La historia sobre
las enfermedades, en estos tres últimos siglos nos enseña que existen tres
formas de contener una epidemia y/o pandemia para desterrarlo de nuestro medio:
La primera, es el aislamiento
social o confinamiento, plan
de intervención comunitario que implica permanecer refugiado el mayor tiempo
posible, bajo nuevas normas socialmente restrictivas, acompañada de pruebas
masivas para el diagnóstico de infección y cortar su transmisión por completo; la
segunda, es la inmunidad de grupo o
colectiva - inmunidad de “rebaño”, que no es más que otra cosa que esperar
a que haya una cantidad suficiente de personas infectadas y los que sobreviven
desarrollarán inmunidad y; la tercera
forma consiste en desarrollar la
vacuna, (https://www.technologyreview.es/s/12035/que-es-la-inmunidad-de-grupo-y-como-puede-detener-al-coronavirus).
El
aislamiento social o confinamiento (“cuarentena”)
como estrategia y política de Estado para la contención de la pandemia, ha sido
un fracaso en Perú y Latinoamérica, fundamentalmente por nuestro sistema
informal de las diferentes actividades existentes en nuestro país: comercio
informal, sistema de transporte público, las micro y pequeñas empresas y otras
áreas que no se encuentran inmersos dentro del marco legal laboral, tributario,
administrativo y de protección social (salud y sistema de pensiones). Asimismo, ajeno al sistema crediticio para el acceso a
su formalización. Un ejemplo claro y
específico de esta situación, es la informalidad
laboral que representa alrededor del 71 % de la población
económicamente activa (PEA 2017),
“En el año 2017, el sector informal
estaba conformado por 7 millones 148 mil unidades productivas. Igualmente, la producción
del sector informal representó el 18,6% del producto bruto interno - PBI. Casi
tres de cada cuatro trabajadores de la PEA ocupada se desempeñaban en un empleo
informal (72,5%). El 56,1% lo hacía en un empleo informal dentro del sector
informal y 16,5% en un empleo informal fuera del sector informal”. (https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1589/libro.pdf).
Situación que no varió hasta los primeros meses de 2020.
Otro factor que
contribuyó para el fracaso de esta estrategia, es la pobreza de nuestro país. Más de 6,4 millones de peruanos se
encontraban en situación de pobreza,
es decir, unos 20.5% de la población del país, según el último informe del
Instituto de Estadística e Informática (INEI 2019). (https://gestion.pe/peru/nivel-de-pobreza-en-peru-se-redujo-ligeramente-en-el-2019-noticia/).
Pero a consecuencia de la pandemia, más de 3, 000,000 de personas se volverían
pobres en nuestro país, incrementándose en un 29.5% los niveles de pobreza para
el año 2020. (https://rpp.pe/economia/economia/coronavirus-en-peru-3-millones-de-personas-se-volverian-pobres-por-la-pandemia-quienes-seran-inei-enaho-pnud-noticia-1270159).
Sobre el caso, las familias pobres tienen que trabajar a diario para sobrevivir
y satisfacer sus necesidades primarias laborando “el día a día” en un sistema
informal y de sobrevivencia. Las familias pobres, se encuentran entre el dilema
de “morir por el virus o morir de hambre”. Asimismo, muchas de estas familias
no cuentan con sistemas de abastecimiento de agua potable y el sistema de
alcantarillado sanitario y no podían cumplir con el “lavado de manos con jabón
“y la promoción de la práctica de hábitos de higiene.
Perú fue uno de los primeros países de América
Latina en poner a sus ciudadanos en cuarentena para intentar contener la
propagación del coronavirus desde el 16 de marzo hasta el 30 de junio de 2020 (cuarentena por 5 veces, que al final termino
siendo una centenogena por más de 100
días). El 15 de marzo
se declara, mediante Decreto Supremo Nº 044-2020-PC, Emergencia Sanitaria
Nacional y se dispone aislamiento social obligatorio y el cierre total de las
fronteras y el 18 de marzo se decreta la inmovilización total obligatoria desde las 8:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. Medida que fue acatada por solo aproximadamente el 72.5% de la población del país.
