin clavija, madre de la cucaracha

Que bien te luces conmigo, cuando baila mi suegra

Cuando se muera mi suegra, me voy a vestir de luto

Una camisa colorada por esa vieja condenada.

-----------------------------------------------------

El limo maduro tiene mucho jugo,

La mujer viuda es tiro seguro

………………………………………………………………………………..

La chimenea de Ticapampa, echa humo sin carbón,

Así lo mismo la huaracina, echa prosa sin calzón.

………………………………………………………………………………

Nikar, nikartsuraq, heqakurkullamanpis

Taparakushka cholitaman

…………………………………………………………………………….

Yaparkirankuraq o manuraksuraq

Shakilla simiquihuan mutshamaskequita

……………………………………………………………………………

Tu eres canela, yo soy el clavo

En donde te encuentro ahí te clavo

…………………………………………………………………………..

Ya iremos danzaremos al compás de los negritos,

Si alguien pone piedras, limpiaremos el camino.

…………………………………………………………………………..

Jala jala hermanito a cantar con alegría

Todo esto no es vano, el señor nos dará premios.

Jo, jo. Jo, joooooooooooo…!                                           

.(Pág. 69 a 72)

BILIOGRAFIA:

*DANZA DE LOS NEGRITOS DE RECUAY, Hernán Jara Sánchez, tesis para optar el título de profesor de educación artística en la especialidad de música, Escuela Superior de Formación Artística Publica de Ancash – ESFAP, año 1992



RESUMEN DE LA HISTORIA DE LOS NEGRITOS DE RECUAY

(de acuerdo a los apuntes privados “A mi Señor de Burgos – Aproximaciones históricas”)

Por:

- Jesús Wilder Henostroza Cruz.

- Kevin Diago Solis Miranda.

Durante la irrupción hispana en suelo nativo, se comenzó a adoctrinar a todos los nativos, con ello, el virreinato del Perú tomó como corregimiento o doctrina cada pueblo que se fundaba de acuerdo al calendario litúrgico romano.

La doctrina de Recuay se funda bajo el patronato de San Ildefonso de Toledo y la Virgen María bajo la advocación de la Purísima; como también la influencia de la Arquidiócesis de Sevilla, que tuvo influencia en el noroeste del virreinato del Perú, en consecuencia, una de sus costumbres que ha quedado establecido en nuestro entorno es la celebración de la Semana Santa, con procesiones religiosas de las diferentes imágenes religiosas, en las advocaciones propias del santo Triduo Pascual, y que sus fieles devotos y cofrades pertenecían al tambo de arriba (Actual Barrio Arriba) y el molino (Actual Barrio de Uchipampa).


En la primera expedición realizada por los hispanos traen esclavos negros, este primer grupo no resistieron al clima y muy pocos se adaptaron en las costas del sur, actuales pueblos del departamento de Ica y provincias del sur de Lima, de la ciudad de los reyes. En su necesidad de transportar y recorrer por todo el territorio entre las montañas enigmáticas del virreinato del Perú, la corona española se encargó de comprar esclavos negros de Angola, esclavos más resistentes a las llanuras, pues su altura sobre el nivel del mar es aproximadamente entre 2700 a 2900 m.s.n.m. quienes eran capturados por las expedicioncitas y comercializadores de esclavos de la corona francesa y lusitana.

Su llegada al virreinato del Perú era inminente, los esclavos negros provenientes de Angola, resistentes a mayor altura, con más fuerza, fueron utilizados para el transporte y recorrido de los diferentes lugares del suelo nativo. La petición de Toledo muestra la necesidad que se tenía de los africanos para llevar adelante la colonización. En una relación del virrey marqués de Montesclaros a su sucesor en diciembre de 1615 le decía entre otras cosas:

“La falta de producción que hay en estas provincias y de servicios era latente, y las indulgencias y privilegios que había recibido los nativos por la intervención de Bartolomé de las Casas, obliga a que, generalmente, todos los trabajos forzados sean todo de los esclavos negros; de la mezcolanza de estas razas con gente blanca han resultado mulatos”. En 1646 el Cabildo de Lima volvió a pedir a la Corona que se intensificara su llegada, porque cada año morían unos 2.000 negros, frente a la entrada media anual, unos 4000 mil negros, y las enfermedades que trajo consigo la “llamada peste negra”.