A la pobreza, se le sumó las oleadas migratorias de retorno forzado y violento de miles de provincianos que Vivian en la ciudad de Lima para regresar a sus lugares de origen. Fenómeno que se encontraba escondido y que en la práctica se realiza desde hace décadas en nuestro país por el abandono y la miseria de vida principalmente de gente del campo (éxodo interno temporal).
Otro factor que
contribuyó al fracaso, fue el bajo nivel cultural de las poblaciones
vulnerables, específicamente el nivel educativo, la conciencia cívica y los
valores sociales como fundamento del desarrollo humano: entre ellos, la
disciplina, la responsabilidad, el respecto al derecho de los demás, la
solidaridad humana y la práctica de las habilidades blandas: la autoestima
colectiva, la empatía social, la resilencia y la adaptación a los cambios. Un
indicador sobre el tema, es que tan solo hasta el 07 de abril de 2020 ya había 52,000 detenidos, aproximadamente 3,000 ciudadanos por día (https://gestion.pe/peru/coronavirus-peru-suman-mas-de-52-mil-los-detenidos-desde-que-inicio-el-aislamiento-social-obligatorio-estado-de-emergencia-nndc-noticia/)
Sobre el fracaso,
expertos peruanos consideran que algunos problemas preexistentes de la economía
y la sociedad peruana ayudan a entender por qué nuestro país todavía no
contiene el brote de coronavirus. Y consideran cinco factores, entre ellos: 1.
Informalidad, 2. Logística para abastecerse, 3. Aglomeraciones en los mercados,
4. Aglomeración en los bancos y, 5. Hacinamiento en casa (https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52748764).
Otro factor
adyacente, que se ha podido evidenciar, es la corrupción institucionalizada en todos
los niveles del Estado: gobierno central y sus organismos sectoriales,
gobiernos regionales, gobiernos locales, Policía Nacional del Perú, La fuerzas
armadas, entre otros, Asimismo, en el proceso de la pandemia se puede evidenciar
cientos de denuncias y procesos de investigación. Igualmente, se observa la disidía,
la ineficiencia e ineficacia de las autoridades de turno frente a la pandemia,
tuvimos 03 meses de tiempo para prepararnos antes de llegada del paciente cero
(06 de marzo) y tres meses más para algunas regiones del Perú. Mientras veíamos
como la China contenía la propagación del virus con un confinamiento firme y
responsable, luego el paso del epicentro a Europa y EEUU poco o nada hicieron
nuestras autoridades para la prevención. Asimismo, mientras algunas regiones veían
como luchaban contra el virus en la ciudad de Lima y algunas regiones del norte
del país, las otras regiones pensaron que nunca les hubiera tocado a ellos y
ahí están las consecuencias funestas con miles de infectados y miles de muertos
para desgracia de nuestro país.
Hasta el día domingo 09/08/2020,
Perú tenía 471,071 casos confirmados y es el cuarto país de América
con más casos de covid-19 en términos absolutos después de EEUU 5,006,474, Brasil
3,013,902 y México 475,972 y el séptimo a nivel mundial, antes se ubican
la India 2,153,010 y Sudáfrica 553,188 (Fuentes: Wikipedia The New York Times
Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades). En conclusión, las
medidas adoptadas por los diferentes gobiernos de América ha sido un rotundo
fracaso frente a la pandemia, a excepción de Uruguay y Paraguay. Se ha podido
evidenciar diferentes posturas de nuestros gobernantes: arrogantes y
“fascistoides” que minimizaron la pandemia (caso Trump), otros con alta dosis
de negacionismo, controversial, egocéntrico e irresponsable le hicieron el
juego al virus priorizando lo económica, antes que la salud (caso Bolsonaro). Y
por último, la gran mayoría aplicaron medidas ingenuas, mecánicas y limitadas
para su contención. Por tanto, el número de infectados y número de muertos confirman
el fracaso.