La metrópolis de Lima, la ciudad más importante de América del Sur por aquel entonces, tuvo la reproducción de la imagen considerada el vivo retrato del Redentor, devoción en honor al Señor de Burgos, venerada imagen que sale en procesión en viernes santo, esta preciosa obra conservada en el Convento de San Agustín, llega gracias a Antonio Monte Arroyo, fraile agustino portugués del convento limeño. Centraremos nuestra atención en la autoría de esta escultura y los sinsabores para conseguirla, así como su difusión en el Perú, devoción particular de la semana santa Sevillana, y en su recorrido por el noroeste del Perú, llegaron a la zona de los mitimaes o tambo de Debajo de la doctrina de Recuay (Actual barrio abajo), antigua zona comercial y de intercambio de productos, antes de la irrupción española.

De acuerdo a las primeras crónicas de Fray Antonio De la Calancha, los negros de la zona sierra, tenían una particularidad, como también su devoción; en su primera expedición de los frailes dejaron esta sagrada imagen en la zona de los mitimaes en la doctrina de Recuay, gracias a la devoción de la familia Cieza de León, familia irruptora y cronista sevillano de nuestro suelo nativo, quien en su afán de ir impartir su devoción particular por el Cristo de Burgos, el cual, anhelaba ocupar la procesión del viernes Santo, sin embargo, los cofrades de la semana Santa no aceptaron la imagen porque imponía nuevos impuestos, por lo cual, se quedó en la zona de los mitimaes al cuidado de un mercader de esclavos con atribución a la familia Cieza de León (de acuerdo a la genealogía de los señoríos de Sevilla), levantaron una pequeña capilla para poder depositar la sagrada imagen que era de tamaño real, los únicos que tenían acceso a esta capilla era la familia Cieza de León, como también los esclavos negros que estaban a la expectativa de la llegada de mayor mercadería en este tambo.

Las primeras organizaciones de esclavos negros custodiaban la sagrada imagen y velaban por la correcta distribución de esclavos y mercadería que venía desde Huarmey, Quilcap, Coris, La Merced, Mullacaqucha, Tucuhuain, Recuay, Olleros, Huantar, Chavin, Cahuac, Margos, Quisqui, Huánuco y a la selva en Chachapoyas. En algunos de estos lugares se tiene la devoción al Cristo de Burgos posteriormente, entre las más fuertes está en Recuay, Huánuco y Chachapoyas, y en particular en el actual distrito de La Merced

existe un centro poblado con el nombre de San Ildefonso por la influencia de la doctrina de Recuay.

Los esclavos negros y nativos fueron dispersados a los trabajos de campo en la chacra, entre las localidades de Ayacayana, Pampacancha, Marcarapampa, Ranraucro, la mezcolanza entre esclavos negros y nativos se daba en los lugares marginales o alturas donde había cultivo, no obstante, la devoción por la venerada imagen del Señor de Burgos se seguía, hasta que la zona de los mitimaes, se convirtió en el tambo de abajo, por crecimiento poblacional. Entre sus devociones más fuertes eran la virgen del Socorro y el Cristo de Burgos, entre las localidades de Ayacayana y Tuctu.

Ante la inminente caída de la corona española en el Perú y la naciente independencia, aun había grupos resistentes, y otros con el fin de conservar su devoción o su dinastía española deciden regresar al viejo continente, entonces de pronto se alista y encajona la imagen del Santo Cristo de Burgos, entre mercadería y monedas de oro y plata; y en brazos de los descendientes esclavos negros se enrumban hacía Huarmey, para nuevamente regresar a

Sevilla, sin embargo, sufrieron un motín a las alturas de Antacocha, donde fueron decapitaron todos los descendientes y personas identificadas con los españoles.

Las corrientes emancipadoras habían arrasado con todo, habían dejado libre a los esclavos negros, y se habían llevado todos los objetos de valor, sin embargo, dejaron tirada la imagen del Santo Cristo de Burgos, en su desesperación los esclavos negros comenzaron a revisar que la sagrada imagen no haya sufrido ningún daño. Después de ello encontraron algunas monedas de plata de la corona española de los años 1775-1820. Después de ver todas las posibilidades de no sufrir una represalia por la población ante lo sucedido, acuñaron las monedas y se lo pusieron en una tela detrás de la espalda, y al compás de campanillas en los pies, emprendieron su recorrido hacía el pueblo de Recuay, de donde fueron echados, ante el temor de cualquier represalia, posteriormente se dirigieron a la actual capilla de Ayacayana, con la sagrada imagen en hombros. 


Poco tiempo después la imagen regresó a la capilla pequeña que tenía en el tambo, sin embargo, la tradición de los esclavos negros y sus descendientes era el baile y el festejo, pero normalmente en otras localidades solo animaban las fiestas cristianas del Nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre y la epifanía del Señor (bajada de reyes el 6 de enero), fiestas que han quedado marcado en la gran mayoría donde hay población y afrodescendentes.

El presidente Ramón Castilla decretó la libertad para los esclavos negros el 04 de diciembre de 1854, y en el pueblo de Recuay, los negros celebraron su libertad a los pies de la sagrada imagen del Cristo de Burgos, entre sus primeros atuendos primaba el chicote de cuero de toro, campanillas, sacos militares estilo francés, pantalón de lana. La primera cuadrilla de negritos, se organizan como cofrades del Señor de Burgos, bajo el término del “Negro

mayor” (los doce apóstoles y con el caporal y sus once discípulos del “Negro Mayor” por su identificación con la venerada imagen) En plena guerra con Chile se le atribuye su primer milagro a la venerada imagen, ya que, en la expedición de las tropas chilenas por el callejón de Huaylas, donde hubo saqueos que hacían en cada recorrido, no obstante, el pueblo de Recuay, no sufrió ningún atentado, ya que ante los inminentes saqueos que se podrían

dar, los moradores del tambo de abajo estaban en oración en medio de la venerada imagen del Señor de Burgos, quien por este suceso, se le añadió el nombre del Señor de la misericordia o “Mishaquito entre los nativos y negros” de Burgos.

En los primeros años del siglo XX la devoción del Señor de Burgos crece, sin embargo, la danza de los negritos se convierte en una danza de mestizaje y por la migración de población, puesto que, se comenzó a celebrar su fiesta en honor, como antesala a la fiesta central de los militares en Recuay, por ello, la cuadrilla añade a su vestimenta el estilo militar, ya que, después de la guerra con Chile, la devoción a la virgen de las Mercedes, tomó mayor protagonismo en Recuay, incluso más grande que la fiesta patronal de San Ildefonso y la purísima. Después de la fundación de la provincia de Recuay y la migración de los pobladores de Recuay, la fiesta del Señor de Burgos, comenzó a tomar mayor protagonismo, la sagrada Imagen había sufrido algunos golpes, cuando salía en procesión.

Después del terremoto del 12 de diciembre de 1908, trajo consigo el daño de la imagen del Señor de Burgos, por lo que se decide hacer una réplica pequeña para poder salir en procesión. A partir de estas fechas, se comienza a hacer algunas confusiones con la sagrada imagen, y algunos pobladores con el fin de confundir la devoción del Señor de Burgos, llamaban a la venerada Imagen el Señor de la Agonía, donde se quería asemejar a la fiesta del señor de mayo, que se tenía en Huaraz (esta tradición ha calado en el actual distrito de Catac y en varias localidades de la provincia, lo particular es la devoción a la Cruz en mayo, puesto que en el calendario litúrgico romano no hay una festividad a la Cruz, solo en el Perú, y ello se da a la particularidad del cambio de clima, de acuerdo a la antropología del hombre andino y como se podía cristianizar fiestas). Sin embargo, los moradores del tambo de abajo, tenían en mente que su fiesta era en la exaltación de la cruz, 14 de setiembre, ya que la santa Cruz también se celebraba en Ayacayana el 12 de setiembre, una fiesta establecida por la gran mayoría de los descendientes de los eslavos negros que se habían establecido alrededor de Recuay.

Las danzas de los negritos sufren algunos cambios, como también, se comienza a contar con sus servicios para algunas fiestas, entre las que más destacaban en sus alrededores de Recuay, como San Cayetano de Cantu y Tuctu, la virgen del Socorro de Tuctu y Ayacayana (la grabación de audio que existe y es la más antigua actualmente) entre otras festividades, sin embargo, esto trajo consigo un problema posterior. En 1947 quizá se sufre la crisis másfuerte en la devoción, en cuanto a los descendientes esclavos negros y la cuadrilla de los 12 discipulos, pues se dividen por barrios, el barrio de abajo y el barrio de arriba, los dos únicos considerados en el pueblo de Recuay.

En el año 1948 se funda la cuadrilla de los negritos del barrio de arriba, posteriormente el barrio de abajo asume la división y se les atribuye como los danzantes más antiguos; este cambio trajo consigo quizá un problema póstumo, que era la limitación de los danzantes de negritos, sean selectos y con cupos limitados, las cuales se añadieron otros calificativos como rucu, china barbas, o se crearon leyendas erróneas de la procedencia de los negritos,

como trabajadores de la mina, entre otros. En el año 2000, el sr. Pelayo De la Cruz Montoya crea en la fiesta de mayo (una devoción particular de la Familia De la Cruz Montoya) la cuadrilla “Asociación Cultural San Ildefonso del barrio Centro” donde se añade a la vestimenta original el terno con corte actual.