A nivel de países de América con muertes por millón de habitantes por Covid 19, hasta el 10/08/2020, el Perú se ubica en el primer lugar con 665 muertes, le siguen Chile con 541 muertes, EEUU con 496 muertes, Brasil con 482 muertes, México con 419 muertes y Colombia con 257 muertes. Al respecto, desde mi punto de vista pareciera que fueran “verdades a medias”, porque no existen estudios fehacientes que determinen desde la aparición de la pandemia, las causas directas e indirectas del número de muertos por Covid-19 entre Perú en comparación con los países del resto del mundo. En estos últimos 5 meses en nuestro medio hemos podido evidenciar fallecimientos de nuestros propios vecinos por resfriado común, gripe, tuberculosis, enfermedades del corazón, derrames cerebrales, cirrosis de hígado, diferentes tipos de cáncer y falta de servicio de atención por hemodiálisis, diabetes y otras múltiples causas y a muchos de ellos se les ha categorizado a causa de mortalidad por Covid 19, debido a que no se realizan las autopsias para su diferenciación. Por otro lado, hay sectores de la prensa sensacionalista y ciudadanos peruanos interesados en inflar cifras alarmantes sobre muertes por pandemia para satisfacer su ego pervertido y conducta carroñera (cuentamuertos) frente a la desgracia y dolor de las víctimas de nuestro sufrido pueblo. Algunos hablan de 50 mil y otros de 100 mil muertes a nivel nacional en forma especulativa e irresponsable, sin fuentes de información estadística, científica y bibliográfica. Para esta confusión se sumó el ocultamiento y desfase del número de muertes y cifras reales de parte de los organismos de salud del Estado peruano (MINSA, direcciones regionales salud, ESSALUD, otros). Hasta la fecha hay 20,292,486 de casos confirmados y 741,380 muertes a nivel mundial.
Esta misma estrategia de
aislamiento social o confinamiento, ha
dado resultados positivo en los países del Asia: China 84,619 casos confirmados
y 4,634 fallecidos, Singapur 55,104 casos confirmados y 25 fallecidos, Japón
47,331 caos confirmados y 1,042 fallecidos, Corea del Sur 14,598 casos
confirmados y 305 fallecidos, Hong Kong 4,080 casos confirmados y 52 fallecidos
y Vietnam 841 casos confirmados y 11 fallecidos. Países que tienen experiencias
en pandemias y epidemias para la contención de propagación de virus y bacterias
y tratamientos efectivos. Igualmente, otros factores contiguos entre ellos: culturales,
políticos, infraestructura sanitaria, recursos humanos especializados en
materia de salud pública y presupuesto público efectivo (ingresos y gastos), A
todo esto se puede agregar, limitados signos de corrupción de su clase política
y alto nivel cultural y conciencia cívica de sus ciudadanos.
A todo este panorama sombrío,
se sumó el monopolio comercial, el tráfico y la usura de los laboratorios y las empresas farmacéuticas
que encontraron el negocio redondo de su vida para amasar fortuna a costa de la
muerte y el dolor de la vida y la salud de las víctimas de la pandemia y los
ciudadanos en general. Y la organización
mundial de la salud – OMS viene cumpliendo
una función burocrática, obstruccionista, mercantilista y complacientemente genocida
frente a la crisis sanitaria, ajena a los objetivos para que fue creado, es
decir alcanzar para todos los pueblos el máximo grado de salud, definida en su
constitución como un estado de completo bienestar físico, mental y social.
Solo queda la aplicación
tácita de la inmunidad de grupo o
colectiva - inmunidad de “rebaño”, como medida de contención, que no es más
que otra cosa que esperar a que haya una cantidad suficiente de personas
infectadas y los que sobreviven desarrollen inmunidad, lo que hará que el brote
desaparezca por sí solo, ya que el germen tendría cada vez más dificultades
para encontrar un huésped vulnerable. En la práctica, las generaciones pasadas
vivieron estas trágicas experiencias para enfrentar a las pandemias. Es decir,
que la población adquiere inmunidad colectiva contra una infección para poder
detener eficazmente la propagación de dicha enfermedad. Algunos epidemiólogos
hablan que aproximadamente un 60% de la población tendría que ser infectada
para el surgimiento de la inmunidad colectiva. Es parte de la historia de la
supervivencia de la humanidad. Es decir, que nos infectemos millones de peruanos
y mueran miles de personas para que se vaya el virus. Estrategia salvaje y
brutal en tiempos de modernidad de estados precarios e informales que abandonan
a su suerte a sus ciudadanos carentes de un adecuado sistema sanitario y por
culpa de una clase corrupta y delincuencial. Esto quiere decir que en Perú
tenemos que infectarnos de Covid 19 más de 18 millones de peruanos para lograr
esta terrible inmunidad.