Lamentablemente en esta división la coreografía que realizaban los negros ha variado, ya que, algunas cuadrillas lamentablemente se han “Huancainizado” término que actualmente se está arraigando entre la danza, mascara, música y demás vestimenta; con una corriente actual de humanizarse, ya que, se están anexando otras costumbres por no tener en cuenta lo más antiguo; no obstante, la reconstrucción es un desafío actual que se ha trabajo en el proyecto determinado “A mi Señor de Burgos – Aproximaciones Históricas”.



Actualmente entre las cuadrillas ingresan a danzar niños, una acertada visión del sr. Pelayo De La Cruz Montoya, para su preservación y conservación de la danza; existen tres cuadrillas de negritos de los barrios, Arriba, Abajo y Centro, su aparición en la fiesta consta del 12 de setiembre al 15 de setiembre con sus pintorescas danzas y su adoración particular en la capilla del Señor de Burgos y en la Iglesia Matriz de Recuay, quien desea bailar para cualquier cuadrilla de los negritos, se compromete libre y voluntario a bailar durante siete años.

Personajes de la Danza

El caporal o rucu: Es el más longevo, con mayor picardía de la cuadrilla, es quien goza con mayor experiencia y sabiduría; y quien guía a los demás negritos. En su personificación, lleva consigo una máscara con la barba y cejas blancas. En su don de mando posee un chicote, como símbolo de libertad del sometimiento del yugo esclavizador. Actualmente el caporal o rucu tiene la indumentaria de un policía de mayor rango.

Los negritos: Danzantes entre niños, jóvenes, adultos y ancianos que conforman la cuadrilla representativa del barrio.

Conjunto Musical: son músicos que amenizan la fiesta, los antiguos afrodescendientes usaban el violín y la campañilla, más los golpes que daban en el piso al son de estos instrumentos. Actualmente el conjunto musical consta de un violin, arpa, trompeta con sordina, Saxofones entre alto, tenor y barítono; y clarinete. Entre su repertorio están las marchas militares, Veneración a la imagen del Señor de Burgos, marchas regulares, huaynos (cachaspada y huellushpada); donde los danzantes acompañan con sus campanillas y realizan movimientos de cabeza, manos, pies y cadera, en son de mofa y jolgorio.

Programación de su aparición para la fiesta en honor al Señor de Burgos.

Rompecalle.

En sus inicios, el rompecalle iniciaba en el cruce entre el tambo de abajo y el caserío de Ayacayana.

Actualmente el 12 de setiembre por la tarde, cada cuadrilla ha puesto un punto de reunión para iniciar su recorrido, durante su desplazamiento invitan a la gente a la fiesta, en pleno recorrido hacen una parada en cada esquina de la ciudad para recibir las ofrendas que le hacen los moradores, entre bebidas y algunos alimentos, hasta llegar a la Capilla dedicada en honor al Señor de Burgos, posteriormente hacen su recorrido hasta llegar a la Iglesia Matriz de Recuay, donde está la venerada imagen del Señor de Burgos.

La Adoración.

La cuadrilla de negritos, después de hacer su primer recorrido primero se acercan a la capilla dedicado al Señor de Burgos, donde se encuentra la venerada imagen original, se acercan con mucho recogimiento y devoción para anunciar su presencia en la fiesta y pedir su protección, entre canticos del caporal y su cuadrilla, el conjunto musical acompaña cada intervención con una melodía de veneración propia de los negritos.

Durante su segundo recorrido se apersonan a la Iglesia matriz san Ildefonso para hacer la veneración de la sagrada imagen, que está en un anda adaptado para su recorrido procesional.

Baile

Después se ubican en un lugar de la plaza principal de Recuay para celebrar las vísperas, ellos al igual que el mayordomo amenizan la fiesta con el conjunto musical quien acompaña con diferentes melodías folclóricas del momento. La particularidad de cada danzante es su destreza de baile hasta el cansancio, como también acompañan al conjunto musical con sus cantos pintorescos y sarcásticos.

Prueba de valor

En el desarrollo de la danza, se da la coordinación y desafío en el baile con pasos trenzados entre las correas y campanas de cada integrante de la cuadrilla de negros, en medio de este trenzado hay bebidas y algunas frutas,

que cada integrante puede degustar. Cada integrante se presenta en este trenzado, entre movimientos agraciados y baile hace su presentación; no obstante, quien pise el trenzado recibe azotes por parte del caporal o quien designe el mismo, en el momento de su presentación.

Días de baile.

Las cuadrillas de negritos se presentan del 12 al 15 de setiembre, durante estos días recorren las diferentes calles de la ciudad, donde ponen la suspicacia y la alagría a esta festividad.

Hualluspada.

El pasacalle o fin de fiesta de las cuadrillas de negritos se le llama (hualluspada) es su último recorrido por las calles principales de la ciudad, entre cantos, jolgorio y abrazos de por medio, se despiden hasta el próximo año, donde piden regresar a los pies de la Venerada Imagen.

Después del terremoto del 70 ha desatado mayor importancia a las tradiciones de los más sencillos destaquen y hoy en día el estado peruano priorice para declararlos patrimonio cultural, muchas danzas denominadas autóctonas o propios desarrollados en la colonia han perdido protagonismo y han desaparecido por la poca identidad cultural que trae consigo, como también su poca praxis y la adaptación de los migrantes de esta zona para no ser rechazados en su nuevo entorno social - cultural.

Vestimenta de la cuadrilla de los Negritos de Recuay

El sombrero

Aparte de ser un artículo de protección solar allá por los años de 1860 pasa hacer una indumentaria para el baile de los negritos. Los antiguos esclavos trabajan en las haciendas con esta prenda hecha de paja o de lana dependiendo de las regiones donde estos cumplían funciones. En la danza de los negritos se usa mucho el sobrero, los protectores (cascos mineros). en sus distintas calidades y formas. Después de la liberación de esclavos por Ramón Castilla, los sombreros pasaron a tener una importancia necesaria por hacerlos personajes de la aristocracia.

Las guirnaldas

En el baile de los negritos tiene mucha tradición y mucha historia algunos danzantes o encargados de adornar los sombreros se cortaba rosas rojas y blancas con el fin de simbolizar la bandera del Perú, otra interpretación tiene que ver con las rosas blancas en la pureza nos contaban que eran para simbolizar en caso de las rosas blancas para simbolizar la pureza y las rosas rojas la sangre derramada durante tres siglos de opresión es una forma de simbolizar la victoria y el patriotismo pero también es una promesa que se les hizo a los negros que participaron en las batallas.

Las coronas de eucalipto en el sombrero es una mera culturización de los negritos como forma de mofa esta fue llevada a cabo después que Recuay se convirtiera en provincia, se comenzó con el arremedo a los militares que llegaron al pueblo (general Artola) y demás acompañantes.

Los guantes

El guante blanco tiene su historia en forma de mofa hacia los europeos, también era un formalismo para participar en las misas importantes, después solo se usaba en la misa central del 14 de septiembre.

El guante negro se usaba para interpretar mejor el papel de negrito las manos se delataban si no se contaba con esta prenda

El Pañuelo

Este artículo se tomó en cuenta recién por los años 40 y 50 el pañuelo en el baile es una expresión de elegancia, los pañuelos más antiguos que encontramos tienes unos bordados hermosos; hoy en día estos artículos han perdido protagonismo, puesto que, en su mejor momento, esta prenda era de las más caras y hermosos, porque eran bordados y calados a mano, es un tesoro que ha perdido nuestra provincia de Recuay.

El chicote y las campanillas

Es un artículo de representación de esclavitud los mangos de dichos artículos por lo general llevaban una cabeza de puma, algunos con mala intensión hablan de la cabeza de un perro.

Las comadrejas

tiene su origen en la época colonial no solo es un artículo de baile sino que también se usaba este animal para cazar conejos, estos animalitos eran entrenados para la caza y los negros esclavos eran buenos entrenadores por eso en el baile el rucu lo trae en el hombro como un animal sagas y muy cooperativo cuando estos animales morían se les disecaba y se les adornaba con monedas de plata y en casos excepcionales con algunas monedas de oro que son de los años 1775 al 1835.

El terno

Tiene poco uso en los negritos de Recuay, ya que, no se pudieron rescatar y reconstruir las casacas militares que se usaban en la etapa de la emancipación.

Los calzados

Botines eran empleados y adornados para este baile, anteriormente su uso exclusivo era para marcar la diferencia y hacer ver que era personas libres.

Las bandas

La banda en el pecho de los danzantes se da por la pertenencia a la nación peruana y otra adornada, anteriormente era con el nombre de la cofradía a la que correspondía y que apóstol era, posteriormente se dio el nombre del barrio al cual representa.