La Clínica Mayo o Mayo
Clinic, entidad norteamericana dedicada a la práctica clínica, la educación y
la investigación, señala que se puede obtener Infección natural o inmunidad
colectiva, cuando dentro de una comunidad, una cantidad suficiente de personas
se recupera de una enfermedad y desarrolla anticuerpos contra futuras
infecciones y conseguir el efecto protector. Por ejemplo, los que sobrevivieron
a la pandemia de gripe (influenza) en el año 1918 generaron inmunidad contra la
gripe H1N1, un subtipo de influenza A. Durante la temporada de gripe 2009-2010,
el virus H1N1 provocó en los seres humanos la infección respiratoria comúnmente
conocida como gripe porcina. Pero para la Organización Mundial de la Salud –
OMS, la inmunidad de grupo suele lograrse a través de las vacunas y se da
cuando la mayoría de la población es inmune a una enfermedad, bloqueando su
propagación. Sin embargo, la infección
comunitaria para generar inmunidad colectiva contra el virus que causa la
COVID-19 presenta graves problemas. En primer lugar, aún se desconoce si la
infección por el virus de la COVID-19 genera inmunidad contra futuras infecciones.
(https://newsnetwork.mayoclinic.org/discussion/mayo-clinic-explica-la-inmunidad-colectiva-en-relacion-con-la-covid-19-todo-lo-que-necesita-saber/).
Por otro lado, los
resultados preliminares de un estudio epidemiológico en la ciudad amazónica de
Iquitos sostienen que el 71% de la población se infectó con el virus. Sus
autores reconocieron que los datos son preliminares y que realizarán otros
estudios. Análisis similares en Lambayeque encontraron una prevalencia del
29,8%, en la provincia del Cusco de un 2,65% y en Lima y Callao, de un 25,3%.
Investigadores recomiendan manejar los datos con precaución, hacer públicas las
metodologías y mantener las medidas de prevención y control de la enfermedad (.https://ojo-publico.com/1975/covid-19-estudios-de-seroprevalencia-en-peru-no-son-concluyentes).
Cifras muy pequeñas si se quisiera lograr la infección natural para lograr la
inmunidad colectiva a excepción de la ciudad de Iquitos.
Esta estrategia fue
aplicada por el gobierno de Suecia y pensó lo mismo Inglaterra pero no lo hizo.
El primero apostó por la inmunidad de
grupo y ha pagado un precio muy alto en comparación a sus países vecinos
escandinavos de Finlandia 331 muertes (59 por millón de habitantes) y Noruega 256
muertes (46 por millón de habitantes); es decir 9 a 12 veces más muertes por
millón de habitantes que sus vecinos. El Gobierno de Estocolmo rechazó las
medidas de confinamiento y hasta 10/08/2020 ha acabado con 5,766 muertes (558 por
millón de habitantes), un nivel inferior al de Inglaterra (749 por millón de
habitantes) y muy superior al de Estados Unidos. (496 por millón de habitantes). La
justificación de Suecia era la de rechazar las medidas drásticas de
confinamiento adoptadas en Europa Occidental, incluidas a los otros países
escandinavos (https://www.eldiario.es/internacional/coronavirus-suecia_1_5963547.html).
Frente a la pandemia, “Solo
el Pueblo Salvará al Perú y Solo la vacuna Salvará a la Humanidad”. En nuestro
país desde tiempos inmemoriales han ocurrido una serie de catástrofes causadas
por los fenómenos naturales y provocadas por el hombre: terremotos, sequias, hambrunas,
inundaciones, “huaycos”, guerras, terrorismo, entre otros. Asimismo, una serie
de epidemias y pandemias, como la verruga, la uta, la tuberculosis y la sífilis
en el antiguo Perú y la viruela, sarampión, tos ferina, gripe, difteria, peste,
tifus, tracoma, muermo, rabia, gonorrea, tuberculosis, lepra, fiebre amarilla,
sífilis y otros enfermedades traídas por los europeos que diezmaron a la
población americana y no consiguieron desaparecerlos. Del mismo modo, venimos resistiendo
a los virus, hongos y bacterias de los últimos 100 años que continúa afectando
a millones de personas, sobre todo en países con recursos limitados, como el
virus de la inmunodeficiencia humana [VIH], los virus de la gripe A H5N1 o H1N1
y los coronavirus y síndromes respiratorios agudos (MERS, SARS y COVID-19)
entre otros. Frente a todas estas adversidades se ha puesto de pie para su
supervivencia y conservación de nuestra especie hasta nuestros días.
La práctica ancestral de
tratamientos caseros para enfrentar a las enfermedades desde los hogares ha
sido exitosa para la defensa de la salud y la vida. Gracias a los conocimientos
y las enseñanzas trasmitidas de generación en generación sobre medicina natural
han servido mucho para su bienestar. En fin, es meritorio el puesto en uso de
prácticas efectivas para resistir, mitigar y enfrentar epidemias y pandemias. Las
plantas medicinales han jugado un papel importante en esta lucha para salvar
vidas, los brebajes y el poder curativo de las infusiones elaborados por
chamames, curanderos y las abuelitas de familia han cumplido un rol fundamental
para sanar diferentes enfermedades en lo largo de nuestra historia y hasta la actualidad se conservan. Hoy
en día, son de mucho valor, el matico, la verbena, la menta, la hierba santa, la
borraja, el eucalipto y otras plantas milagrosas para curar el sistema
respiratorio y sirven como tratamiento alternativo frente al covid 19.
Igualmente, las gárgaras de sal, vinagre y té son básicas para la prevención
del virus; del mismo modo, las Inhalaciones y vaporizaciones de eucalipto,
manzanilla, limón, ajos, cebolla, jengibre o kion, son muy buenos por su poder
antiinflamatorio, antimicrobiano y expectorante. A la par, el uso de extractos,
jarabes, frotaciones, ungüentos y baños de hierbas. También, se han confeccionado
pequeños artefactos caseros en casa para nebulizaciones y oxigenación de los
pulmones. Lo más patético, sin orientación por los profesionales y técnicos de
la salud y el estado peruano y seguimos subsistiendo.
Por otro lado, el uso de
medicinas esenciales y genéricas que recién iniciaron su elaboración, en el año
1897 por el químico alemán, Félix Hoffmann creador de la aspirina y su
comercialización en el año 1900. En esta pandemia se vienen consumiendo la
azitromicina, doxiciclina, amoxicilina, la prednisona, el ibuprofeno, el
paracetamol, la aspirina, la dexametasona, la ivermectina, entre otros
productos farmacéuticos al margen de las prohibiciones de las Organización
Mundial de la Salud – OMS para tratamiento específico del covid 19. También, se
viene consumiendo el gas usado en las plantas de tratamiento de agua potable,
llamado “Dióxido de Cloro” - CDS, producto muy requerido por miles de personas
por los múltiples testimonios favorables para su uso frente al covid 19. A
pesar de las prohibiciones, cese de comercialización y retiro del mercado del
producto por parte del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la
Protección de la Propiedad Intelectual – INDECOPI y otros organismos
competentes del Estado peruano. En fin se han puesto en uso una serie de medicinas
naturales - tradicionales y químicos farmacéuticos que han servido para salvar
personas en este proceso apocalíptico de emergencia sanitaria que estamos
viviendo.
También es meritorio
señalar la puesta en práctica en forma masiva de hábitos de higiene por nuestro
pueblo para prevenir la propagación del virus en nuestro medio, como el uso de
mascarillas y tapabocas hechas en casa, los barbijos certificados, el alcohol,
gel antibacterial, enjuague bucal, lavados de manos, entre otros hábitos;
igualmente, la ingesta de alimentos priorizando el consumo de frutas y verduras
y el respeto del distanciamiento social.
La
última estrategia que nos queda, es la
vacuna, una alternativa efectiva y eficaz para derrotar al virus. Al respecto existen
más de 150 proyectos en carrera para la elaboración de la vacuna anticovid 19
alrededor del mundo y según la Organización Mundial de la Salud – OMS existen
28 que se encuentran en etapa de ensayos clínicos y del total de estos, hay 6
que se encuentran en la fase 3, la última de las etapas del proceso.
“Los
candidatos más avanzados acaban de poner en marcha la fase final de sus ensayos clínicos, clave para saber si
su proyecto protege con éxito ante el covid-19 y
puede comenzar a fabricarse en masa. Esta última etapa, la fase III, es la más ambiciosa de las
pruebas clínicas, ya que en ella participan miles de voluntarios sanos.
A la mitad de los voluntarios se les administra la vacuna experimental y a la
otra mitad una inyección de placebo y después se comparan resultados”
(https://www.vozpopuli.com/sanidad/carrera-vacuna-coronavirus_0_1378362797.html).
Entre las seis,
tenemos: 1) “Moderna Therapeutics”, esta compañía estadounidense está entre los
primeros puestos de la carrera. 2) “AstraZeneca” junto a la Universidad de
Oxford para muchos, es la que más avanzada de todas. 3) “BioNTech, Pfizer y Fosun
Pharma”, es una de las sorpresas, por así decirlo, ha sido la vacuna que está
desarrollando de manera conjunta el gigante norteamericano Pfizer, la biotecnológica
alemana BioNTech y la farmacéutica china Fosun Pharma. 4) Sinopharm y 5) Sinovac,
el gigante asiático cuenta con dos compañías ya en la recta final de sus
ensayos clínicos: la farmacéutica estatal Sinopharm y el laboratorio privado
Sinovac. 6) La vacuna rusa, Rusia está desarrollando también su propia vacuna
contra la covid-19, un proyecto que está llevando a cabo el Instituto Gamaleya
de Moscú en colaboración con el Ministerio de Defensa del país
(https://www.vozpopuli.com/sanidad/carrera-vacuna-coronavirus_0_1378362797.html)
Hoy 11/08/2020
fue registrada oficialmente la vacuna rusa de nombre Sputnik V por el
presidente ruso, Vladímir Putin, convirtiéndose en el primer país en el mundo
de registrar una vacuna contra el covid 19 paralelamente fue inoculada su hija con
la vacuna a fin de garantizar eficacia en la inmunización y dando el primer paso
de avanzada a pesar de no haber sido considerada en primer momento por la OMS. A
este organismo solo le quedó recomendar que siguieran todos los protocolos
internacionales para su funcionamiento. Igualmente, Rusia programó su
comercialización masiva para el mes de setiembre de 2020. Dios
mediante y con la gracia divina vamos por buen camino para la salvación de la
humanidad.
Autor: Bach.
ALFREDO CHÁVEZ OLIVERA
BILIOGRAFIA ELECTRONICA:
1. El Coronavirus y su Impacto en la Sociedad Actual y Futura, Covid 2019, Arturo Manrique Guzmán, MAYO 2020 (https://colegiodesociologosperu.org.pe/wp-content/uploads/El-Coronavirus-y-su-impacto-en-la-sociedad-actual-y-futura-mayo-2020.pdf)
2. Estado de Emergencia Sanitaria: El problema de la informalidad laboral en una economía confinada, Serie Informes Especiales Nº 02-2020-DP, Defensoría del Pueblo, mayo 2020. (https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2020/04/Serie-de-Informes-Especiales-N%C2%B0-02-2020-DP-Problema-de-la-informalidad-laboral-en-una-economia-confinada.pdf)
3. Uso tradicional
de plantas medicinales para el tratamiento de infecciones respiratorias agudas
en niños menores de 5 años de la comunidad rural de Margos – Huánuco, Bach. Cajaleón
De La Cruz, Jhanela Araceli. Universidad de Huánuco, año 2018 (http://docs.bvsalud.org/biblioref/2018/10/915646/uso-tradicional-de-plantas-medicinales-para-el-tratamiento-de-i_dQPcgb4.pdf)